.Personas con discapacidad
Cómo elegir tu deporte adaptado
El baloncesto en silla de ruedas es uno de los deportes adaptados más populares.
Baloncesto, natación, esgrima, atletismo, halterofilia, rugby, fútbol… La mayoría de los deportes convencionales cuentan con las adaptaciones necesarias para que puedan practicarlos las personas con discapacidad física o intelectual. Muchos de ellos han sido reconocidos como disciplinas paralímpicas y quienes los practican tienen su gran cita deportiva el año que viene, en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Para llegar a competir a ese nivel hay un largo camino que recorrer con esfuerzo y afán de superación. Pero no todas las personas con discapacidad pueden o quieren alcanzar esa meta; para muchas de ellas, es suficiente con practicar ejercicio físico de forma habitual, reglada y con otros deportistas.
Escuelas deportivas municipales
Miguel Ángel García, director general de la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (Feddf), precisa que un buen punto de partida es ponerse en contacto con la entidad que gestione los programas de deporte accesible en el municipio de residencia. “Allí le pedirán al interesado el certificado de discapacidad, que puede solicitarse en los centros base de las comunidades autónomas”, añade.
Las escuelas deportivas municipales, que dependen de las concejalías de deportes, ofrecen diversas modalidades convencionales y otras adaptadas a las personas con discapacidad.
La elección del deporte que más se ajusta a cada individuo dependerá, lógicamente, de sus preferencias, pero también de los requisitos de esa disciplina. Los criterios fundamentales serán tanto el tipo como el grado de discapacidad. Por ejemplo, en baloncesto paralímpico hay dos modalidades: en silla de ruedas y para personas con discapacidad intelectual. García comenta que incluso las discapacidades más graves cuentan con opciones. Así, la natación S1 es la que practican quienes no pueden mover ni los brazos ni las piernas, y en hockey existe una modalidad en silla de ruedas eléctrica.
Clubs y asociaciones deportivas
Una vez escogido el deporte adaptado y consolidada su práctica, el siguiente escalón sería apuntarse a un club o asociación que fomente la práctica de esa disciplina. Algunas de ellas promueven la participación en competiciones, pero otras no.
A partir de ahí, quienes quieren dar el salto y empezar a competir deben tramitar la licencia deportiva que les habilita para participar en el nivel autonómico y, posteriormente, en el nacional. Para ello, deben acreditar que tienen la discapacidad mínima para ese deporte y modalidad. Asimismo, se precisa un certificado médico de aptitud deportiva, con el fin de descartar problemas cardiacos o de otra índole que sean incompatibles con la práctica de esa actividad.
“Cuando ya dispone de un nivel deportivo elevado, se puede llegar a la competición internacional”, explica García. Quienes se encargan de seleccionar a los deportistas que participarán en los distintos campeonatos europeos y mundiales son las federaciones: Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (Feddf), Federación Española de Deportes para Personas con Discapacidad Intelectual (Feddi) y Federación Española de Deportes de Personas con Parálisis Cerebral y Daño Cerebral Adquirido (Fedpc). María Sánchez-Monge. Cuidate Plus, 25 de Julio de 2019
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