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La fibra alimentaria
El consumo de fibra sigue por debajo de la recomendación de ingesta diaria
Los suplementos a base de PHGG mejoran el estreñimiento y reducen otros síntomas asociados|
A día de hoy, nadie duda de que la fibra constituye un nutriente esencial en el contexto de una dieta saludable. Su papel resulta básico para preservar la salud digestiva y previene la aparición de otras numerosas patologías. Gaceta Médica y Nestlé Health Sciencie repasan las últimas evidencias sobre su importancia y el papel de la suplementación en fibra en este artículo.
La recomendación de llevar a cabo una dieta equilibrada, con un consumo adecuado de alimentos ricos en fibra, es una práctica habitual en la consulta de los profesionales sanitarios. No en vano, se trata de un nutriente básico, fundamental para regular el tránsito y el ritmo intestinal y mantener el ecosistema de la flora bacteriana. Además, a largo de la historia, numerosos estudios epidemiológicos han constatado la relación entre una ingesta disminuida de fibra con la aparición de determinadas patologías asociadas al estilo de vida occidental, y no solo las alteraciones en el tránsito intestinal o la enfermedad diverticular, sino también de otro calado, como el cáncer de colon o enfermedad cardiovascular.
Desde un punto de vista práctico, uno de los criterios más extendidos de cara a su clasificación tiene como referencia su grado de fermentación en el colon, de manera que se establecen dos grupos: el de las fibras totalmente fermentables (solubles) y las parcialmente fermentables (insolubles).
Así funciona en el organismo
Los efectos más conocidos y difundidos sobre el organismo de la fibra se centran en el tránsito intestinal. Es cierto que tiene un efecto máximo en el colon, donde diluye el contenido intestinal, sirve de sustrato para la flora bacteriana, capta agua y fija cationes.
También actúa sobre el metabolismo lipídico. Las fibras viscosas se han empleado para reducir el colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad. Esta acción reductora podría estar relacionada con la reducción de la secreción de ácidos biliares y el incremento de su excreción por las heces, así como la inhibición de la síntesis hepática de colesterol. Una de las recomendaciones actuales en pacientes con hiperlipemia pasa por el consejo de una dieta rica en fibra, especialmente viscosa, de forma complementaria con el tratamiento médico.
Otro efecto conocido tiene que ver con el metabolismo de la glucosa. Las fermentables, al hacer más lenta la absorción intestinal de glucosa, reducen la glucemia postprandial.
Asimismo, el consumo de fibra ha ido ganando puntos en el tratamiento de la obesidad, tanto con alimentos naturales ricos en fibras como con suplementos específicos. La saciedad, la mejora del estreñimiento o la reducción de la ingesta calórica que acompañan el consumo de fibra hace que los especialistas no hayan pasado por alto su aportación en este tipo de dietas especial.
Para finalizar, varios trabajos relacionan la aparición del cáncer de colon y el consumo de fibras, mediante distintos mecanismos. Por una parte, la reducción del tiempo de tránsito intestinal limita el tiempo de exposición a carcinógenos en el colon. Pero además, la fibra incrementa la expulsión de ácidos biliares por las heces, y la fermentación de la fibra en el colon reduce el pH a ese nivel, lo que favorece que se pueda frenar el desarrollo del tumor. Sin pasar por alto su efecto probiótico, en la medida que resulta beneficiosa para estimular diferentes bacterias en el colon con efectos también a escala sistémica.
A pesar de su importancia, en la práctica, la ingesta de fibra no alcanza las recomendaciones actuales, que la OMS cifra en al menos 25 gramos diarios. En nuestro país la media se sitúa en 22 gramos diarios, con grandes variaciones entre comunidades autónomas, que van desde los 16 gramos en Canarias a los 25 en Comunidad Valenciana. Para compensar este déficit, la suplementación en fibra puede ayudar a resolver problemas de estreñimiento o diarrea en buena parte de los pacientes, ya sea por déficit nutricional o como efecto secundario de otros medicamentos o suplementos, como el de hierro.
Conscientes de esta necesidad, Nestlé Health Sciencie ha desarrollado Optifibre, un complemento alimenticio con cien por cien fibra soluble de goma guar parcialmente hidrolizada (PHGG), libre de gluten, de sabor neutro y fácil disolución. Su consumo permite reducir la ingestión de laxantes. El suplemento, cien por cien de origen vegetal, actúa a dos niveles: Por una parte, favorece el equilibrio de la función intestinal, ya que las sustancias que proceden de la fermentación de la fibra aportan energía a las células intestinales y modifica la consistencia de las heces al regular la absorción de agua en el intestino. Por otra, la fermentación de la fibra soluble favorece el crecimiento de la microbiota intestinal.
Diferentes estudios avalan su eficacia en la mejora del estreñimiento, respetando la función del organismo y ayudando en el manejo de determinados síntomas, como flatulencias o hinchazón abdominal, asociados al estreñimiento ocasional. Además, el suplemento resulta fácil de diluir en bebidas o comidas frías o calientes, sin alterar su sabor, su textura (viscosa) y olor.
Una ayuda valiosa para resolver problemas de regularidad intestinal frecuentes o puntuales
El empleo de este tipo de complementos alimenticios puede ser de ayuda en pacientes que de forma regular presentan problemas de regularidad del tránsito intestinal, tanto estreñimiento como diarrea. También en caso de alteraciones puntuales, ante un viaje, vacaciones o situaciones de estrés.
La seguridad y eficacia de este suplemento, cien por cien de origen vegetal, permite su uso durante el embarazo, una etapa en la que la suplementación con hierro puede favorecer el estreñimiento.
Bajo criterio profesional, la dosis del producto debe adaptarse a las características del individuo, e incrementarla de forma paulatina para garantizar una buena tolerancia. Conviene, en cualquier caso, mantener la recomendación de una dieta saludable, ejercicio físico y consumo de dos litros de agua al día. Gaceta Médica.18-05-2018
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