.Obesidad y sobrepeso
El adipocito se regula para proteger al organismo del exceso energético
El adipocito se regula para proteger al organismo del exceso energético
Unas pequeñas estructuras, denominadas caveolas, permiten que las células grasas se adapten al exceso energético sin romperse ni causar inflamación.
Adipocitos diferenciados in vitro, con acúmulos de grasa (amarillo) y la proteína Cav1 en su membrana (magenta). Barra de escala: 100 micras. Foto: CNIC.
Pere Iñigo , publicado en Diario Médico el Sáb, 30/11/2024 – 08:00
Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), coordinado por Miguel Ángel del Pozo Barriuso, jefe de grupo de Mecanoadaptación y Biología de Caveolas del CNIC, ha identificado un mecanismo esencial en las células grasas, los adipocitos, que les permite expandirse de manera segura para almacenar energía.
Este proceso evita daños en los tejidos y protege al organismo de las consecuencias tóxicas de la acumulación de lípidos en lugares inadecuados. Los resultados, publicados en Nature Communications, suponen un avance significativo en la comprensión de las enfermedades metabólicas.
Además, y según los investigadores, este descubrimiento abre la puerta al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas para combatir las enfermedades relacionadas con exceso energético crónico, como el sobrepeso, la obesidad, la lipodistrofia y el síndrome metabólico, y sus graves complicaciones cardiovasculares y metabólicas.
En una sociedad caracterizada por el sedentarismo y dietas ricas en calorías, el tejido adiposo juega un papel crucial en la salud metabólica. Los adipocitos tienen la capacidad de expandirse enormemente para almacenar energía en forma de grasa, previniendo que el exceso lipídico se acumule en órganos como el hígado o las paredes de los vasos sanguíneos (especialmente los del corazón y cerebro), donde podría causar daños irreversibles.
Sin embargo, este proceso no está exento de riesgos: una sobrecarga de grasa puede provocar la ruptura de los adipocitos, liberando su contenido tóxico y generando inflamación y alteraciones metabólicas.
El nuevo estudio se centra en cómo los adipocitos se adaptan para soportar las tensiones mecánicas derivadas de su expansión para acomodarse a la grasa acumulada. Para ello, el equipo analizó el papel de las caveolas, unas pequeñas invaginaciones en la membrana celular que actúan como sensores y amortiguadores de estas tensiones.
«Cuando el adipocito acumula grasa y su superficie se somete a mayor tensión, las caveolas se aplanan, liberando un ‘reservorio’ de membrana que permite que la célula se expanda sin romperse. Por contra, cuando las reservas de grasa disminuyen, estas estructuras se reagrupan para reducir el exceso de membrana y restaurar la estabilidad celular», explica María Aboy Pardal, primera autora de la investigación.
Caveolas: más que un soporte estructural
Además de proteger físicamente a los adipocitos, las caveolas cumplen un papel esencial en la coordinación del metabolismo celular. Durante el proceso de expansión, detalla Del Pozo Barriuso, «componentes moleculares de estas estructuras viajan hacia otros compartimentos de la célula, enviando señales que ajustan la actividad metabólica al nivel de reservas energéticas. Esta capacidad de ‘comunicarse’ internamente convierte a las caveolas en elementos clave para el funcionamiento eficiente del adipocito».
Sin embargo, cuando estas estructuras faltan o no funcionan correctamente, los adipocitos se vuelven más rígidos, vulnerables a rupturas y menos eficientes en la acumulación de energía. Como resultado, añade Aboy Pardal, «se genera inflamación y se compromete la salud metabólica del organismo. Este fenómeno está relacionado con enfermedades como la lipodistrofia, una condición en la que los pacientes son incapaces de formar depósitos grasos, lo que deriva en alteraciones metabólicas y cardiovasculares graves».
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