.Enfermedades relacionadas con la Obesidad
Los laxantes
Pasos previos que se deben seguir antes de dispensar un laxante en la farmacia
Ni todos los laxantes son iguales ni todos los pacientes sufren el mismo estreñimiento. Conocer unos y otros es imprescindible para una buena recomendación.
A las personas que tienen ganas de defecar y no pueden es mejor recomendarles un laxante por vía rectal frente a los orales.
Covadonga Diaz González. Publicado en Diario Médico el Dom, 25/12/2022 –
Por estreñimiento se entiende la falta de evacuación completa del colon distal a partir de movimientos intestinales adecuados. Si la defecación resulta dolorosa de manera recurrente también se considera estreñimiento, así como cuando se produce, con o sin dolor, con una frecuencia inferior a tres veces a la semana, o bien si se produce una sensación de evacuación incompleta.
El origen de este trastorno es multifactorial y, realmente, los detalles sobre su fisiopatología en parte son desconocidos. No obstante, los factores que aumentan el riesgo de aparición son el bajo consumo de fibra, la ingesta insuficiente de agua, un estilo de vida sedentario, alteraciones a nivel de la flora intestinal, el consumo de determinados medicamentos, en particular complementos de hierro y opiáceos, anomalías anatómicas en el intestino y también causas genéticas, explica Mar Menéndez-Castañedo, titular de oficina de farmacia y vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Asturias.
La prevalencia del estreñimiento se sitúa, según algunos estudios, en el 16% en adultos en general, cifra que asciende al 33,5% en población mayor de 60 años, con una frecuencia mayor en el caso de las mujeres que en el de los hombres. También ellas son más propensas a buscar atención sanitaria frente al estreñimiento y a tomar laxantes. En población infantil la prevalencia del estreñimiento es igualmente elevada, de en torno al 30%, más alta incluso de lo que a veces se presupone, señala la experta.
Esta información es muy útil para el farmacéutico, pues el estreñimiento es una consulta frecuente en la botica, desde donde se puede contribuir de una forma eficaz a su abordaje, gracias a los consejos de autocuidado y a la información que puede aportar sobre el uso correcto de los medicamentos.
Pero, para que el consejo farmacéutico resulte adecuado y eficaz, se requiere averiguar algunas situaciones específicas del paciente antes de proceder a la dispensación de un producto, como puede ser un probiótico o un laxante. Así, distinguir el tipo de estreñimiento que sufre, determinar las características individuales de cada persona y, si hiciera falta recurrir a un laxante, decidir cuál es el más adecuado a cada uno son factores clave de la intervención del farmacéutico, según Menéndez-Castañedo y Eva Ruiz, farmacéutica y responsable del Departamento de Consultoría y Formación de Asefarma.
¿Agudo o crónico?
En este protocolo, una cuestión fundamental es determinar es si se trata de un estreñimiento ocasional o crónico. Según los expertos, la frecuencia defecatoria considerada normal en adultos es de entre tres deposiciones al día y una cada tres días. El estreñimiento puede ser agudo o transitorio cuando se presenta por causas puntuales, como puedan ser variaciones en la dieta, situación de encamamiento, periodos de mayor sedentarismo, embarazo o tratamientos farmacológicos, y desaparece de forma espontánea en menos de tres meses.
También puede ser provocado por una situación de estrés mantenido en el tiempo, ya que el sistema digestivo está íntimamente relacionado con el sistema nervioso y conocer el detonante es necesario para combatirlo, indica Ruiz.
Preguntar por el estilo de vida
Menéndez-Castañedo recomienda también que el farmacéutico pregunte por los hábitos o las circunstancias del paciente. «Es muy importante saber el estilo de vida de la persona que nos consulta en nuestras oficinas sobre esta cuestión y realizar una educación sanitaria desde la farmacia, con un consejo farmacéutico adecuado, en vez de dispensar ya de mano un laxante».
Desde su punto de vista, considera clave insistir en la importancia de la alimentación y de un consumo adecuado de fibra soluble, explicando al paciente que puede obtenerla de alimentos como las legumbres, los cereales en su versión integral, las frutas, sobre todo, ciruelas y uvas, y las verduras en general, pero particularmente lechuga, espinacas y acelgas. Otro aspecto relevante es hacer hincapié en la ingesta apropiada de agua, dado que es indispensable que la fibra haga su efecto y favorezca el avance y expulsión de las heces.
El consejo farmacéutico también debe contemplar hablar de la vida activa y abandonar el sedentarismo si se quiere prevenir o combatir el estreñimiento, apunta la vocal de Alimentación, algo que corrobora la portavoz de Asefarma, quien insiste en los beneficios del ejercicio a diario frente al estreñimiento. «Aunque sea simplemente caminar, hay que hacerlo, igual que beber al menos 2 litros de agua, ingerir alimentos ricos en fibra soluble, como el salvado de avena, que aumentan la consistencia, la textura y el volumen de las deposiciones, e incrementar la ingesta de frutas y verduras en la dieta», añade esta experta.
Qué medicamentos está tomando
Si solo con la modificación de estos hábitos no se consigue el resultado esperado el farmacéutico debe preguntar si el paciente está tomando algún tipo de medicación y a qué hora ingiere los fármacos para evitar cualquier tipo de interferencia. Tanto es así, que «es necesario tener en cuenta que los laxantes aceleran el tiempo que están las heces en el intestino, haciendo que avancen más rápido, de tal modo que si se acelera este proceso puede dificultarse la absorción de otros fármacos», advierte Menéndez-Castañedo.
