W. Noticias. Varias
La vitamina A
¿Qué es la vitamina A?
La vitamina A la encontramos en algunos alimentos como el pescado, la leche y las verduras naranjas. Nos ayuda a tener una buena visión, un sistema inmunitario fuerte y una piel más saludable. Descubre más beneficios y todas sus fuentes.
La vitamina A es una vitamina liposoluble que se encuentra naturalmente en algunos alimentos. Se presenta en forma de retinol en los productos de origen animal y en forma de provitamina A en los vegetales. Como todas las vitaminas, la necesitamos en pequeñas cantidades para mantenernos sanos y, por tanto, es necesario ingerirla a diario. ¿Para qué sirve?
¿Cuáles son sus funciones y beneficios?
La vitamina A es necesaria para desarrollar distintas funciones en nuestro organismo. Por esta razón, tiene efectos variados en múltiples sistemas. A continuación lo detallamos.
Sistema inmunitario
En un principio era conocida como la vitamina “antiinfecciones”, ya que es clave para un funcionamiento normal del sistema inmune. Previene las infecciones, sobretodo del sistema respiratorio, como infecciones de garganta, faringitis, sinusitis, bronquitis, etc.
La vitamina A interviene en las funciones del sistema inmunitario. Por eso, es clave en la prevención de algunas enfermedades infecciosas.
Reproducción y desarrollo
La vitamina A tiene una papel importante en el desarrollo embrionario. Esta es uno de las funciones más antiguas que se le conocen. Un déficit de vitamina A durante la gestación puede desencadenar problemas en la formación del tracto urinario, el diafragma o de los riñones en los embriones.
Además, los estudios científicos revelan que es necesaria tanto para la reproducción masculina como femenina.
Protección ocular
Es la vitamina de la visión por excelencia. Unos niveles adecuados de vitamina A permiten convertir la luz en señales eléctricas interpretables por el cerebro. También mejora la visión y previene la ceguera nocturna (problemas para ver bien en condiciones de luz escasa).
Además, gracias a su efecto antioxidante ayuda a prevenir algunas enfermedades de la vista: presbicia, degeneración macular, cataratas, glaucoma, hipermetropía, miopía o desprendimiento de retina.
Antioxidante
Es un gran antioxidante. Como tal tiene la capacidad de prevenir el desarrollo de algunas enfermedades degenerativas como el Alzheimer, enfermedades coronarias y pulmonares crónicas. También podría ofrecer protección ante el desarrollo de otras patologías no transmisibles, como el cáncer.
Piel y mucosas
Participa en el mantenimiento de la piel y las mucosas; con lo que se convierte en un perfecto protector de estos tejidos (sobretodo los del tracto digestivo y respiratorio). Además, es necesaria para una buena reparación de los tejidos, siendo un buen remedio en la curación de heridas en el tracto digestivo, como úlceras o divertículos.
Desde hace un tiempo, muchos productos cosméticos han ido incorporando la vitamina A como un ingrediente más. Son conocidos sus efectos positivos para tratar el acné, atenuar las arrugas y prevenir el envejecimiento de la piel.
Hoy en día, muchos productos cosméticos contienen vitamina A, pues es un nutriente que ayuda a proteger la piel contra el envejecimiento prematuro.
¿De dónde sacamos la vitamina A?
Ya hemos visto que nuestro cuerpo necesita esta vitamina para ejercer importantes funciones. Los humanos no tenemos la capacidad de sintetizarla y por esto debemos ingerirla con los alimentos. En estos, la encontramos bajo 2 formas distintas: la vitamina A preformada y la provitamina A.
Vitamina A preformada
Presente en los alimentos de origen animal. Es altamente absorbible, se almacena fácilmente y el cuerpo la hidroliza para formar retinol. Dentro de este grupo destacan:
- El hígado de vacuno.
- Aceite de hígado de bacalao.
- Huevos (en la yema).
- Mantequilla y leche entera.
- Algunos pescados como las sardinas, arenques, caballa, atún o salmón.
Provitamina A o precursores de la vitamina A
Algunos carotenoides de las plantas funcionan como precursores de la vitamina A. Este es el caso de los betacarotenos, que se convierten en retinol por una acción enzimática en el intestino.
Los carotenoides los encontramos, sobretodo, en los vegetales de color amarillo y naranja. También en algunos de color verde oscuro. Los pigmentos amarillos y naranjas de los carotenoides quedan “escondidos” bajo el verde oscuro de la clorofila. Las mejores fuentes de carotenos son:
- Pimiento rojo, boniato, calabaza y zanahoria.
- Melón cantalupo y mango. Melocotones y nectarinas en menor cantidad.
- Espinacas, brócoli, acelgas, col rizada.
Para poder absorberlos mejor, debemos cocinar las verduras y mezclarlas con un poco de aceite de oliva.
Algunas frutas y vegetales, sobre todo las de color amarillo y naranja, son fuente de betacarotenos.
Déficit y efectos en la salud
La deficiencia de vitamina A suele estar producida por una dieta deficiente durante largo tiempo. No es habitual en los países desarrollados, pero puede aparecer en algunos países de África y del Sudeste asiático, donde escasean los alimentos ricos en vitamina A.
Aunque, los trastornos que afectan a la absorción de las grasas en el intestino también pueden aumentar el riesgo de padecer déficit. Estamos hablando de diarrea crónica, celiaquía, algunos problemas pancreáticos u obstrucción de vías biliares.
Algunos de los signos de la carencia de vitamina A son:
- Piel muy seca, con erupciones habituales, escamas o arrugas.
- Uñas quebradizas.
- Falta de visión, ceguera nocturna, ojos muy resecos por falta de lagrimeo.
- Inapetencia y falta de olfato.
- Infecciones habituales.
El diagnóstico se basa en una valoración de los síntomas y en una analítica de sangre. En un principio es necesario un suplemento para remontarla, pero aconsejamos siempre seguir las instrucciones y consejos de nuestro médico o especialista, que se adaptarán a cada caso particular.
Lee también: Conservación de las vitaminas: todo lo que debes saber
Cuidado con el exceso
La vitamina A en exceso podría llegar a ser tóxica. Esta es una condición que se conoce como hipervitaminosis A. Se calcula que podría llegar a considerarse peligroso con un consumo 10 veces mayor que las dosis diarias recomendadas.
Generalmente, es difícil llegar a cantidades problemáticas a través de los alimentos. Las intoxicaciones suelen producirse cuando se toman suplementos de vitamina A. Por eso, se recomienda seguir siempre los consejos de profesionales de la salud.
Un consumo muy elevado de vegetales ricos en provitamina A no suele provocar problemas de toxicidad. El cuerpo absorbe lo que necesita y elimina el exceso. Aunque grandes cantidades de betacarotenos pueden darnos una coloración anaranjada de la piel.
En otoño es sencillo llenar el plato de verduras de color verde, naranja y amarillo. Y si sumamos leche, pescado y huevos; tenemos los alimentos suficientes para prevenir el déficit de vitamina A. Ana Vilarrasa. Mejor con Salud. 28 noviembre, 2019
Leave a reply