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La mayoría de los escolares hace una merienda poco saludable
La mayoría de los escolares hace una merienda poco saludable
Los menores meriendan productos poco saludables, con abundancia de azúcares y ultraprocesados. Solo el 22 % cumple las recomendaciones de las autoridades sanitarias y los expertos en nutrición infantil
Por María Huidobro González, Consumer 5 de octubre de 2024
¿Merendar o no merendar? La merienda no es una comida principal –podemos pasar sin ella-, pero sí está especialmente recomendada para niños, niñas y adolescentes. Una buena merienda aporta entre el 15 % y 20 % de las calorías que necesitan a diario nuestros hijos para pasar de forma activa la tarde hasta la hora de la cena. Pero, a tenor de los datos de estudios recientes, los menores no meriendan de forma saludable. A continuación, te contamos qué meriendan y cómo se puede mejorar esta comida de media tarde.
La merienda es, en general, una comida poco estudiada, pero las investigaciones hechas hasta el momento detectan que estamos ente una de las ingestas diarias que suele incluir más proporción de alimentos ultraprocesados insanos.
Así, hace una década, nuestros niños y niñas de Primaria en su mayoría (76 %) merendaban todos los días, si bien con 11 y 12 años apenas lo hacían un 28 % y 20 %, respectivamente. Según el estudio HABIMER Plus (‘Hábitos de merienda en escolares de nuestro medio’), los chavales entre 6 y 12 años tomaban a media tarde un sándwich (69 %) o bocadillos (60 %), fruta (49 %) y bollería industrial o snacks (38 %). Una amplia mayoría también consumía un lácteo, y sobre todo con alto porcentaje de grasa (flanes, batidos o quesitos).
Y a los investigadores, pediatras del Hospital Universitario Rey Juan Carlos (Móstoles) y del Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid), les llamaba la atención que los chavales ingirieran más bebidas azucaradas que agua. “En nuestro estudio, la bebida que más toman a la hora de la merienda era el zumo de frutas envasado, con una ingesta de hasta el 70 % de los niños, en especial en los varones mayores, seguido de agua (48 %) y menos frecuentemente de refrescos gaseosos (14 %)”, señalaban.
Hábitos de merienda en los escolares
Diez años después, las cosas no han cambiado mucho. Los niños y niñas en edad escolar meriendan con más frecuencia, pero la gran mayoría lo hacen con productos poco saludables, con abundancia de azúcares y ultraprocesados. De hecho, solo el 22 % puede considerarse merienda saludable y cumple las recomendaciones de las autoridades sanitarias y los expertos en nutrición infantil. Además, a medida que aumenta la edad de los escolares, la calidad nutricional de las meriendas baja. Eso sí, al parecer, ya no toman tantos zumos.
Así se observa en otro estudio reciente publicado en la revista Nutrients, esta vez realizado en Cataluña con peques con edades que van desde los 3 a los 12 años. El grupo de investigación FoodLab de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en colaboración con la Agencia de Salud Pública de Cataluña, apunta que la práctica de picar a media tarde entre semana es mayoritaria en todas franjas de edad (siempre más del 90 %), mientras que los fines de semana baja al 83 % de los menores de 9 años y el 67 % en el grupo de mayor edad.
👉 Alimentos de las meriendas infantiles
De nuevo, una década después, los bocadillos son la opción favorita (42 %) de los escolares al salir del colegio. Le siguen como alternativas de meriendas la bollería, la fruta entera y las combinaciones de fruta y bollería y de fruta y bocadillo.
Merienda infantil | Porcentaje de escolares que lo escoge |
Bocadillo | 41,89 |
Bollería | 23,86 |
Fruta entera | 14,38 |
Fruta y bollería | 6,29 |
Fruta y bocadillo | 4,95 |
Cereales | 0,97 |
Yogur | 1,16 |
Frutos secos y semillas | 0,88 |
Bocadillo y bollería | 0,60 |
Fruta y yogur | 1,62 |
Otros | 3,42 |
Estos datos van en la línea de los recogidos en el ‘Libro Blanco sobre Meriendas Infantiles’ (2023), elaborado por dietistas-nutricionistas e impulsado por la Asociación Española de Fabricantes de Yogur y Postres Lácteos Frescos (AEFY). En este documento se revela que tan solo el 7 % de los peques entre 3 y 6 años toma fruta y yogur, una combinación que no se encuentra entre las opciones más habituales en las meriendas para los niños y niñas de más de 7 años, siendo sustituida por alimentos como leche y galletas (12 %), un sándwich y zumo (9 %) y leche y bollería (9 %).
