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Las funciones en el cuerpo humano de las hormonas
Estas son las hormonas más importantes del cuerpo humano y sus funciones
Además de las hormonas relacionadas con la reproducción, existen otras muchas, como la melatonina o la oxitocina, que cumplen funciones estructurales y vitales
Por Verónica Palomo Consumer Eroski 7 de junio de 2022
Las hormonas circulan por el cuerpo controlando prácticamente todas las funciones. Influyen en el estado de ánimo, el peso, la sudoración, la presión arterial, el apetito, las horas de sueño, el ciclo menstrual y el deseo sexual. Si están en equilibrio, aseguran que el organismo funcione como un reloj; pero si no lo están, se crea un desequilibrio que puede afectar a nuestra salud. En las siguientes líneas explicamos las hormonas más destacadas y de qué se encargan en concreto en nuestro cuerpo.
Las hormonas no son solo cosa de adolescentes. Es cierto que en el tránsito de la niñez a la vida adulta adquieren especial protagonismo, ya que implica pasar por una fase de transformaciones físicas y psicológicas tan intensas que el trabajo que realizan estos mensajeros químicos se hace más evidente. Pero las hormonas también tienen mucho que decir en otras etapas de la vida.
Durante la menopausia son especialmente conocidas por su mala fama, con todos los efectos secundarios que supone la caída brusca de los estrógenos para algunas mujeres (sofocos, sequedad vaginal, dolor de cabeza). Y durante la gestación sorprenden por su trabajo, ya que estas sustancias facilitan el parto, hacen posible la producción de leche y hasta el amor que la madre siente por su hijo.
Sin embargo, las hormonas suelen pasar desapercibidas cuando afectan a nuestro estado de ánimo, al peso o al hecho de que nos suden más o menos las manos. Ellas también pueden ser responsables de todo ello, al igual que de nuestra fatiga, de un nivel de estrés exagerado o de la falta de deseo sexual. Esto es así porque son unas sustancias que, una vez son segregadas por las glándulas endocrinas, viajan por todo el torrente sanguíneo hacia otras células y órganos del cuerpo donde controlar y regular sus funciones.
¿Cambios hormonales o desequilibrios hormonales?
María Ángeles Gálvez, coordinadora del Área de Neuroendocrinología de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), define el desequilibrio hormonal como “una alteración en los niveles hormonales (elevaciones o descensos) por causas no naturales y con repercusión en la salud”.
Es decir, que la menopausia, por ejemplo, con cambios hormonales (descienden los niveles de estrógenos y progesterona) que ocurren de manera natural en todas las mujeres entre los 45 y 55 años, no entraría dentro de esa definición. Sin embargo, un hipertiroidismo, una enfermedad producida por una superproducción hormonal de la glándula tiroides y que provoca palpitaciones, insomnio, las alteraciones menstruales o pérdida de peso involuntaria, sí que lo harían.
“Sea por causas naturales —motivadas por la edad y los procesos biológicos a lo largo de la vida—, por el estilo de vida (obesidad) o por un trastorno o enfermedad, los problemas de salud pueden aparecer cuando se segrega demasiada o poca cantidad de cualquier hormona”, indica Gálvez.
Las hormonas sexuales y su función en las etapas vitales
Existen muchas hormonas diferentes en el cuerpo humano —se han identificado más de 80— y todas, en mayor o menor medida, cumplen funciones importantes. De manera natural, según se van cumpliendo años, los niveles de algunas se disparan, otros permanecen inalterados a lo largo de la vida y otros decaen, bien porque se van produciendo menos o porque los diferentes órganos se vuelven menos sensibles a la hormona que los controla. Estos son algunos de los momentos clave.
👧 Adolescencia de la mujer
La pubertad comienza entre los 8 y 13 años en las niñas, aproximadamente dos años antes que la de los niños, y suelen completarla a los 17 años.
En esta etapa, sus ovarios comienzan a producir estrógenos y sus niveles van incrementándose gradualmente, ya que el cuerpo femenino necesita de una gran cantidad para la gran trasformación física que va a experimentar: desarrollo de los senos (el crecimiento del botón mamario es el primer signo de que ha comenzado la pubertad en las niñas), el estirón (trabajan conjuntamente los estrógenos, que estimulan el cartílago de los huesos, y la hormona del crecimiento), el ensanchamiento de las caderas o la menstruación.