Una vez conocidas las circunstancias individuales de cada individuo, el farmacéutico puede considerar recomendar la dispensación de un producto de ayuda. Y aquí la información obtenida es determinante para elegir entre la amplia oferta disponible.
«Puede empezar recomendando la toma de un probiótico, dado que una flora intestinal variada y equilibrada es el primer paso para evitar el estreñimiento, aunque es necesario tener en cuenta que pueden ser necesarias varias semanas de tratamiento, es decir, que no se van a obtener resultados en dos días, con lo que puede no ser una opción válida si el paciente tiene mucha molestia y busca una solución rápida», indica la portavoz del COF de Asturias.
No todos los laxantes son iguales
Respecto a los laxantes, el profesional debe saber que se considera como un tratamiento de choque en el caso de estreñimiento ocasional, señala Ruiz. Si es crónico deberá pensarse en un tratamiento continuo que ayude al paciente a mejorar su calidad de vida y que, al menos, le permita tener un ritmo intestinal mínimo de 3 a 5 deposiciones a la semana para tener ocasionalmente sensación de vaciado.
Dicho esto, las expertas recuerdan que no todos los laxantes tienen el mismo mecanismo de acción y que, además, hay diferentes vías de administración, algunas de las cuales pueden ser más apropiadas que otras en función de las características de cada paciente.
Así, Menéndez-Castañedo recuerda que, dentro de los laxantes, están:
- Los formadores de masa, como la metilcelulosa o Plantaben, que actúan aumentando el volumen de las heces.
- Los lubricantes, que lo que hacen es favorecer el avance de las heces, como es el caso de los aceites y parafinas del tipo Medilax, “que es cien por cien natural, causa menos irritación sobre la mucosa y tiene también una versión para lactantes”.
- Los osmóticos, que generan un desequilibrio electrolítico y favorecen el avance de las heces, como sucede con la lactulosa, como el Duphalac.
- Los irritantes del intestino, como el bisacodilo, siendo uno de los más conocidos el Dulcolaxo, que pertenece a un grupo de laxantes sobre el que Menéndez-Castañedo advierte de que deben ser administrados solo durante un corto periodo de tiempo.
En cuanto a la vía de administración, se pueden administrar de forma oral, en forma de comprimidos y cápsulas, o rectal. «La forma de administración no es una cuestión baladí. Es importante determinar a qué altura del intestino se está produciendo el problema de atasco de las heces, para lo cual da pistas saber si la persona presenta deseos de defecar, pero no lo consigue, o ni siquiera siente esa necesidad. Según cómo se presente el estreñimiento puede ser más efectiva una forma de administración u otra», explica Menéndez-Castañedo. En el primer caso, puede ser más efectiva la vía rectal frente la oral. En la segunda situación, habría que optar por un formador de masa o un osmótico y, en última instancia, un irritante intestinal.
Ruiz precisa que en los que se aplican por vía rectal se puede recomendar el uso de microenemas químicos o bien naturales o recurrir a los tradicionales supositorios, que actúan activando las contracciones del intestino, y son más utilizados para el estreñimiento ocasional.
Ambas expertas recalcan que no es conveniente tomar laxantes de manera continua, porque el abuso de alguno de ellos puede provocar dependencia y disminución de la función intestinal”, alerta Ruiz, quien insiste en que los laxantes orales pueden interferir en la absorción de algunos nutrientes y medicamentos y no todos son recomendables en el embarazo y/o la lactancia.
Cuándo derivar
Si pasa el tiempo y no se obtienen los resultados esperados, el farmacéutico comunitario debe derivar al paciente al médico, señala Menéndez-Castañedo, a ser posible antes de que aparezcan complicaciones, como hemorroides o fístulas anales, dado que puede ser necesaria incluso una intervención quirúrgica.
La opción más natural frente al estreñimiento
La fitoterapia puede ser una opción terapéutica más a la que puede recurrir el farmacéutico para ayudar a un paciente que sufre estreñimiento, como apunta Eva Ruiz, de la consultora Asefarma. En el caso de los productos naturales que se administran por vía oral, la experta destaca los siguientes productos:
- Laxantes a base de cáscara sagrada, como frángula, fucus o combinaciones de ambos, que se pueden ingerir diariamente hasta generar un ritmo normalizado por estimulación del movimiento intestinal o porque favorece el volcado de agua al intestino, permitiendo que la defecación se produzca y que las heces sean menos duras.
- Laxantes con alto contenido en fibra, como el plantago ovata, que puede ser administrado a diario. Cuando la ingesta en fibra en la dieta es insuficiente es también admitido porque favorece el aumento del contenido intestinal aportando, en consecuencia, agua a las heces que por esta razón aumentan su volumen facilitando su evacuación.
- Laxantes ricos en aceites, que consiguen ablandar las heces para facilitar su evacuación de una manera más natural.
- Compuestos naturales con senósidos, que contienen glucósidos, que despiertan los nervios del intestino y activan las contracciones rítmicas de los músculos intestinales para recuperar el ritmo perdido y, con ello, conseguir eliminar las heces, indica Ruiz.
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