Curiosidades
Curiosidades sobre el sueño
Esta noche te despertarás 20 veces…, y otras curiosidades del sueño
El sueño ocupa un tercio de nuestra vida. Sin embargo, no le damos la importancia que se merece
“Puedes dormir menos voluntariamente pero no más si no tienes falta de sueño”
El libro ‘Sueño con dormir’ aborda este fascinante mundo
El sueño sigue guardando multitud de misterios para la comunidad científica. Algo tan cotidiano, tan básico, tan necesario representa todo un reto con muchas preguntas aún sin respuestas: ¿qué pasa durante el sueño? ¿para qué soñamos?
“Se ha avanzado mucho en los últimos años, pero aún existen grandes incógnitas”, explica José Haba-Rubio, médico con especialización en neurología y autor, junto con Raphaël Heinzer, del libro ‘Sueño con dormir’ (La Esfera de los Libros), donde abordan cuestiones sobre este universo, sus trastornos y cómo solucionarlos. “El sueño cumple varias funciones y es esencial para el buen funcionamiento del cerebro. Las dos más importantes son la restauración cerebral y la consolidación de la memoria”, asegura el doctor, que actualmente trabaja en el Centro de Investigación del Sueño de Lausana (Suiza). La primera consiste básicamente en eliminar toxinas y preparar el cerebro para que funcione bien al día siguiente. “Durante el día nuestras neuronas están muy activas y esa gran actividad neuronal genera toxinas que se van acumulando. Se eliminan única y exclusivamente durante el sueño”, añade. Este es un hallazgo reciente, “de hace apenas dos o tres años”.
La segunda función está relacionada con toda la información que recibimos en un día y cómo la procesamos. “Durante el día aprendemos muchas cosas y esas informaciones se van acumulando en la memoria a corto plazo. Luego durante el sueño vamos a seleccionar lo que vamos a transformar en memoria a largo plazo y lo que vamos a eliminar”.
El sueño ocupa un tercio de nuestra vida. Sin embargo, no le damos la importancia que se merece -aunque sea por tiempo dedicado-. ¿Sabe que cada noche nos despertamos entre 20 y 30 veces? ¿Por qué no recuerda sus sueños? ¿Cuándo se considera que una persona padece insomnio? ¿Cuál es la peor pesadilla en el mundo del sueño? ¿Sabe qué es la apnea? ¿Hay que dormir 8 horas?
MITAD MITO, MITAD REALIDAD
Empecemos por la última cuestión. Siempre se ha dicho que son las horas necesarias para estar bien. “Cada persona es diferente. Podemos decir que es razonable dormir ocho horas, pero hay gente que necesita dormir menos y otros más, la norma es un poco mito y un poco realidad. Los que están bien durmiendo menos de siete horas son pocos. Si se está bien durante el día durmiendo menos de ese tiempo, perfecto. Si no se está bien, tiene consecuencias a corto plato pero también a largo plazo, a nivel cardiovascular y metabólico. La privación crónica del sueño aumenta el riesgo de infartos, hipertensión…”.
DORMIR DEL TIRÓN
Despertarse después de una noche de descanso pleno es uno de los grandes placeres que existen. “Cada noche nos despertamos entre 20 y 30 veces. En el sueño somos vulnerables. Cuando vivíamos en las cavernas estábamos alerta para que los depredadores no nos comieran y el cerebro ha guardado esa obsesión de seguridad”, comenta Haba-Rubio. “Son despertares tan cortitos que no somos conscientes de hacerlo”. El problema surge cuando nos despertamos y después no nos podemos dormir. “Ahí habría que ver qué problema hay en origen”.
EL MAL MÁS EXTENDIDO
Estadísticamente, el insomnio es el problema más común -un tercio de la población lo padece– y uno de los motivos de consulta más habituales en las Unidades de Sueño. Hay muchos tipos de insomnio. “La definición es muy subjetiva. La persona que te dice ‘duermo mal’ es insomne. Los hay de corta duración, por una preocupación o causa puntual; el problema surge cuando se hace crónico y duermes mal todas las noches”, puntualiza el doctor. A partir de tres meses de insomnio, éste se considera crónico y es una enfermedad que se retroalimenta. “El cerebro sabe que duermes mal y cuando llegas a la cama surge el ‘seguro que a las 3 me despierto’. Y así ocurre. Y una vez despierto, como tienes la memoria de las malas noches, el patrón se repite. Siempre hay un factor que lo desencadena. El cerebro reproduce el esquema”. Al final es el miedo a no poder dormir lo que hace que no se concilie el sueño. “Te vas a la cama con angustia”.
