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¿Los productos de marca blanca son de peor calidad?
¿Los productos de marca blanca son de peor calidad?
Cristina Fernández Esteban, publicado en Bussines Insider el 21 sep. 2024 22:00h.
Las marcas blancas suponen hoy el 58,5% de los alimentos que compran los españoles. ¿Pero eso significa comprar productos de peor calidad?
En el origen comprar marca blanca se asociaba con la clase social. Si no te podías permitir pagar marca de fabricante es porque no tenías dinero. Esto se debe a que una de las características de estos productos es su bajo precio. Si cuestan menos será porque son de peor calidad. La idea flotaba en el imaginario colectivo.
El paso de los años, la apuesta de los supermercados por sus productos y los problemas económicos han cambiado las tornas. Los españoles llegan justos a fin de mes, y la inflación lo ha complicado aún más. Así que no es de extrañar que las marcas blancas o marcas de distribuidor suponen hoy el 58,5% de los alimentos que compran los españoles. Son datos acumulados desde agosto de 2023 a julio de 2024 de un informe de la consultora Circana recogidos por RTVE.
En medio de una escalada del precio de productos tan básicos como los alimentos es normal querer ahorrar. Pero, qué pasa con lo de la calidad. ¿Gastar menos conlleva irremediablemente productos peores?
Productos de peor calidad, ¿realidad o mito?
“Son productos seguros, que son muy parecidos, e incluso iguales que los de marca convencional”, asegura Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
“Por lo general, las marcas blancas están fabricadas por empresas que también tienen marca propia”. De ahí que en muchos casos sean ” exactamente iguales, o muy parecidos”, matiza en Infosalus.
Aunque en realidad, la marca blanca del super que procede de grandes fabricantes solo representa el 5,4% del total, tal y como recoge un estudio de la consultora Kantar. E incluso en esos casos la forma de elaborar cada uno de los productos es distinta, como reconoció en 2009 a La Razón, Ignacio Larracoechea, de la Asociación Española de Fabricantes de Productos de Marca, (Promarca).”Según una encuesta interna entre sus fabricantes, los poquísimos que hacen marca de distribuidor han constatado que tanto el producto como el proceso es distinto, y por tanto las calidades son diferentes”.
Ahora bien, en ese mismo artículo la Unión de Consumidores de España consideraba en cambios que la marca blanca no tiene nada que envidiar en cuanto a la calidad a la marca de fabricante.
“Las organizaciones de consumidores hemos hecho pruebas, hemos comparado la composición de cada uno de los alimentos, hemos seguido a las empresas que estaban detrás, y eso nos ha llevado a mantener durante muchos años el que realmente son una opción viable que permite mantener una calidad adecuada en la alimentación con unos precios notablemente inferiores”, aseguró en 2009, su presidente su presidente, José Ángel Olivan, a La Razón.
“Además, hemos comprobado que en muchos casos las marcas blancas no se corresponden con la peor calidad de la gama de productos, a veces están por encima de la media“, afirmó. Los análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios lo ha mostrado más de una vez.
Como recalcan los nutricionistas, mirar la calidad de los ingredientes y en medida el proceso al que ha sido sometido un producto ayudará a definir la calidad del mismo más que fijarse en solo la marca.
Entonces, por qué la marca blanca es más barata
Como recoge un estudio de la universidad de Alicante, en la marca de distribuidor, generalmente, el precio es el principal criterio de elección. “La marca blanca ofrece un producto a un precio muy competitivo y al mismo tiempo asegura una determinada calidad mínima”.
El producto de marca blanca es más “porque no tienen gasto en investigación y desarrollo ni en publicidad“, expone el director del máster en Comercio y Finanzas internacionales de la Universitat de Barcelona (UB) Emili Vizuete en Conumidor Global.
“Los productos con marca blanca, por lo general, tienen asegurado un alto nivel de ventas, lo cual permite a sus fabricantes aprovechar las economías de escala, disminuir considerablemente los costes de fabricación y con ello, reducir los precios de venta al público”, apunta el estudio. “Otra característica típica de la marca de distribuidor es que no suele promocionarse mediante la publicidad. Esto también le permite conservar un precio de venta bajo, pero al mismo tiempo le dificulta darse a conocer al público”.
No es el único factor. En 2012 un estudio de la consultora The Brattle Group detectó que la mientras que las grandes cadenas aplican márgenes de hasta el 33% de media a las marcas de fabricante, a sus marcas blancas solo les recargan un 8%. Es decir, 25 puntos porcentuales más.
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