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Cigarrillo electrónico y vapeo, los enemigos para la salud de las nuevas generaciones
Cigarrillo electrónico y vapeo, los enemigos para la salud de las nuevas generaciones
La SEE insiste en la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo de medidas de control del tabaquismo / Los pediatras de Atención Primaria alertan de la banalización del vapeo entre los niños y adolescentes
SALUD A DIARIO, 31 DE MAYO DE 2024 0
En el Día Mundial Sin Tabaco, las sociedades científicas ponen el foco en el peligro de cigarrillos electrónicos y vapes como un paso hacia atrás en la lucha contra el tabaquismo.
De hecho, la campaña de este año, bajo el lema Proteger a los jóvenes de la interferencia de la industria tabacalera, está precisamente dirigida a un grupo de población en el que la industria del tabaco se centra cuando realiza la promoción de sus productos, especialmente las nuevas formas de consumo, como los cigarrillos electrónicos o el tabaco calentado o vapeo. Protegerlos de las influencias de la industria tabacalera es fundamental.
Los cigarrillos electrónicos llegaron al mercado español en el año 2013, presentándose como un producto más saludable que el tabaco convencional que podía ayudar a dejar de fumar o reducir el consumo de tabaco. Sin embargo, hoy en día no existe evidencia científica suficiente para afirmar que estos dispositivos resultan efectivos como herramienta para la cesación tabáquica.
Y aunque el 45% de los adultos usuarios de cigarrillos electrónicos en España declaran utilizarlos con la intención de reducir o abandonar el consumo de tabaco, el uso de estos dispositivos se ha disparado entre los más jóvenes. Por ello, el Grupo de Trabajo de Tabaco de la Sociedad Española de Epidemiología alerta sobre la necesidad de prevenir su consumo, especialmente en la población joven.
Alto consumo y sustancias tóxicas
Según datos de la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), mientras que el consumo de cigarrillos convencionales continuó disminuyendo entre 2014 y 2023, el uso de cigarrillos electrónicos alguna vez en la vida se multiplicó por tres (17% frente a 54,6%) entre los adolescentes españoles de 14 a 18 años. En 2023, el 26% declaró haberlos utilizado en los últimos 30 días frente a un 21% que afirmó haber fumado tabaco convencional.
La apariencia tecnológica y los aromas y sabores de los cigarrillos electrónicos los hacen especialmente atractivos entre los más jóvenes, y son responsables de buena parte de su popularidad. Sin embargo, no debemos olvidar que el aerosol generado al usar un cigarrillo electrónico contiene más de 200 sustancias tóxicas y algunas de ellas son cancerígenas. Informar a la población acerca del funcionamiento de estos dispositivos y de los peligros asociados a su consumo es fundamental.
Plan contra el tabaquismo
El pasado 30 de abril, la Sociedad Española de Epidemiología celebraba la aprobación del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2024-2027, orientado a reducir el consumo y a lograr una generación libre de tabaco en España. El plan, definido por la ministra de Sanidad como pionero y ambicioso, es más que necesario, pues la realidad es que el 22,1% de los españoles de 15 y más años fuman actualmente.
Entre otras, el plan contempla el desarrollo de distintas medidas orientadas a regular aspectos como la publicidad, el patrocinio y la promoción del tabaco y productos relacionados. Y es que, en la lucha incansable contra el tabaquismo, las estrategias de márquetin de la industria tabacalera siempre han jugado un papel clave. Uno de los ejemplos más recientes son los nuevos productos del tabaco, especialmente los cigarrillos electrónicos. Por ello, el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo busca equiparar la promoción y publicidad de los cigarrillos electrónicos al tabaco convencional, un importante paso adelante para reducir su consumo y evitar que estos productos atraigan la atención de la población más joven, por ejemplo, eliminando sus aromas y sabores, pues son puerta de entrada al consumo de tabaco convencional.
La SEE insiste en la necesidad de seguir avanzando en el desarrollo de medidas de control del tabaquismo, como el empaquetado neutro, el aumento del precio de todos los productos de tabaco, el control de su promoción y publicidad en las redes sociales y plataformas de streaming, así como la equiparación de todos los dispositivos de vapeo y nuevos productos al tabaco convencional.
