.Seguridad alimentaria
El consumo responsable: una cuestión de plazos. El problema de los plásticos
El consumo responsable: una cuestión de plazos. El problema de los plásticos
- Un 81% de consumidores quiere hacer compras sostenibles, pero solo un 66% lo hace
- Solo en 2023 se aprobaron en España y la UE hasta 700 normativas relacionadas con sostenibilidad
El año que viene entra en vigor la nueva normativa de envases.
Por Javier Mesa, publicado en El Economista el 28/11/2024
Mientras los productos sostenibles ganan adeptos, las empresas del sector piden plazos más realistas a las administraciones para adaptarse a la avalancha de regulaciones en materia medioambiental y social que amenazan su rentabilidad.
El 81% de los consumidores españoles se muestran dispuestos a consumir productos con un impacto positivo en materia social y medioambiental, aunque el porcentaje de los que realmente lo hacen se sitúa en el 66%, según un estudio sobre hábitos de compra presentado por el gigante de la venta en internet, Amazon. Y aunque el factor precio sigue siendo el primer condicionante en sus decisiones de compra para el 63% de los consultados, seguido de la rapidez de entrega del producto (47%), unos criterios de sostenibilidad alineados con los valores del comprador se sitúan ya en el tercer lugar (44%).
Tal y como explicaba el responsable de Sostenibilidad del marketplace en Europa y LATAM, Nacho García-Valdecasas, el mayor peso de la sostenibilidad a la hora de decidir una compra se acompaña de un índice de categorías en las que los españoles esperan encontrar opciones más sostenibles: ropa (55%), productos de limpieza (48%), alimentos y bebidas (44%), electrónica y electrodomésticos (31%), juegos y juguetes (25%) y artículos para el hogar y la cocina (23%).
En este sentido, el estudio resalta que el 40% de los españoles estaría dispuesto a probar una nueva marca o producto si sus características de sostenibilidad se explicaran de forma clara y completa y reclaman a los fabricantes y comercios ayuda a la hora de identificar este tipo de artículos, ya que el 68% considera que los mensajes que encuentran en las etiquetas son algo confusos.
Las siete características de sostenibilidad que los españoles quieren encontrar en las etiquetas estarían encabezadas por una producción que respete el bienestar animal (37%), que el envase sea reciclable (34%), que emplee materiales reciclados en su fabricación (27%), que los químicos empleados en el proceso sean seguros para la salud y el medio ambiente (27%), que los materiales usados se hayan obtenido respetando la biodiversidad (25%), que el uso de embalaje sea reducido (24%) y que haya generado pocas emisiones (22%).
La buena predisposición hacia los productos sostenibles es mayor cuanto más joven es el público, ya que el porcentaje de los consumidores que comprueban si los mensajes de sostenibilidad de las marcas se alinean con la información de sus etiquetas se eleva al 56% en la Generación Z (18-24 años) frente al 29% de los Baby Boomers (55-64 años).
En esta misma línea, un informe de la consultora Bain & Co, revela que esta tendencia es generalizada a nivel continental, ya que del 80% de los consumidores europeos comenzó a comprar productos sostenibles hace menos de cinco años y el 57% planea gastar más en estos productos en el futuro. Esta previsión, de nuevo, es mayor entre los jóvenes de la Generación-Z (65%) que entre los miembros del Baby Boom (53%).
Legislación
En respuesta a estas muestras de voluntad, desde hace años, la UE se encuentra inmersa en un proceso de transformación marcado por iniciativas legislativas de marcado corte sostenible. De hecho, el sector del gran consumo en España denuncia desde hace meses la avalancha de normativas relacionadas con la sostenibilidad que amenaza su rentabilidad. Solo en 2023, recuerdan desde diversas entidades relacionadas con la distribución y la industria alimentaria, en Europa y España se aprobaron hasta 700 normas relacionadas con la sostenibilidad, un tsunami regulatorio que amenaza con ahogar a miles de pymes con las inversiones necesarias para adaptarse a su cumplimiento y la carga burocrática asociada.
El año que viene entrará en vigor en nuestro país el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases, que obliga a los establecimientos a contar con un número determinado de referencias de bebidas en envases reutilizable en función de su superficie: al menos cuatro referencias en el caso de los de 300 a 1.000 metros cuadrados; cinco en los locales con entre 1.000 y 2.500 metros; y siete en los de más de 2.500 metros cuadrados.
El director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab), Mauricio García de Quevedo, recordaba durante una jornada sobre las obligaciones del sector en materia de sostenibilidad, destacaba que el sector lleva tiempo trabajando en prácticas respetuosas con el medio ambiente, como el uso de tecnologías de producción limpia, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, la gestión de los residuos y el uso de energía renovable. De hecho, el responsable de la patronal de la industria agroalimentaria recalcaba que el sector «cumple y supera los objetivos medioambientales de una normativa muy exigente» y lamentó la «excesiva regulación en esta materia». Además de reiterar que el sector comparte los objetivos de la legislación, García de Quevedo, reclamaba para las empresas «un plazo de adaptación suficiente para aplicar la nueva normativa, porque de lo contrario se limita su capacidad de inversión y creación de empleo, especialmente en el caso de las pymes, que representan el 95% del sector».