También aparece el acné, porque, aunque los chicos segregan más testosterona, las mujeres también tienen esta hormona que provoca que se estimule la producción de sebo.
Antes de la pubertad, los niveles de andrógenos (las hormonas masculinas) son bajos tanto en las niñas como en los niños, pero se incrementan cuando comienza la adolescencia (aunque más en ellos) y esto hace que se estimule el crecimiento del vello o el despertar del interés sexual en las chicas.
🔴 Menstruación
El estrógeno también ayuda a controlar el ciclo menstrual. Los estrógenos varían a lo largo del mes, con los picos más altos en la mitad del ciclo mensual (durante la ovulación), ya que está estimulando el útero para una posible fecundación, y más bajos cuando llega el sangrado menstrual, momento en el que el organismo entiende que no ha habido embarazo y vuelven a caer a mínimos para dar comienzo a un nuevo ciclo. Pero este desequilibrio se puede definir como un desajuste ligero que no afectará a la salud.
🤰 Embarazo
Desde el mismo momento en el que se produce la implantación del embrión, los ovarios comienzan a secretar más estrógenos y progesterona, aunque hasta el cuarto mes del embarazo lo hace en cantidades solo ligeramente superiores a las que se producen en la segunda mitad del ciclo menstrual.
Sin embargo, a partir del día 60 de gestación, la placenta empieza a secretar estas hormonas en cantidades progresivamente elevadas, alcanzando un máximo al final del embarazo. Los niveles de estrógenos maternos a lo largo del embarazo alcanzarán unas concentraciones 30 veces superiores a las que se encuentran en la fase lútea (periodo entre la ovulación y la menstruación).
Los niveles de progesterona, que prepara el pecho para la producción de leche, también se elevan, haciendo subir la temperatura corporal de la futura madre y que su intestino funcione más lento (de ahí que las embarazadas padezcan estreñimiento). La progesterona va aumentando progresivamente a lo largo de los nueve meses, alcanzando unas concentraciones 10 veces superiores que las que se encuentran durante la fase lútea.
Este aumento de estrógenos y progesterona también afecta a la serotonina, provocando cambios emocionales en algunas mujeres: una mezcla de tristeza, alegría o miedo ante el alumbramiento.
También suben los andrógenos, las hormonas masculinas que también tienen las mujeres, y por ello suele aparecer algo de vello en cara, brazos, piernas y pezones (desaparece como tarde a los seis meses tras el parto). Estas mismas hormonas, unidas a la subida de los niveles de progesterona, hacen que la piel esté más grasa y haga que algunas embarazadas tengan granitos y en otras aporta un brillo y luminosidad especial.
Poco después del parto la producción de estrógenos y progesterona se detiene, alcanzando valores comparables a los presentes en la mujer no embarazada.
👩 Menopausia
Se produce con el cese de la función ovárica, que va a conducir a una disminución brusca de los niveles de estrógenos en sangre. Esta bajada es la responsable de la aparición de los síntomas que acompañan a la menopausia: sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal, problemas de sueño…
👦 Adolescencia en los hombres
La testosterona, la principal hormona sexual masculina producida en los testículos, se encuentra por las nubes en esta etapa de la vida del hombre. Estimula la maduración de los órganos reproductores, el crecimiento muscular y óseo, la aparición de vello púbico y facial.
Además, es la causante del desarrollo de las características sexuales secundarias, que son rasgos que estimulan el desarrollo masculino e incluyen características que no forman parte del sistema reproductor, como por ejemplo el cambio de voz, que se vuelve más grave.
👨 Andropausia
Por lo general, a partir de los 20 años empieza bajar la producción de testosterona. La velocidad de disminución de esta hormona varía mucho entre los hombres. A los 70 años, algunos pueden tener niveles similares a los de uno de 30. Otros varones jóvenes pueden presentar valores bajos y desarrollar ciertas características asociadas con el envejecimiento: pérdida de deseo, menor masa muscular, aumento de la grasa abdominal, pérdida de energía, osteoporosis, lentificación del pensamiento o anemia. Pero precisamente esta disminución gradual hace que estos síntomas sean mucho más leves que los de la menopausia femenina.
