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¿Enfermamos de la Covid-19 por el frío?
Lo que hace que enfermemos son los virus, no el frío (aunque el frío ayuda)
«Abrígate que te vas a poner malo», hemos oído todos de boca de nuestras madres, padres y abuelos alguna vez. Sin embargo, lo cierto es que el frío como tal no nos pone malos.
Por un lado, tanto el resfriado como la gripe, entre muchas otras, son infecciones víricas, por lo que es necesario que entremos en contacto con sus respectivos virus para que enfermemos. Lo mismo sucede con la COVID-19 y el virus que la origina, el SARS-CoV-2.
Publicado en Maldita.es el sábado 16 enero 2021
Si los virus que causan estas enfermedades no llegan a nuestras vías respiratorias, no nos contagiaremos. De ahí la importancia de las actuales medidas de seguridad, como el uso de mascarilla y la distancia social, para reducir el riesgo de que esto ocurra.
Sin embargo, aunque el frío no nos enferma, sí que hay una relación entre las épocas de frío y estas enfermedades. Hay distintos motivos.
Por un lado, cuando hace frío pasamos más tiempo en interiores, compartiendo microbios con los demás y favoreciendo contagios de unos a otros. Además, ventilamos peor, precisamente porque fuera hace frío. Esto provoca que cuando un familiar, compañero de piso o colega de la oficina se infecta, las personas a su alrededor lo hagan también.
“En verano hacemos vida social al aire libre, donde gotas y aerosoles se diluyen, mientras que en invierno la hacemos en interiores, donde gotículas y aerosoles se concentran”, explicaba a Maldita Ciencia, Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Microbiología.
Por otro lado, los ambientes húmedos reducen los contagios, pero la calefacción reseca el aire y con ello nuestras mucosas, que lo tienen más difícil para mantener a raya a los virus que sí son los que nos infectan.
El frío puede afectar al sistema inmunitario
Hay muchas razones por las que los virus respiratorios tienden a estacionalizarse y a hacerse más comunes en los meses más fríos. Entre ellas, como afirmaba Jiménez, que las bajas temperaturas hacen menos eficientes nuestras defensas innatas en las vías respiratorias.
En Maldita Ciencia ya os hemos explicado cómo las bajas temperaturas pueden afectar al sistema inmunitario. “El virus no tiene que ver con el frío, pero si estamos luchando contra uno, la paralización de nuestras defensas puede darle ventaja”, explica Jiménez.
Justo Menéndez, jefe de servicio de Urgencias y responsable de la Unidad de Medicina del Viajero y Enfermedades Tropicales del Hospital Universitario HM Sanchinarro, explicaba a Verne que abrigarse cuando hace mal tiempo es importante. “Cuando la temperatura corporal baja mucho, las defensas del cuerpo se debilitan y es más fácil coger infecciones”, afirma.
Por qué las personas con sobrepeso pasan menos frío
Publicado en Maldita Ciencia el sábado, 13 febrero 2021
En Maldita ciencia ya os hemos explicado por qué el frío no hace que enfermemos (aunque sí ayuda) y os hemos dado consejos para cuando las temperaturas son muy bajas. Ahora nos habéis preguntado si las personas con sobrepeso pasan menos frío. Pues sí, no es un mito. La grasa corporal funciona como un aislante térmico que protege del frío.
Así lo confirma a Maldita Ciencia Susana Monereo, de la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional. “Por ello, las personas obesas que tienen mayor cantidad de grasa son capaces de mantener mejor la temperatura corporal”, señala.
El cuerpo humano trata de mantener la temperatura corporal en torno a los 37,5 grados y cuenta con diferentes mecanismos para preservar el calor. Uno de estos mecanismos para preservar la temperatura corporal es precisamente la grasa, según Monereo. “Normalmente las personas obesas tienen más calor, sobre todo en verano o en ambientes cálidos, y tienden a tener sudoración aumentada para reducirlo. Es como si llevaran un abrigo térmico puesto siempre”, menciona.
Guadalupe Fontán, enfermera del Consejo General de Enfermería, explica a Maldita Ciencia que la grasa corporal es importante para el cuerpo porque cumple varias funciones: protege los órganos, cubre las articulaciones, almacena vitaminas, sirve como fuente de energía para el cuerpo y controla la temperatura.
La grasa subcutánea, que se encuentra bajo la piel, funciona como una barrera que impide que el cuerpo pueda liberar calor, según Fontán. “Estudios realizados en humanos sumergidos en agua fría han demostrado que las personas con obesidad, que tienen una mayor proporción de grasa, tienen mayor capacidad de conservar el calor. Su temperatura corporal en agua fría desciende más lentamente y sin tanta necesidad de aumentar el metabolismo”, indica.
Para Monereo, el papel más importante de la grasa en la regulación térmica es el de la producción de calor cuando la temperatura ambiente es muy baja. “Este fenómeno se produce en un tipo de grasa especial que está dentro del cuerpo conocida como grasa parda o tejido adiposo marrón”, indica.
Se trata, según cuenta, de un tipo de grasa especial que los humanos tenemos en pequeña cantidad, que va disminuyendo con la edad y cuya misión es aumentar el gasto energético. Es decir, quemar calorías para producir calor: “Este fenómeno de producción de calor es intenso en los niños o cuando estamos expuestos a temperaturas bajas durante largos periodos de tiempo”.
María del Campo, miembro del programa de actividades preventivas y de promoción de la salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (PAPPS-semFYC), explica a Maldita Ciencia que el tejido adiposo pardo es más común en jóvenes que en personas mayores y en mujeres que en hombres. “La cantidad de tejido adiposo pardo disminuye con la edad y se correlaciona inversamente con el Índice de Masa Corporal (IMC)”, señala.
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