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Corazón fuerte
Sólo unos hábitos sanos pueden evitar los daños irreparables en el sistema cardiovascular
Vigilar la tensión arterial y llevar una dieta rica en verduras y hortalizas mejoran la salud cardíaca
El día 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, con la finalidad de promover el conocimiento de las enfermedades cardiovasculares, su prevención y tratamiento. El corazón es un músculo que no descansa y late una media de 100.000 veces al día, disponiendo de un sistema eléctrico que controla su funcionamiento. Los avances en el campo de la cardiología y de la cirugía cardiovascular han permitido que muchas personas que han sufrido un infarto mantengan una aceptable calidad de vida. En la actualidad se corrigen malformaciones cardiacas mediante cirugía intrauterina, y el arsenal terapéutico para la hipertensión y para la insuficiencia cardiaca es enorme. Pero, a pesar de la insistencia del personal sanitario, de revistas científicas y de organismos públicos y privados, muchas personas siguen sin modificar los factores de riesgo responsables de un número importante de infartos. Por eso, «vamos a insistir en algunos consejos para mantener sano nuestro corazón y para prolongar la vida muchos años» ,argumenta el doctor Vicente Gil Valdés, director de Salud y Bienestar de International SOS:
No fumar, con lo que evitaremos el daño a las arterias y entre ellas las coronarias.
Practicar ejercicio adecuado para cada edad y condición física o simplemente caminar todos los días un mínimo de media hora. Si al mismo tiempo escuchamos música, especialmente nuestras canciones favoritas, favorecemos la oxigenación del corazón.
Evitar el estrés. La Fundación Española del Corazón recuerda que el estrés prolongado incrementa el riesgo cardiovascular. Las actividades que favorecen la relajación, unidas al tratamiento prescrito por los especialistas, son útiles para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Vigilar la tensión arterial. Como demuestran algunos ensayos clínicos, la frecuencia de fallos cardiacos y de muerte disminuyen de forma significativa cuanto más bajos se tienen los niveles de presión sistólica.
Controlar los niveles de colesterol y una vigilancia estricta si se padece diabetes, siguiendo los consejos del endocrinólogo y del médico de familia.
Seguir una dieta rica en verduras, hortalizas, fruta, legumbres y pescado.
Mantener un peso adecuado, con el índice de masa corporal (IMC) ideal entre 20 y 25.
Reír, y reír mucho. La risa es una aliada de tu corazón, libera endorfinas que dilatan las arterias y estimulan nuestro sistema cardiovascular.
Un último consejo, como apunta el doctor Gil Valdés: «Educa, con tu ejemplo, a tus hijos para que eviten el estrés desde pequeños, para que se alimenten de una forma sana y equilibrada y para que aprendan a escuchar su corazón…¡un corazón bien afinado es la mejor música de fondo para una vida sana!». D.Fuertes. La Razón.17 de septiembre de 2018.
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