Alerta de los pediatras
“No solamente hay vapeadores con forma de personajes conocidos de cómic o de dibujos animados, es que algunos están hechos de tal manera que se confunden con material escolar. Tienen forma de subrayadores, sacapuntas… no hace falta ser muy perspicaz para pensar que esto está hecho para atraer a los menores, desde edades tempranas, y también para que se camuflen a la vista de los educadores”. La Dra. Carmen Fidalgo, secretaria de la Junta Directiva de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), advierte así de las dimensiones que ha tomado el fenómeno del vapeo entre los adolescentes y también entre niños más jóvenes. En la actualidad, cuenta, se están dando charlas de enfermería escolar y pediatría en colegios con niños a partir de los ocho y nueve años porque “se pueden encontrar vapeadores en las mochilas” desde estas edades.
En el marco el Día Mundial sin Tabaco, AEPap también hace un llamamiento para aumentar la percepción de riesgo de esta forma de consumo de tabaco tanto de los niños y niñas como de sus familias. Asimismo, reclama más control de las autoridades sanitarias para evitar productos dirigidos especialmente a menores de edad.
De acuerdo con la última Encuesta ESTUDES de 2023, elaborada por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad y presentada hace unos meses, más de la mitad de los escolares de 14 a 18 años -el 54,6%- ha consumido alguna vez cigarrillos electrónicos. La cifra se ha incrementado más de 10 puntos porcentuales desde 2021 y es la mayor registrada en la serie histórica. Al mismo tiempo, la encuesta subraya que “el riesgo percibido” del uso esporádico de cigarrillos electrónicos es el más bajo de todas las sustancias analizadas (alcohol, cannabis, cocaína, etc.), con un 38,8% de encuestados que señalan que es peligroso.
Peligros desconocidos
Los pediatras de Atención Primaria confirman el problema de esa baja percepción del riesgo. La Dra. Fidalgo explica que, en las charlas en colegios, algunos alumnos manifiestan que “su padre, su madre o algún familiar se ha desenganchado del tabaco por el uso de vapeadores, y piensan que son inocuos y no perjudiciales para la salud”.
Frente a esta percepción, los pediatras explican sus compuestos tóxicos y las enfermedades con las que se puede relacionar, como cáncer, afecciones cardiovasculares, irritación de las vías respiratorias “y una enfermedad que ya está descrita como la enfermedad del vapeo y se llama EVALI”, detalla la Dra. Fidalgo.
Jugar la carta del medio ambiente
Pese a la evidencia científica sobre las consecuencias nocivas para la salud, los pediatras, enfermeros, educadores y familias se encuentran con obstáculos, como la “venta incontrolada, no sólo en grandes superficies o perfumerías, sino a través de internet”, señala la Dra. Fidalgo. Y, sobre todo, denuncian “que haya influencers que recomienden en redes sociales este tipo de dispositivos”.
“Estamos viendo que el vapeo es ahora una puerta de entrada. Población que quizá no se había planteado fumar ve esto como una especie de juego y, como lo hace mucha gente a su alrededor e incluso lo publicita algún influencer, no perciben el riesgo. Esto se une a que el tabaco puede dejar un sabor desagradable en la boca, pero vapear a veces puede dejar un sabor a menta o a frambuesa”, denuncia la secretaria de AEPap.
Ante esta situación, para hacer frente a la generalización de este hábito, los profesionales sanitarios que informan sobre sus riesgos en las escuelas proponen hacer hincapié no sólo en los perjuicios para la salud, sino en sus efectos en el medio ambiente. “Hay una parte de nuestra sociedad, sobre todo los jóvenes, que están muy preocupados por el medio ambiente. Quizá no les preocupa tanto su propia salud, pero sí la sostenibilidad ambiental, y es una manera de llegar a ellos”, indica la Dra. Fidalgo. En este sentido, destaca que estos dispositivos generan residuos de alto impacto ecológico, como el plástico y las baterías.
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