.Seguridad alimentaria
La tecnología puede mejorar la producción de alimentos
La tecnología puede mejorar la producción de alimentos, pero aún faltan avances
La transformación digital del sector primario impulsa la eficiencia de los productores y garantiza alimentos más seguros para los consumidores y un menor impacto ambiental
Por María José Pinar, Consumer. 26 de febrero de 2025
La digitalización está revolucionando la economía global, redefiniendo cómo se producen, venden y consumen bienes y servicios. Los alimentos no son la excepción. Incorporar la tecnología en la producción primaria reduce la carga de trabajo física y mental de los trabajadores, optimiza la producción y favorece una producción más sostenible, segura y transparente, pero la realidad es que, en el sector agrícola y ganadero, esta transformación todavía tiene un largo camino por recorrer. En este artículo, exploramos los retos que deben afrontar estos sectores en nuestro país para avanzar en su digitalización y modernización, los beneficios que conlleva para los consumidores y el medio ambiente, y descubrimos quiénes están liderando esta transformación.
Sistemas seguros, sostenibles y resilientes
España está avanzando en la tecnificación y digitalización del sector agroalimentario, pero se enfrenta a retos como la falta de conectividad en zonas rurales, el alto coste de la tecnología y la resistencia al cambio, como apunta el Observatorio de la Digitalización del Sector Agroalimentario Español.
El estado de la transformación digital en la agricultura y ganadería en nuestro país es heterogéneo; hay diferencias según la tecnología analizada o la zona geográfica en la que se encuentre la explotación, aunque en líneas generales podemos concluir que aún queda un largo camino por recorrer.
La buena noticia es que contamos con un ecosistema de innovación en pleno crecimiento que está desarrollando soluciones para las necesidades actuales de automatización, el uso eficiente del agua o la mejora en la trazabilidad de los alimentos, que harán la producción más sostenible y competitiva. Además, el acceso a fondos europeos y la colaboración entre empresas e instituciones están impulsando esta transformación, acercando la innovación al campo y beneficiando tanto a productores como a consumidores.
Retos y soluciones en el sector agrícola
El sector agrícola en España enfrenta varios desafíos clave. La escasez de agua y la necesidad de una gestión eficiente del riego son preocupaciones fundamentales, dado que el 23 % de la superficie cultivada en el país es de regadío. Además, el uso intensivo de fertilizantes y fitosanitarios genera un impacto negativo tanto en el medio ambiente como en la salud de los consumidores. A esto se suma la falta de mano de obra y la necesidad de aumentar la eficiencia en la producción.
El empleo de tecnologías como el GPS, sensores, drones y la robotización proporciona soluciones a estos desafíos, integrando datos en tiempo real. Estas herramientas permiten a los agricultores tomar decisiones informadas basadas en datos precisos y modelos predictivos de inteligencia artificial.
Esto posibilita anticipar necesidades y problemas, y optimizar tareas como el riego, la recolección, la detección de plagas y enfermedades, lo que permite evitar el malgasto de recursos y reduciéndose el desperdicio por cosechas no aprovechables.
Retos y soluciones en el sector ganadero
El sector ganadero se enfrenta a retos similares. El bienestar animal y la optimización de la alimentación son aspectos críticos, junto con la necesidad de controlar enfermedades y reducir el uso de antibióticos. Además, la huella ambiental de la ganadería, incluyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, son desafíos que requieren soluciones innovadoras.
Entre estas tecnologías se encuentra el empleo de sensores y sistemas de monitoreo, que permiten evaluar en tiempo real la salud y el bienestar de los animales. Esta información facilita ajustar la alimentación a las necesidades específicas de cada animal y detectar enfermedades de manera temprana, lo que posibilita aplicar tratamientos en las primeras fases de la enfermedad de forma específica, evitando así su uso preventivo.
Por otra parte, la tecnología permite automatizar tareas como la alimentación y el ordeño. Esto mejora la productividad, ayuda a realizar un mayor control de la calidad e higiene del producto, y reduce la carga de trabajo para los ganaderos.
Beneficios para los consumidores y el medio ambiente
Aplicar tecnologías en el sector primario no solo beneficia a productores y ganaderos, sino que también impacta directamente a los consumidores y al medio ambiente. La optimización en el uso de recursos como el agua y la energía, y la reducción de tratamientos fitosanitarios y veterinarios contribuyen a una producción más sostenible y a una menor exposición a sustancias químicas a través de los alimentos.
La tecnología también permite reducir el desperdicio alimentario, gracias a la rápida detección de enfermedades, plagas u otro tipo de incidencias, lo que posibilita aplicar soluciones de forma temprana y evitar la pérdida de alimentos en origen.
Además, la digitalización a través de sistemas avanzados de seguimiento mejora la trazabilidad y la transparencia, porque proporciona a los consumidores acceso a información detallada sobre el origen, la calidad y la seguridad de los alimentos. En definitiva, la transformación digital del sector primario no solo impulsa la eficiencia y rentabilidad de los productores, sino que también garantiza alimentos más seguros y un menor impacto ambiental.
¿Quiénes están detrás de la innovación en el sector agroalimentario?
El ecosistema de innovación está formado por una variedad de actores: startups, empresas, entidades de investigación, instituciones públicas, organizaciones de apoyo a negocios e inversores, que impulsan el desarrollo tecnológico.
- Universidades y centros de investigación. Generan el conocimiento necesario para desarrollar soluciones innovadoras.
- Empresas del sector agroalimentario. Este grupo incluye desde startups con propuestas innovadoras hasta grandes compañías que invierten en el desarrollo de soluciones tecnológicas y digitales para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la producción agrícola y ganadera.
- Instituciones públicas. El Gobierno y los organismos oficiales crean normativas y políticas de apoyo, además de ofrecer financiación para impulsar la transformación digital del sector.
- Incubadoras, aceleradoras y hubs de innovación. Son espacios donde las ideas innovadoras encuentran apoyo para convertirse en soluciones reales. Ayudan a startups y emprendedores a desarrollar sus proyectos y a contactar con inversores.
- Clústeres y plataformas tecnológicas. Agrupan empresas, universidades e instituciones para compartir conocimientos y avanzar juntos en la digitalización del sector agroalimentario.
- Inversores. Las nuevas tecnologías necesitan financiación. Fondos especializados en el sector agritech aportan capital para que las startups crezcan y desarrollen soluciones que beneficien a todo el ecosistema.
- Eventos y ferias. Son el punto de encuentro donde se presentan las últimas innovaciones y se crean conexiones entre los distintos actores del sector.
El desafío de la brecha digital
A pesar de los numerosos beneficios de la digitalización en el sector primario, no todos los agricultores y ganaderos tienen acceso a estas tecnologías. La falta de conectividad, los costes elevados y la necesidad de formación pueden generar una brecha digital que ralentiza el avance del sector y deja atrás a quienes no pueden adaptarse fácilmente.
Reducir estas desigualdades es clave para que la innovación llegue a todos y para garantizar un sistema agroalimentario más sostenible y equitativo. La transformación digital del sector agroalimentario está en marcha, pero su ritmo y alcance dependerán de cómo se superen estos desafíos.
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