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Las familias catalanas desperdician un 10% de los alimentos que compran
Las familias catalanas desperdician al menos un 10% de los alimentos que compran
El primer estudio de la Generalitat sobre despilfarro alimentario constata que cada hogar descarta 63 kilos de comida al año, con lo que se podrían alimentar casi 275.000 personas
El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, junto a la presidenta de la Fundació Espigoladors, Mireia Barba, en las nuevas instalaciones de la empresa elaboradora És Im-Perfect, en El Prat de Llobregat.
María Jesús Ibáñez, publicada en El Periódico 24 FEB 2025 17:27
Cada año, los hogares catalanes desperdician 63,61 kilos de comida que se habría podido aprovechar, según ha recogido el primer estudio hecho en Catalunya sobre el despilfarro alimentario, que concluye que con todos esos productos, que suman casi 174.000 toneladas de alimentos, se habrían podido cubrir las necesidades de 274.948 personas. Habida cuenta de que el consumo de alimentos por familia es de unos 632 kilos anuales, esto significa que el 10% de la cesta de la compra termina en la basura. Los que más a menudo sufren este destino son los alimentos frescos, según indica el director general de Empreses Agroalimentàries de la Generalitat, Joan Gòdia.
El dato lo ha facilitado este lunes el conseller de Agricultura i Alimentació, Òscar Ordeig, que ha subrayado que el estudio, que llevan a cabo conjuntamente el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentària (IRTA) y el Centre de Recerca en Economia i Desenvolupament Agroalimentari (CREDA), seguirá realizándose hasta 2026 para tener así una fotografía más completa del desperdicio de alimentos en Catalunya y «poder actuar en consecuencia, porque los efectos de estas pérdidas no son solo económicos, también lo son ambientales y sociales». Mientras tanto, ha detallado Ordeig, «se continuará trabajando en el reglamento que debe desplegar la ley contra el derroche alimentario«, que lleva ya cinco años aprobada.
De momento, la norma se ha ido aplicando en ámbitos muy específicos, como el de la restauración, que lleva ya un tiempo trabajando en acciones para reducir desperdicios, ofreciendo, por ejemplo, a los clientes la posibilidad de llevarse a casa los restos de comida que no haya consumido o participando en acciones como la campaña ‘Aprofitem els aliments’. En el campo, el primer eslabón de la cadena alimentaria, también se está trabajando ya, pero desde el ámbito del voluntariado.
«El objetivo es que Catalunya sea el epicentro europeo de la lucha contra el desperdicio de alimentos, porque si queremos conseguir la soberanía alimentaria, hay que ser sostenibles en toda la cadena alimentaria«, ha dicho el conseller.
El modelo de Espigoladors
Ordeig y Gòdia han participado este lunes en el acto de inauguración de las nuevas instalaciones de la empresa transformadora És Im-Perfect en El Prat de Llobregat. En esa nave, que triplica el tamaño del anterior obrador, trabajan 24 personas en riesgo de exclusión social, que elaboran mermeladas, cremas y patés a partir de frutas y verduras que han sido descartadas en la cosecha. El objetivo de la entidad es ampliar la plantilla hasta el medio centenar de personas, ha explicado Mireia Barba, presidenta de la Fundació Espigoladors, a la que pertenece És Im-Perfect.
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