Logros de la industria
Asimismo, conviene recordar que la industria de alimentación y bebidas ya trabaja desde hace más de una década en avanzar de manera coordinada hacia un desarrollo sostenible, como quedó plasmado en la primera Memoria de Sostenibilidad presentada por Fiab hace dos años y en la que quedaron plasmados y certificados sus logros en esta materia. Así, el compromiso del sector lograba reducir desde 2014 en un 8,2% sus emisiones y mejorar su eficiencia energética en un 13,4%, además de haber reducido en hasta un 20% el consumo hídrico, lo que equivale a un ahorro de 14 millones de metros cúbicos de agua. Asimismo, ya en 2019 el 9,2% del total de la energía consumida en el sector procedía de fuentes renovables.
En este mismo sentido, a finales del mes de octubre, Ecovidrio, el único SCRAP (Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor) que gestiona en España sobre el terreno la recogida selectiva de envases de vidrio, presentó su nuevo Plan Estratégico para los próximos cinco años en el que se contempla una inversión de 743 millones de euros para alcanzar los objetivos de tasa de reciclado en 2027, con tres años de antelación a lo marcado por la normativa.
El compromiso de las 6.000 empresas que envasan en vidrio en nuestro país y que financian la entidad, les permitirá superar el 80% de tasa de reciclado ya en 2030, lo que supone 5 puntos por encima de lo marcado por Europa para ese año.
En los próximos seis años, además, el plan prevé una inversión media de más 120 millones de euros para la puesta en marcha de 12 iniciativas y más de 60 líneas de acción, de os que el 90% se destinará al incremento de los volúmenes de residuo recuperado a través del famoso contenedor verde, de sistemas de recogida innovadores y de las plantas de residuos urbanos.
Asimismo, y ante la creciente carga de normativas a cumplir en materia de sostenibilidad de los envases, Ecovidrio ha anunciado que reforzará hasta 2030 en un 300% su equipo y servicios para ofrecer a la industria que envasa una respuesta única para sus envases domésticos, comerciales e industriales de todos los materiales. En esta línea, Ecovidrio va a incrementar el catálogo de servicios de valor ofrecidos en materia de ecodiseño, asesoramiento legislativo y formación; así como nuevas herramientas destinadas a la simplificación y automatización de trámites y de reporte a la administración, entre otros.
Mientras el sector se afana en prepararse para cumplir con las nuevas exigencias, sus peticiones han dado fruto con una pequeña victoria en el entorno comunitario tras el aplazamiento anunciado por la Comisión Europea a la entrada en vigor de su reglamento sobre productos asociados a la deforestación, previsto para el arranque de 2025 y con un fuerte impacto en la industria agro alimentaria ante un previsible encarecimiento de los costes de producción y de materias primas como el café, la soja o cacao.
La propuesta del ejecutivo comunitario, pendiente del visto bueno del Consejo Europeo tras recibir el pasado jueves el del Parlamento Europeo, dará un respiro a los diferentes actores de la cadena agro alimentaria para adaptarse al retrasar la aplicación de la normativa en las grandes empresas hasta el 30 de diciembre y hasta el 30 de junio de 2026 en el caso de las micro empresas y pequeñas compañías.
Cómo detener la contaminación plástica
Negociadores de 175 países se encuentran en Busan, Corea del Sur, para debatir lo que muchos esperan que sea un tratado legalmente vinculante de las Naciones Unidas para reducir drásticamente la contaminación plástica. Algunos tendrán como objetivo reducir la producción de plásticos no esenciales; Otros, en particular aquellos cuyos países producen productos petroquímicos, se centrarán en la gestión de residuos. Las investigaciones sugieren dónde las políticas pueden marcar la diferencia:
- Prohíba o cobre por los plásticos de un solo uso, pero tenga cuidado de ajustar cualquier laguna, como permitir que las tiendas ofrezcan bolsas de plástico más gruesas y «reutilizables» que terminen en la papelera de todos modos.
- Haz que los productores de plástico paguen, cobrando por peso, haciéndoles pagar por el reciclaje o recompensando la inclusión de material reciclado. Esto depende de contar con centros de reciclaje eficaces y seguros.
- Toma medidas enérgicas contra los microplásticos prohibiendo las microperlas en los cosméticos. Los filtros de microplástico en las lavadoras también pueden ayudar, pero sería mejor promover un cambio en la forma en que se fabrican los textiles, un candidato perfecto para un tratado internacional.
Naturaleza | 5 min de lectura
Referencias: Artículo de Science, informe de Environment America y documento de Science of The Total Environment
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