.Alimentación y Nutrición
Es hora de cambiar a una dieta más vegetariana.
Es hora de cambiar a una dieta más vegetariana. No hay otra opción
¿Qué comeremos en 2050? Para el profesor Salas-Salvadó, los próximos años deben orientarse a reducir el consumo de alimentos de origen animal.
Covadonga Díaz, publicado en Diario Médico el Lun, 06/01/2025 – 08:00
Jordi Salas-Salvadó, catedrático de Nutrición, asegura contundente que es necesario dar un giro «importante» en la forma actual de alimentarnos para pasar a una dieta más vegetariana, reduciendo a la mitad o más el consumo de alimentos de origen animal y duplicando los de origen vegetal, incorporando otras fuentes de proteínas, con nuevos y no tan nuevos alimentos como insectos, hongos, algas y carne cultivada.
El catedrático de Nutrición en la Universidad Rovira i Virgili e investigador principal del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Instituto de Salud Carlos III, ha ofrecido una conferencia en Oviedo titulada ¿Qué comeremos en 2050? La alimentación en un futuro próximo, con motivo de la recogida del premio Luis Noé Fernández a la nutrición, la asistencia alimentaria y la lucha contra el hambre, que concede la Fundación Alimerka. El jurado ha valorado la destacada contribución de este investigador a grandes estudios observacionales y de intervención que han permitido validad científicamente la dieta mediterránea y avanzar en el campo de la nutrición de precisión.
Los alimentos son la palanca más potente para optimizar la salud humana y la sostenibilidad medioambiental del planeta pero la tendencia actual no augura un futuro halagüeño y es necesaria una transformación urgente del sistema alimentario global, según explica Jordi Salas, tanto para mejorar nuestra situación actual de salud, como aumentar la esperanza de vida y asegurar la sostenibilidad ambiental.
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Evitar la pérdida de biodiversidad, asegurar una gestión eficiente del agua y reducir el uso de pesticidas y contaminantes pasa sin lugar a dudas por un giro pronunciado en lo que a producción y consumo de alimentos se refiere, explica Jordi Salas, orientado hacia una dieta mucho más vegetariana «y con menos consumo de productos de origen animal y de lácteos», reduciendo al menos a la mitad los desperdicios alimentarios.
Ello pasa por duplicar el consumo actual de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales y reducir como mínimo en la misma proporción el de productos de origen animal y de ultraprocesados, indica este experto.
Nuevos alimentos
Y otra de las apuestas para asegurar una alimentación sostenible de cara a los próximos años pasa por la incorporación de nuevas y no tan nuevas fuentes de proteína y vitaminas, «con nuevos y no tan nuevos alimentos como insectos, hongos, algas y carne cultivada», opciones que están llamadas a tener una mayor presencia en nuestra dieta a corto y medio plazo.
Además, se están realizando investigaciones con nuevas formas de producción más sostenibles para los miles de cereales, legumbres y otros vegetales que existen y tratar de conseguir productos más resistentes, por ejemplo, a temperaturas extremas, pero también para dar lugar a productos innovadores como granos de arroz que incorporan células de animales y dan lugar a una especie de masa parecida a la carne que incorpora fibra vegetal, hidratos de carbono y proteínas. de origen animal.
«Son cultivos emergentes procedentes de nuevas formas de producción que tendrán mucho que decir que dar respuesta a los retos que tenemos planteados en alimentación y salud», explica Jordi Salas y que “eviten el mal uso de la tierra y el agua, una producción menor de gases efecto invernadero y el uso excesivo de algunos fertilizantes y pesticidas.
Y en este contexto los gobiernos deben adoptar «medidas drásticas» y deben hacerlo ya porque están establecidos unos límites de sostenibilidad que si se sobrepasan nos conducirán a un camino de no retorno, según ha advertido la comisión EAT-Lancet, que ha reunido a científicos líderes de más de una decena de países en distintas disciplinas. El reto es lograr dietas de salud planetaria para casi 10 mil millones de personas en 2050, con objetivos científicos para dietas saludables y producción sostenible de alimentos.
Bebidas azucaradas
Otra de las medidas que Jordi Salas sugiere es aumentar las tasas al consumo sobre productos que desde el punto de vista de la salud pública son nocivos como, por ejemplo, las bebidas azucaradas y los alimentos ultraprocesados en general, así como la bonificación de aquellos más saludables como frutas, verduras, legumbres y cereales integrales, para los que propone un IVA 0 «porque está demostrado que estás actuaciones dan resultados».
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