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Cirugía bariátrica
La cirugía bariátrica y la nutrición apropiada pueden llevar a perder hasta el 80% del sobrepeso
Bajar de peso no es tan sencillo para algunas personas obesas. Muchas se someten a dietas y ejercicios y son pocas las que logran reducir unas cuantas libras de grasa acumulada.
La población con sobrepeso en Ecuador aún no cuenta con datos específicos epidemiológicos, pero se asume que aproximadamente el 20% sufre de obesidad mórbida.
Significa que el índice de masa corporal (relación entre peso en kilos y estatura) está por arriba de 35 a 40 kg/m2 con enfermedades relacionadas con el sobrepeso como hipertensión, diabetes, colesterol alto o apnea del sueño.
Según el doctor Max Coronel Intriago, cirujano digestivo y bariátrico, tal porcentaje de ecuatorianos son candidatos a cirugía para control de sobrepeso. Incluso los que tienen un índice de masa de 40 kg/m2 o más sin tener enfermedades relacionadas con el sobrepeso.
Pero es importante que antes de someterse a la intervención estén convencidos de que es la mejor opción para mejorar su calidad de vida. “Pero si no lo está, mejor no se opere”.
La médica nutrióloga Mariuxi Egas Miraglia cree fundamental que el paciente sea evaluado por un equipo multidisciplinario, para determinar si cumple o no con los criterios necesarios para que le sea realizada esta cirugía.
Incluso, agrega, estar dispuesto al cambio en los hábitos alimentarios y en el estilo de vida para reducir y mantener el peso y el porcentaje. De lo contrario el riesgo de fracaso aumenta.
La gastrectomía vertical en manga, uno de los tipos de cirugía bariátrica. También existe la manga gástrica ajustable y el baipás gástrico.
El éxito de la cirugía bariátrica, menciona Coronel, también depende de la disciplina que mantenga el paciente con su tratamiento y, sobre todo, darle seguimiento mediante su equipo médico: cirujano, nutricionista y psicólogo.
“Los cambios nutricionales al disminuir su sobrepeso pueden tener una adaptación compleja al inicio, pero luego son de muy fácil control y su vida cambiará positivamente. Generalmente, pierde el 80% de su sobrepeso, no de su peso total, en 10 a 12 meses”.
Cirugía agresiva, pero necesaria
La cirugía bariátrica, dice Egas, permite reducir el tamaño de la cámara gástrica (manga gástrica) o modificar parcialmente el tránsito y absorción de los alimentos que se ingieren (baipás gástrico).
Su ventaja es que propicia una pérdida de peso inicial de forma significativa, pero debe pasar a ser de manera definitiva, si el paciente cambia sus hábitos alimentarios de forma permanente.
Pero su desventaja está en cuando el paciente cree que la cirugía sola es suficiente para reducir el peso de forma permanente, sin cambiar los hábitos alimentarios y de vida a largo plazo.
“Considero que se trata de una medida agresiva (por ser quirúrgica) para reducir de peso, pero necesaria, en algunos casos, que debe ser utilizada después de haber intentado realizar cambio de hábitos alimentarios mediante dietas dirigidas y haber fracasado con ellas”.
Egas explica que después de la cirugía bariátrica algunos pacientes pueden sufrir caída del cabello, cansancio, anemia o hinchazón, porque se realiza la resección de una parte funcional del cuerpo (estómago o intestino), y el cuerpo como sistema requiere cicatrizar y adaptarse al cambio. Y se producen deficiencias de minerales como el hierro y el calcio.
Adicional a ello, agrega, el esquema de realimentación maneja restricciones temporales. Entonces “estamos hablando de unas necesidades para cicatrización y otras para adaptación. Por ello, es necesario el acompañamiento nutricional y la suplementación con proteínas, vitaminas y minerales”.
Generalmente, como la capacidad gástrica ha sido reducida, los pacientes requieren realizar de 5 o 6 comidas al día que deben ser de buena calidad, compuestas por todos los grupos de alimentos, ricas en vitaminas, minerales, proteínas, carbohidratos y grasas de origen vegetal.
Uno de los errores más comunes que comete el paciente bariátrico, refiere la doctora, es consumir bebidas abundantes junto con las comidas sólidas. Esto es un problema porque las bebidas ocuparán un espacio que reducirá la capacidad para la ingesta de los demás alimentos. Por esto en algunas ocasiones los pacientes vomitan después de comer.
Por lo tanto, agrega, la persona que se somete a la cirugía deberá tener pleno conocimiento de esta situación para prevenir eventos como estos. En caso de no adaptarse ya conociendo su situación nueva, es aconsejable apoyo psicológico.
El balón gástrico, que se introduce al estómago por vía oral, sin cirugía, y se inyecta con una solución salina hasta ocupar entre 500 y 600 centímetros cúbicos.
Deficiencias nutricionales
Como este tipo de cirugía altera las vías normales de absorción intestinal de nutrientes y vitaminas, según Coronel, es necesario someterse a exámenes de sangre dos o tres veces al año para asegurar que todo esté en orden. “Las pruebas deben ser rutinarias en cada persona independientemente de tener una cirugía o no, como control preventivo”.
Pero en caso del baipás gástrico sí es importante que tenga un control más seguido, programado con el médico nutricionista, ya que esta es una cirugía que deja sin funcionar una parte importante del intestino delgado, por lo que puede provocar deficiencias nutricionales que tenga que corregirse.
Por eso, indica Egas, es importante prevenir las deficiencias nutricionales. Y luego, es necesario evaluar de forma periódica y corregir en caso de que estas se presenten. “Se recomienda el consumo de alimentos de ‘alto valor biológico’ como los productos de origen animal (carne, pollo, pescado, mariscos), para que en porciones pequeñas pueda aportar los nutrientes que requiere el paciente”.
Actualmente, las Guías de Manejo Nutricional recomiendan la suplementación de vitaminas y minerales para prevenir las deficiencias de estas a largo plazo. Sobre todo, las de hierro y complejo B. En otros casos deficiencia de calcio, vitamina D. En el mercado se encuentran disponibles y son de venta libre.
Intervención educativa
El paciente bariátrico es alguien delicado porque ha sido intervenido quirúrgicamente, dice la nutrióloga Mariuxi Egas Miraglia. Como inicia un cambio en sus hábitos de alimentación y vida requiere de un proceso de intervención educativa durante el tiempo en que se realiza la modificación del “comportamiento alimentario”.
La operación no es mágica
El cirujano Max Coronel indica que la cirugía bariátrica no es magia. El éxito o fracaso de esta depende de los pacientes también, si hacen un buen control posoperatorio y un buen seguimiento nutricional con un médico nutricionista el éxito es seguro.
Reganancia de peso
Con la cirugía de manga gástrica se ha reportado hasta un 30% de reganancia de peso posterior a ella. Por eso, dice el doctor Coronel, antes de la operación se evalúa al paciente para definir la mejor técnica quirúrgica y sí tener mejores posibilidades de éxito. Pacientes con adicciones o trastornos psiquiátricos complejos no tienen buenas posibilidades de éxito. Sheyla Mosquera. El Universo. 6 de Octubre, 2019 –
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