La obesidad imparable

La obesidad infantil se ha multiplicado por 10 en los últimos 40 años

Uno de cada tres niños de la Comunidad de Madrid entre los dos y los 14 años sufre sobrepeso u obesidad, porcentaje que es del 33,6% en el caso de los menores varones y del 27,7% en el de las niñas. Así se desprende de diferentes estudios y sistemas de vigilancia de la Consejería de Sanidad del Gobierno regional, que ha elaborado un plan para 2018-2022 para combatir esta «epidemia» en todos los ámbitos de la sociedad -escolar, sanitario familiar y comunitario- abordando diferentes estrategias de intervención -normativa, participativa, informativa/formativa y de vigilancia e investigación-. De acuerdo a los estudios, la edad crítica se sitúa entre los cuatro y los seis años, cuando la obesidad pasa del 6,5% al 12,1% en el caso de los niños varones y del 6,3% al 9% en el caso de las niñas. Esta situación de sobrepeso sigue aumentando con la edad, hasta el grupo de entre ocho y 10 años, para posteriormente descender. Así, la obesidad entre los niños varones de ocho a 10 años se sitúa en el 14,2%, mientras que en las niñas es el 8,4%.Ya en el estudio de malnutrición realizado en 2016 en la Comunidad de Madrid, con una muestra significativa de niños entre los dos y los 14 años, la prevalencia de sobrepeso era de 18,35% y el de obesidad del 11,4%, con mayor incidencia en los varones que en las niñas. En este estudio se precisa que la «prevalencia de la obesidad aumenta según empeoran los indicadores de nivel educativo y de clases social». Así, la obesidad entre los niños con madre universitaria se situaba en el 6,5% frente al 19,5% en niños con madres que sólo alcanzaron estudios primarios. Desde la Consejería de Sanidad reconocen que en la actualidad la obesidad «es un problema prioritario de salud pública», que afecta tanto a países desarrollados como a países en vías de desarrollo, porque supone un impacto sobre las enfermedades crónicas, la calidad de vida de la población y los costes socio-sanitarios. En Sanidad advierten de que la asociación entre renta baja y obesidad «se ha visto en muchos otros estudios, sin que se sepa por el momento cual es el nexo causal». «Se ha aducido que los alimentos más baratos y accesibles contienen más grasas y menos nutrientes de otro tipo como proteínas, o que la actividad física y el número de horas frente a las pantallas es mayor, y también está vinculado al consumo de refrescos», precisan desde la Consejería madrileña.

Plan de Prevención.

En este contexto, y como respuesta a esta «epidemia», se planteó la necesidad del desarrollo y puesta en marcha, «con carácter preferente», de un Plan de Prevención del sobrepeso Infantil en la Comunidad de Madrid. Aunque Juan Martínez, director de Salud Pública de la Consejería, destaca que Madrid se encuentra por debajo de la media nacional, la Comunidad ha puesto en marcha un plan regional para dar un «empuje» a iniciativas que anteriormente se adoptaban de forma dispersa, como asesorías en la confección de menús escolares, con especial incidencia en los desayunos saludables, «la comida más importante del día»; distribución de «dípticos con recomendaciones nutricionales» para todo el sistema sanitario o la novedosa intervención tanto en educación infantil como primaria. Asimismo, se mantiene activa el Aula de Salud Pública para grupos escolares todos los días hábiles del año y se está ultimando un programa específico de «intervención educativa» y promotora de salud para todos los escolares de cinco a seis años que será presentado próximamente. Para Miguel Ardanuy, diputado de Podemos, las medias adoptadas por el Gobierno regional, no son suficientes, ya que «los datos son muy preocupantes», aunque admite que se trata de un problema a nivel global. «No es coincidencia que haya estos datos siendo Madrid un lugar donde uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza y es la región con el mayor ratio de desigualdad infantil. No vale con cuatro gestos simbólicos», precisa. En ese sentido, recuerda que ha presentado una proposición de Ley de Alimentación y Deporte que se está debatiendo en la actualidad en la Asamblea de Madrid y que contempla, entre otras cosas, la vigilancia de la calidad de los menús escolares a través de nutricionistas y dietistas, o que en las máquinas de vending de las instalaciones públicas (colegios, hospitales, polideportivos…) solo se vendan productos 100% saludables. «Es una vergüenza que vayas a un hospital y veas máquinas de vending con todo tipo de comida basura, eso se tiene que acabar». En cuanto al deporte, añade, han propuesto la bajada de las tasas públicas en los centros deportivos regionales, especialmente para los desempleados o familias con miembros en paro, para conjugar «el deporte con la mejor alimentación», algo que ya se ha hecho «con éxito» por parte del Ayuntamiento de Madrid. El Mundo 11- 06-18