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La ‘fruta fea’, un negocio pequeño pero en auge
La ‘fruta fea’, un negocio pequeño pero en auge
La Agenda 2030 y leyes como la de la Prevención del malbaratamiento alimentario -que actualmente tramita el Congreso- vaticinan que cada vez habrá más lineales en los supermercados con alimentos ‘de segunda mano’
Xavier Vilaltella, publicado en ABC el 01/09/2024
Cada vez son más las empresas que acuden a los campos recién cosechados para recoger lo que sobra y comercializarlo. Es un negocio aún pequeño, pero en auge y que se verá beneficiado por la aprobación de la ley antidesechos y la promoción de los lineales de ‘segunda mano’ en los supermercados.
Los más antiguos conocerán el término ‘espigar’, que según la RAE, es «coger las espigas que caen del rastrojo». Ahí está el célebre óleo del pintor francés Jean-François Millet, ‘Des glaneuses‘, en el que aparecen unas mujeres recogiendo los desechos de un trigal recién segado. El cuadro acabó siendo un testimonio de la miseria en el siglo XIX, tanto que cuando se expuso en el Salón de París de 1857 las autoridades lo censuraron por subversivo.
La historia se repite. En los últimos años han surgido entidades sin ánimo de lucro que hacen lo mismo pero para comedores sociales. La más conocida en España es Espigoladors, que cuenta con 3.000 voluntarios y solamente en 2023 recuperó 300.000 kilos de fruta y verdura. Vuelven los espigadores.
Estos negocios incipientes intentan dar respuesta a los desechos alimenticios que cada año se producen en nuestros campos y en nuestras mesas. El 45% de lo que se produce en las tierras y en las granjas europeas no se lo come nadie.
El proyecto de ley de prevención del desperdicio, que entró para su tramitación en las Cortes españolas hace más de dos años, obliga a los actores de la cadena agroalimentaria a tomar medidas para reducir estas ingentes cantidades de desechos. La norma incluye la necesidad de diseñar planes contra el desperdicio o donar los excedentes a bancos de alimentos, y prevé multas de entre 2.000 y 500.000 euros para los incumplidores.
Al mismo tiempo, también incorpora algunas recomendaciones, como la de que los supermercados tengan lineales de ‘frutas feas’. Y en esto último, lo cierto es que en España algunos ya se han adelantado. Los expertos auguran que la entrada en vigor de la nueva norma dará alas a los nuevos espigadores.
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