.Seguridad alimentaria
Controles en las donaciones de alimentos
¿Qué controles de seguridad alimentaria se realizan en la donación de alimentos?
Publicado en Gastronomía y Cía 20-03-2024
Los alimentos donados deben someterse a una serie de controles que permitan garantizar la seguridad alimentaria y proteger debidamente la salud de las personas que los van a consumir. En la donación de alimentos se deben comprobar las buenas prácticas higiénicas, el etiquetado y la vida útil de los productos, la formación del personal que manipula los alimentos en materia de seguridad alimentaria, la trazabilidad, etc.
Sin lugar a dudas, la donación de alimentos es un acto de gran importancia y valor social que contribuye a ayudar a las personas necesitadas, a combatir el hambre y el desperdicio alimentario. Pero es imprescindible garantizar la seguridad de los alimentos que se han donado, a fin de proteger la salud de las personas que los van a consumir, siendo un compromiso por y para la salud pública.
¿Qué controles de seguridad alimentaria se realizan en la donación de alimentos? Existe una serie de controles principales y fundamentales que permiten garantizar la seguridad alimentaria, son procedimientos que abarcan la producción, el procesamiento, la distribución, etc. A partir de estas normas, se pueden ampliar las medidas para mejorar aún más la seguridad alimentaria de los productos donados.
Las buenas prácticas higiénicas son requisito obligado, contemplando una manipulación adecuada de los productos, donde debe realizarse un lavado previo de manos, utilizar equipamiento de protección si es necesario y llevar a cabo una meticulosa limpieza de los equipos e instalaciones. El control de la temperatura es vital, hay que garantizar que no se rompe la cadena de frío de los alimentos refrigerados o congelados durante el proceso de donación. Otro aspecto a destacar es la trazabilidad, hay que registrar la procedencia de los productos donados, sus condiciones de almacenamiento y su destino.
Por supuesto, es necesario evaluar la vida útil de los alimentos donados, revisar las fechas de consumo preferente, las fechas de caducidad y las fechas de caducidad secundaria, rechazar los alimentos perecederos que están próximos a alcanzar su fecha límite de consumo, y realizar controles de calidad que verifiquen el estado de los alimentos donados. El etiquetado es otro aspecto a tener en cuenta, debe ser claro y preciso. Es necesario que se incluya información sobre el tipo de alimento, su fecha de consumo preferente o caducidad, las condiciones de almacenamiento que ha tenido, así como cualquier otra información que pueda ser relevante en el contexto de la seguridad alimentaria.
El personal encargado de manipular los alimentos donados debe contar con formación, por ello es necesario que los voluntarios que colaboran en los bancos de alimentos reciban formación en materia de seguridad alimentaria. A la hora de colaborar con las empresas donantes de alimentos, es necesario que se lleve a cabo una comunicación efectiva entre todas las partes, es decir, donantes, bancos de alimentos y organizaciones receptoras deben compartir la información sobre los alimentos donados y las medidas de seguridad alimentaria que se han implementado.
El seguimiento y el control son otros aspectos importantes, es necesario que se lleven a cabo auditorías para verificar el cumplimiento de las normas de seguridad alimentaria, así como implementar un sistema de gestión de riesgos para prevenir posibles incidentes que puedan afectar a la seguridad de los alimentos. Y no hay que olvidar algo, la responsabilidad es compartida, es decir, en la seguridad de los alimentos donados están implicados todos los actores involucrados, productores, donantes, bancos de alimentos, organizaciones receptoras de los alimentos y consumidores.
Por cierto, recordemos que el próximo 7 de junio se celebrará el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos 2024 con el lema “Prepárate para lo inesperado”. En esta cita se animará a los responsables políticos, los mayoristas y minoristas, a la restauración, a los consumidores y a todos aquellos que puedan estar implicados en la cadena alimentaria, como también lo serían los bancos de alimentos, a que analicen si están preparados para un posible evento inesperado que pueda afectar a la seguridad alimentaria, como un corte en el suministro eléctrico, un brote de una enfermedad transmitida por los alimentos…
Seguir las pautas y compromisos permite fortalecer la confianza en la donación de alimentos y contribuir a la construcción de un sistema alimentario más justo y sostenible. Para más información, os recomendamos acceder a este artículo de la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), a este otro de Higiene Ambiental, donde nos hablan del aprovechamiento de alimentos en la restauración social y cómo se realiza una donación segura, y a este artículo (Pdf) donde se puede ver una guía orientativa para la donación de excedentes alimentarios que, aunque se orienta a Euskadi, se puede aplicar a nivel nacional.
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