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La bollería industrial
¿Por qué no es saludable la bollería industrial?
La bollería industrial no es saludable porque puede producir problemas de salud debido a su alto contenido en calorías, grasas trans y azúcar, entre otros.
La bollería industrial es tentadora de comer por su irresistible sabor dulce y fácil de conseguir, pero sabemos que no es beneficiosa para la salud. ¿Quieres saber por qué no es saludable la bollería industrial? Aquí te contamos porque no deberías comerla.
¿Por qué no es saludable la bollería industrial?
¿Qué entendemos por bollería industrial? En este grupo de productos se engloban los dulces de diferentes tipos, como bollos, tartas, galletas, cereales de desayuno, barritas, chocolates, etc. Todos estos alimentos tienen en común algunas características, como su riqueza en:
- Calorías.
- Harinas refinadas.
- Aceites vegetales de mala calidad.
- Grasas trans.
- Azúcares.
Veamos qué son estos componentes de la bollería industrial y qué peligros conlleva consumirlos.
Son una bomba de calorías
La bollería industrial se caracteriza por poseer alta cantidad de calorías concentradas en un escaso volumen. 100 gramos nos aportan una media de 450 kcal, lo que equivale a ingerir 600 gramos de patatas o 16.000 gramos de judías verdes. Esto también equivale a correr una hora para quemarlo. Esta cantidad de kilocalorías supone el 30 % de las calorías totales que una persona ingiere al día.
Las calorías de la bollería industrial que no aportan nada a nuestro organismo se llaman calorías vacías: muchas calorías y poca cantidad de nutrientes. Esto es así porque no contienen proteínas de buena calidad, ni grasas saludables, ni fibra, ni micronutrientes, excepto la sal, que suele encontrarse en cantidades altas.
Tienen grasas hidrogenadas o trans.
Las grasas hidrogenadas o trans se generan mediante un proceso químico que tiene muchas ventajas para la industria alimentaria: principalmente, el coste, ya que son más baratas.
La industria introduce hidrógeno a ciertos ingredientes que contienen grasa de forma natural en estado líquido, como, por ejemplo, los aceites, a unas temperaturas muy altas para que se transformen en sólidos.
Así, estos alimentos duran mucho más tiempo, están más apetitosos y son más fáciles de cocinar. Consumir tan solo 5 gramos de grasas trans ya se considera perjudicial para la salud.
No es saludable la bollería industrial por el exceso de azúcar
Según la OMS, el azúcar en nuestra alimentación no debería sobrepasar el 5 % de la dieta diaria, unos 7 terrones, o 30 gramos, para los adultos y unos 4 terrones, o 19 gramos, para los niños. Por ejemplo, con tan solo consumir cuatro galletas de chocolate, que tienen unos 34 gramos de azúcar, equivalentes a 8,5 terrones, ya sobrepasamos el límite diario.
Los azúcares refinados y los azúcares simples como la sacarosa, la glucosa o el azúcar invertido producen incrementos considerables de los niveles de insulina en sangre, con el consiguiente riesgo de sufrir diabetes tipo 2.
Alto contenido en sal
El contenido en vitaminas y antioxidantes es prácticamente nulo en estos productos, lo que va a favorecer la producción de radicales libres. La presencia de minerales es muy pobre, siendo el sodio el único mineral que se encuentra, y en exceso. El elevado consumo de sal puede causar hipertensión arterial.
Poseen harinas refinadas
Las harinas refinadas son harinas que se someten a un proceso industrial en el que se crean partículas más finas y pequeñas al eliminar parte de los componentes fundamentales de la harina de grano entero. Dan lugar a un ingrediente más digerible y que permite ser utilizado con mayor facilidad en productos de pastelería.
Así, a estas harinas se les elimina el salvado y el germen, que es donde se encuentran las vitaminas, minerales y la fibra.
Tienen aceites vegetales de mala calidad
Uno de los motivos por los que la bollería industrial no es saludable es por su contenido en aceites vegetales de mala calidad. Estos aceites son aceites refinados a los que, al igual que a las harinas, se les extraen las vitaminas y los minerales.
Su elaboración consiste en un proceso industrial donde se usan temperaturas muy altas, produciendo la oxidación de las grasas y productos químicos. Este tipo de aceites potencian el sabor de los alimentos haciéndolos sabrosos y abaratan los costes de producción. Por ello, sustituyen a otros aceites de calidad, como el aceite de oliva.
La bollería industrial puede producir problemas de salud
La bollería industrial nos perjudica gravemente a la salud debido a todos los ingredientes que posee. Puede producir problemas como:
Genera adicción
El grado de procesamiento de un producto y la combinación de grasas y azúcares que contiene hace que queramos comer más y que nunca nos saciemos, como muestra este estudio publicado en PlosOne.
Además, los azúcares reducen el estrés en nuestro organismo al disminuir los niveles de cortisol en sangre. Por lo que, cuando estamos estresados, recurrimos a la bollería y nos podemos volver dependientes.
La bollería industrial no es saludable porque produce obesidad y diabetes
Debido a su alto aporte calórico y al resto de ingredientes que posee, hace que ganemos peso. Además, como hemos comentado anteriormente, al no saciarnos y estimular nuestro apetito, es fácil que ingiramos más de lo que deberíamos.
Ya que estos productos poseen una alta carga glucémica, el consumo de bollería industrial está asociado a tener mayor probabilidad de sufrir diabetes tipo 2.
Aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares
El consumo de grasas trans, aceites refinados y sal aumentan el riesgo de tener hipertensión y colesterol, lo que conlleva a aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Estos compuestos contribuyen a la oxidación de las lipoproteínas LDL, a la inflamación y a la elevación de los triglicéridos en sangre.
Conclusión
En conclusión, la bollería industrial no nos aporta ningún beneficio, por ello, elimínala o redúcela al máximo posible y opta por hacer dulces caseros saludables. 12 octubre, 2019 Mejor con Salud. Marta Guzmán
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