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Los jóvenes cambian el alcohol por las bebidas energéticas y la kombucha
Los jóvenes cambian el alcohol por las bebidas energéticas y la kombucha
Entre los cambios que se perfilan dentro del consumo de bebidas dentro y fuera del hogar de nuestro país tras la pandemia, destacan el descenso del consumo de alcohol entre los más jóvenes que las cambian por alternativas como bebidas energéticas o el lento avance de la marca blanca en refrescos.
Javier Mesa. Revista El Economista
La presencia de marca blanca en la sección de refrescos ha pasado del 23% al 27% en cinco años. elEconomista.es Alimentacióny Gran Consumo 11 Industria El avance del consumo de productos del distribuidor o de marca blanca ha sido imparable en los últimos años en los que se ha convertido en refugio ante la inflación. De hecho, su cuota alcanzó el año pasado un 50% del valor en el consumo dentro del canal de distribución, según datos de Kantar WorldPanel.
Esta categoría ha visto aumentar su peso en la cesta de la compra en 8 puntos desde el 42% registrado en 2019. Sin embargo, el bocado que le da la marca blanca a la del fabricante tiene un tamaño diferente según la sección del supermercado, sin contar la de alimentos frescos, donde su penetración aún es residual. La mayor cuota, según la consultora, corresponde al lineal de Droguería, que ha pasado de concentrar un 53% en 2019 a un 58% en 2023. Tal y como recuerda Mayte González, Shopper & Media Director de WorldPanel, este peso responde a la menor percepción de diferencia con la marca de fabricante en productos como los detergentes.
En esas categorías donde el peso de la marca de fabricante en términos de sabor o innovación debería ser más grande, las enseñas del distribuidor también han logrado un fuerte avance de ocho puntos porcentuales en estos cuatro años, pasando en la sección de Alimentación del 46% al 54%, excluyendo a los productos frescos perecederos. Se trata del mismo crecimiento porcentual que el registrado en este periodo en la tercera sección más ‘blanca’, la de los productos de Droguería, que han aumentado su peso en la cesta de la compra del 27% al 25%, una zona donde la enseña de fabricante sigue mostrando gran fortaleza a pesar del incremento de la del distribuidor. En la última gran categoría, la de las bebidas, el crecimiento de la marca blanca es aún tímido, pasando del 23% en 2019 al 27% el año pasado.
Sin embargo, la responsable de Kantar recuerda la importancia de este avance en un territorio donde el consumidor no busca un genérico, sino de una marca concreta como la Coca-Cola o el Nestea. En este sentido, González, destaca el hecho de que desde 2019, las bebidas han conseguido posicionar sus lanzamientos entre las 10 principales innovaciones del gran consumo con lanzamientos como el Distinto de Verano –Schweppes–, Cactus y Lima de Desperados –Heineken–, las ginebras light de Beefeater o sin alcohol de Tanqueray o la línea de refrescos Creations –Coca-Cola–. Y a pesar de que las grandes marcas del fabricante siguen liderando esta sección, la experta avisa de la importancia del avance de la marca blanca en una categoría como la de los refrescos en 2023 como un indicio de los próximos movimientos de la distribución. Al ampliar el foco sobre la categoría de Bebidas en todos los canales de la distribución, incluyendo las tiendas tradicionales, los datos de Kantar reflejan un tímido avance de 1,3 puntos en la cuota de valor de la marca del distribuidor sobre la del fabricante entre 2022 y 2023, cuando alcanzó un 23,5% del total. Sin embargo, por especialidades, el mayor creUno de cada dos jóvenes reconoce que está reduciendo su consumo de alcohol. elEconomista.es Alimentación y Gran Consumo 12
En general, el alcohol ha reducido su presencia en los actos de consumo dentro del hogar. cimiento se dio en el terreno de los refrescos, 2,8 puntos porcentuales que elevan la cuota de la marca blanca al 23,8% en el territorio de la Coca-Cola y la Fanta. Sobre todo, contrasta con el imperceptible avance de 0,7 puntos en la sección de cervezas hasta el 21,1% del valor de mercado y de 1,6 puntos en el caso de las aguas, que se quedan con una cuota de marca del distribuidor de un 18,7%. En términos generales, los datos indican que el mercado de las bebidas frías en España creció el año pasado un 2,1% en valor, hasta alcanzar los 14.491 millones de euros, principalmente debido al efecto de la inflación, ya que el consumo dentro y fuera de los hogares disminuyó en volumen.
A pesar del avance en valor, este aún se sitúa un 6,8% por debajo del registrado en 2019, antes de la pandemia. En concreto, según datos del informe de tendencias de Kantar, el canal fuera del hogar, que acapara el 60% del total de lo que se bebe, sin contar el agua del grifo ni el consumo de 80 millones de turistas, perdió clientes. Su índice de penetración fue del 91,6% frente al 97,7% de 2019. Además, la frecuencia de consumo pasó de una media de 72 actos por año antes de la pandemia a los 54 del de 2023. El consumo en los hogares mantuvo tanto sus datos de penetración (99,6) como de frecuencia (50), aunque ligeramente por debajo de los índices de 2019. Sin embargo, los datos de Kantar reflejan una disminución de la cantidad de bebidas adquiridas por cada acto, lo que redujo la compra media por hogar en 7 litros y el volumen del mercado un -0,7%.
Como gran tendencia, se observa un progresivo retroceso en el consumo de bebidas alcohólicas, que son las únicas que no crecieron en valor de mercado a pesar de la inflación. De hecho, su presencia en los actos de consumo dentro de los hogares ha pasado del 26,8% en 2019 al 21,5% en 2023, mientras que fuera de los hogares el retroceso ha sido del 57% al 52,7%. Este cambio de tendencia viene liderado por el público joven, ya que uno de cada dos estás reduciendo su consumo, aunque es una línea que abarca hasta los menores de 23 años. En cambio, los datos reflejan un avance de las bebidas energéticas con un 15% de hogares compradores, tres puntos más que en 2019, y con una presencia en el 5,2% de las ocasiones de consumo fuera del hogar. Otra de las bebidas que pescan en la caída del consumo de alcohol es la kombucha, la bebida probiótica fermentada de te que alcanza ya al 3% de los hogares en tan solo 3 años y que ya cuenta con referencias de marca blanca en los lineales.
Publicado en El economista
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