Bocadillos y bebidas
¿De qué están hechos los bocadillos de las meriendas infantiles? Según los resultados del estudio catalán, la mitad de los bocatas de los chavales están rellenos de carne procesada, el 23 % con chocolate (sólido o crema untable), el 16 % con queso y el resto con atún, tortilla o paté de verduras. “Las opciones más saludables, recomendadas por los organismos oficiales, como queso cottage, pescado enlatado, huevos o rellenos de origen vegetal, fueron poco frecuentes en nuestra muestra”, reconocen las investigadoras.
Además, también la mitad de los estudiantes prefieren el agua para acompañar a su merienda de media tarde. Menos son los que beben zumo de frutas (21 %), leche (14 %), batido de chocolate (9 %) o yogur bebible (4 %), y muchos menos los que se decantan por refrescos o una bebida vegetal.
Cómo mejorar las meriendas infantiles
“Parece necesario establecer medidas orientadas a un cambio en el tipo de alimentos administrados en la merienda”, reconocían los pediatras madrileños hace 10 años. Y en ello coinciden las investigadoras catalanas: “Se debe mejorar la calidad nutricional de la merienda de media tarde para la gran mayoría de los niños escolarizados”.
Y es que «aunque en esta investigación no hemos estudiado los efectos de estas dietas, la evidencia científica nos informa que un desequilibrio nutricional recurrente en el tiempo puede tener consecuencias para la salud a corto y largo plazo, así como afectar a su crecimiento y desarrollo«, explica Nadia San Onofre, investigadora de FoodLab y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC.
✔️ Puntos clave para mejorar las meriendas
¿Cómo mejorar la calidad nutricional de las meriendas? Desde el grupo FooLab recomiendan estos puntos que también son claves para mejorar las dietas infantiles en general, así como la sostenibilidad alimentaria:
- Priorizar los productos de temporada y de producción local. Así se asegura una amplia variedad de alimentos vegetales frescos o poco procesados, como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva.
- Moderar el consumo de alimentos proteicos, como el pescado, los huevos y, sobre todo, las carnes. Si hay lácteos, mejor sin azúcares añadidos.
- Tomar menos alimentos ricos en azúcares añadidos, grasas y sal y, en particular, productos ultraprocesados, bollería, galletas, bebidas azucaradas y embutidos.
- Beber agua como primera opción. Lo idóneo es limitar el consumo de zumos de frutas y no elegir batidos ni zumos envasados.
✔️ Modelos de meriendas saludables
Todas estas recomendaciones se traducen en los siguientes ejemplos de meriendas infantiles saludables, que apoyan las investigadoras en su estudio:
- Ensalada de frutas de temporada con nueces y tostadas integrales con aceite de oliva y romero.
- Bocadillo de pan integral con verduras cocidas, piñones y bonito.
- Leche o bebida vegetal y tostadas integrales con paté de verduras o hummus.
- Yogur natural con avena y fruta de temporada.
✔️ Otras claves
Pero desde el grupo de la UOC se insiste en que no solo en las familias debe recaer la promoción de hábitos saludables y sostenibles en la infancia, en este caso con meriendas sanas: “Es fundamental desarrollar programas de educación alimentaria para mejorar la calidad de esta ingesta desde la primera infancia y considerarla como una oportunidad para ajustar los requerimientos dietéticos diarios de los niños españoles”.
Para ello, consideran que se debe implicar a familias, centros educativos, agencias de salud pública, industria alimentaria… y dan ideas:
- Involucrar a los menores en la cocina.
- Incorporar hábitos saludables como adultos y referentes para los menores.
- Regular la publicidad de alimentos dirigida a niñas y niños.
- Ofrecer opciones saludables y accesibles en los entornos alimentarios cercanos
- Educación alimentaria desde edades tempranas.
✔️ Pautar las meriendas
Otra medida que podría calar es pautar las meriendas, es decir, establecer desde los centros educativos qué se debe llevar cada día de merienda: fruta (lunes), lácteos (martes), bocadillo (miércoles)… Ya lo hacen hoy en día muchos colegios para la hora del recreo, pero podría servir también para después de las clases.
Según un estudio reciente sobre almuerzos escolares en educación infantil de Vigo y Pontevedra, se trata una “estrategia efectiva para asegurar una nutrición variada y una menor ingesta de alimentos ultraprocesados”. Como corroboraron sus investigadores, las meriendas para el recreo no pautadas incluían más alimentos, así como un mayor porcentaje de alimentos ultraprocesados. Además, en los centros con pauta, los niños cumplidores llevaban más fruta y embutido, mientras que los no cumplidores, más ultraprocesados.
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