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Reducir el riesgo de fibrilación auricular
El ejercicio reduce el riesgo de Fibrilación Auricular en personas obesas
En ‘European Journal of Preventive Cardiology’. Un estudio muestra el beneficio del ejercicio para reducir el riesgo de fibrilación auricular en personas con un IMC por encima de 30.
Llevar una vida activa fortalece los huesos y reduce síntomas de ansiedad y depresión.
Un estudio apunta a que el ejercicio puede tener un efecto moderado en la reducción del riesgo de desarrollar fibrilación auricular (FA). “El riesgo de FA es más bajo cuanto más activa físicamente es una persona. Esta afirmación alcanza más relevancia cuando se refiere a población con obesidad”, ha explicado Lars Elnan Garnvik, del grupo de Investigación en Ejercicio Cardiaco de la Universidad de Noruega de Ciencia y Tecnología, que se publica en el European Journal of Preventive Cardiology.
Para realizar el trabajo se contó con la información de 43.602 hombres y mujeres que participaron en el Estudio de Salud Nord-Trøndelag (HUNT) entre 2006 y 2008. Del total, cerca de 1.500 desarrollaron fibrilación auricular hasta el final de 2015.
La población con un IMC mayor de 30 tiene más riesgo de desarrollar fibrilación auricular. El riesgo de padecerla es más bajo cuanto más activa sea la persona
El estudio muestra que aquéllos individuos con un IMC mayor de 30 tienen más riesgo que la población normopeso de desarrollar fibrilación auricular. “Los participantes que afirmaron que no realizaban ningún tipo de actividad tenían cerca del doble de riesgo de fibrilación al compararlos con aquellos activos físicamente y con un peso corporal normal. Sin embargo, los participantes obesos pero que eran muy activos redujeron el aumento en el riesgo aproximadamente un 50 por ciento. Esto sugiere que la actividad física ofrece beneficios en la reducción del riesgo de fibrilación auricular en obesos”.
Factores de riesgo
No obstante, Garnvik ha hecho hincapié en que los resultados no garantizan que la actividad física sea el factor protector frente a la fibrilación auricular. Además, el análisis ha tenido en cuenta varios factores que podrían explicar esta asociación, como el consumo de alcohol y tabaco y la presencia de enfermedades cardiovasculares.
“La actividad física y el ejercicio tienen un gran impacto en la reducción de los factores de riesgo de la fibrilación auricular, como la hipertensión, colesterol alto, inflamación crónica… De esta forma, la actividad física puede mejorar el nivel de forma física de una persona, y ya sabemos que estar en buena forma reduce el riesgo de insuficiencia cardiaca”, ha añadido Garnvik. Diario Médico 7-agosto 2018
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