.Hábitos de vida
Dulces sueños, corazón fuerte
Dulces sueños, corazón fuerte
La ciencia que se esconde detrás del sueño y de sus beneficios cardiosaludables
Por Pedro Gargantilla, director médico de Medicina Responsable. 28 de marzo de 2025
El sueño es un estado mágico en el que el mundo real se desvanece en un torbellino de imágenes surrealistas. Dormir no es solo una pérdida de tiempo, es una actividad vital que nos mantiene cuerdos, sanos y con ganas de conquistar el mundo. En las siguientes líneas vamos a sumergirnos en un viaje a través de los beneficios del sueño, donde descubriremos que dormir es mucho más que cerrar los ojos y roncar.
Un billete hacia la enfermedad cardiovascular
¿Sabías que la cantidad de horas que duermes cada noche puede influir directamente en tu salud cardiovascular? Dormir no es solo descansar y recargar energías, sino que es un proceso vital que afecta a tu corazón y a tu cerebro.
Y es que mientras dormimos nuestro cuerpo se convierte en un taller de reparación. Se liberan hormonas que regulan la presión arterial, se reparan los vasos sanguíneos y se reduce la inflamación. Es como si tuviéramos un equipo de limpieza nocturno que se encarga de mantener todo en orden. Pero, ¿qué sucede cuando no les damos suficiente tiempo para trabajar?
Dormir menos de siete horas diariamente supone dar vacaciones al equipo de limpieza. La presión arterial se eleva, los vasos sanguíneos se inflaman y el riesgo de formar placas de ateroma aumenta. Todo ello se convierte en un cóctel explosivo para nuestro corazón. Son varios los estudios científicos publicados hasta la fecha que han demostrado que las personas que duermen poco tienen un mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial, enfermedad coronaria, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares.
Ahora bien, y esto puede parecer contradictorio, dormir más de nueve horas cada noche tampoco es cardiosaludable. Los científicos han constatado que el exceso de sueño también se asocia con un mayor riesgo de obesidad, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares.
El punto dulce: siete horas de sueño reparador
Entonces, ¿cuántas horas debemos dormir para obtener un mayor beneficio cardiosaludable? Los expertos coinciden: siete horas. Ni mucho, ni poco. Es el punto dulce donde nuestro cuerpo puede realizar sus tareas de reparación nocturnas de una manera óptima. Pero, y esto es importante, no solo se trata de la cantidad, sino también de la calidad.
Un sueño reparador es aquel que nos permite pasar por todas las fases del ciclo del sueño, desde el sueño ligero hasta el sueño profundo. Es como un viaje nocturno en el que nuestro cuerpo se sumerge en un estado de relajación profunda.
Ahora bien, ¿cómo sabemos si nuestro sueño es de calidad? Para responder a esta pregunta disponemos de una serie de señales biológicas que nos informan de si nuestro sueño ha sido reparador: dormirnos en los primeros treinta minutos, descansar sin despertarnos a lo largo de la noche, sentirnos descansados cuando nos levantamos, dormir sin ronquidos y no tener pausas en la respiración (apneas del sueño).
En definitiva, y esto es lo verdaderamente importante, no subestimemos el poder del sueño, es mucho más que una simple necesidad fisiológica, es un elixir de la vida que nos mantiene sanos y felices.
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