El insomnio también es muy frecuente en los niños, un problema que acaba afectando notablemente a los padres. “Los problemas de sueño rara vez van asociados a alguna enfermedad orgánica o psicológica”. Suele ser más una cuestión de encontrar un equilibrio. “En el caso de los niños, los problemas vinculados al sueño nunca se tratan con medicamentos”. Consejos que pueden seguirse: establecer una rutina antes de irse a la cama (servir la cena a una hora, ir al baño y acostarse. Si leemos un cuento, que no sea demasiado largo), no conviene quedarse con el niño hasta que se duerma y cuando llame, esperar un poco antes de ir.
ENTRENAR EL CEREBRO
Una cosa es soñar y otra es acordarse de los sueños. Todo el mundo sueña, pero no todo el mundo se acuerda de ellos. “En el sueño tenemos 4 ó 5 ciclos REM (Rapid Eye Movement, en inglés), que es donde tenemos los sueños más elaborados. Si nos despertamos en una de estas fases es más probable que nos acordemos de lo que hemos soñado que si lo hacemos en fase de sueño profundo y el cerebro está en blanco», cuenta Haba-Rubio.
Hay personas que dicen no recordar nunca lo que sueñan, pero sobre esto se puede trabajar: “Cuando nos despertamos, tenemos unas fracciones de segundo en las que nos acordamos de nuestro sueño, pero se desvanece enseguida. Cuando suena el despertador hay que apuntar esos recuerdos; con el tiempo, la transcripción de los sueños será más larga y completa”.
VIGILAR EL SUEÑO
La apnea -oclusiones repetidas de la garganta durante el sueño- es el segundo problema más común, sin embargo, muchas personas que la padecen no la tienen diagnosticada. «Es una gran desconocida aún. En Lausana hemos hecho el estudio más grande del mundo sobre ella y vimos que la mitad de los hombres y un 25% de mujeres tenían apneas». Cuando ocurren, la persona se despierta y a continuación sigue durmiendo, por lo que no son conscientes del problema. “Quienes las sufren tienen una peor calidad de su sueño, dado que no pueden alcanzar el estado más profundo, y además tienen somnolencia durante el trabajo, al volante”. Un estudio español que publicó la revista ‘New England Journal of Medicine’ concluyó que el riesgo de accidentes en carretera es 6,3 veces más alto en las personas con este problema.
DORMIRSE POR LAS ESQUINAS
La narcolepsia es sin duda la enfermedad más dramática de cuantas se vinculan al sueño. «Es la que más repercusión tiene en la calidad de vida de la persona», afirma Haba-Rubio. «Te duermes en cualquier sitio, lo que implica que no puedes hacer multitud de cosas, como conducir, asistir a clase… Y además el diagnóstico se suele hacer tarde. Coordinamos un estudio a nivel europeo y desde los primeros síntomas hasta el diagnóstico pasaban de media 10 años».
PEOR CALIDAD
El sueño es una función cerebral y también se deteriora. “Con los años, se va teniendo un sueño menos profundo, se despierta uno más veces…, pero una persona mayor no tiene por qué no tener un sueño satisfactorio”.
BENDITAS SIESTAS
“El sueño se recupera, no el 100%, pero sí lo que es el núcleo duro del mismo, que es el sueño profundo”, explica el autor de Sueño con dormir. De ahí lo reconstituyentes que son las siestas de los fines de semana. “Puedes dormir menos voluntariamente pero no más si no tienes falta de sueño”.
INVESTIGACIÓN ACTUAL
Uno de los aspectos que más interés despiertan ahora es saber para qué sirve soñar. “Actualmente podemos saber, aún de forma muy rudimentaria, lo que una persona está soñando según las partes del cerebro que se activan”, dice Haba-Rubio. El efecto potenciador de la memoria durante el sueño también es otro punto caliente. AMAYA GARCÍA El Mundo. 4 sep. 2018
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