¿Qué hacen estas hormonas en el organismo?
Pero además de las hormonas relacionadas con la reproducción, existen otras muchas que cumplen funciones estructurales y vitales. La hormona del crecimiento, las tiroideas, la insulina, la melatonina, la serotonina y la oxitocina son algunas de las más importantes.
➡️ La hormona del crecimiento
“Es la hormona que estimula el crecimiento en la etapa infantil. En los adultos, las principales funciones están relacionadas con el mantenimiento de la masa ósea y muscular”, explica María Ángeles Gálvez, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), sobre la hormona del crecimiento.
Su deficiencia en la edad adulta “ocasiona alteraciones de la composición corporal e influye en la calidad de vida, de manera que las personas con déficit de esta hormona suelen tener poca resistencia al esfuerzo físico, más adiposidad y menos densidad mineral ósea”, añade Gálvez.
La máxima secreción sucede sobre la semana 20-24 de vida fetal. Tras el nacimiento del bebé, la producción de la hormona es escasa hasta la etapa de la pubertad, en la que aumenta considerablemente. Entre los 20-30 años comienza a disminuir y en la vejez los niveles son nulos.
➡️ Tiroxina y triyodotironina, las hormonas de la tiroides
Dos de las principales hormonas que libera la tiroides son la triyodotironina (T3) y la tiroxina (T4). Estas hormonas determinan, entre otras cosas, el peso de la persona (la velocidad a la que nuestro organismo quema calorías), los niveles de energía, la temperatura interna, la piel, el cabello y el crecimiento de las uñas.
De manera natural, a lo largo de la vida los niveles de estas hormonas permanecen estables, pero sí que se pueden alterar debido a enfermedades como el hipertiroidismo (cuando la glándula tiroides produce más hormonas de las que el cuerpo necesita) e hipotiroidismo (cuando no produce las necesarias).
➡️ Insulina, el transporte del azúcar
La insulina es la hormona que transporta la glucosa desde el torrente sanguíneo hasta los tejidos del organismo para que después se convierta en energía. Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producirla y las personas con diabetes tipo 2 no pueden producir suficiente o producen demasiada, por ello el organismo no responde de manera correcta.
Pero el azúcar en sangre también aumenta naturalmente con la edad. Exactamente el nivel promedio de glucosa en ayunas se eleva de 6 a 14 miligramos por decilitro cada 10 años después de cumplir los 50, ya que las células se vuelven menos sensibles a los efectos de la insulina. Cuando se alcanza el nivel 126 mg/dL se considera que una persona tiene diabetes, una enfermedad que afecta a un alto porcentaje de personas mayores de 65 años.
➡️ Melatonina
También conocida como la hormona del sueño, ya que regula los ciclos de sueño y vigilia, la melatonina influye en nuestro reloj biológico y se ve afectada por la luz (los niveles aumentan por la noche y disminuyen por la mañana), pero también estimula la secreción de la hormona del crecimiento. Disminuye con la edad, pero también por factores externos, como el uso de algunos medicamentos.
La cantidad de melatonina no es constante a lo largo de la vida. La producción se inicia a los tres o cuatro meses de edad y sus niveles se van incrementando a lo largo de la infancia, hasta alcanzar el máximo entre los 8 y los 10 años. Pasados los 40-45 años comienza a disminuir de forma paulatina y, en mayores de 70, los niveles no superan el 10 % de los que teníamos antes de la pubertad.
➡️ Serotonina
La serotonina es la hormona que levanta el ánimo y lo estabiliza, controla los procesos de aprendizaje y memoria y regula el apetito, causando sensación de saciedad y es necesaria para la producción de la melatonina. El organismo de los hombres genera hasta un 50 % más de serotonina que el de las mujeres.
➡️ Oxitocina
Otra hormona relacionada con la mente es la oxitocina, también llamada la hormona del amor, ya que sus niveles aumentan cuando tenemos contacto físico con otra persona, generando bienestar, relajación, satisfacción y autoestima. Activa los centros de recompensa y está relacionada con el placer (se produce durante los orgasmos).
Durante el parto, se liberan grandes cantidades que hace que las fibras musculares del útero se contraigan, produciendo las contracciones que permiten el nacimiento de los bebés, además de ayudar en la secreción de leche durante la lactancia.
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