La FEC quiere involucrar a ministerios y administraciones para mejorar la atención a la parada cardiaca

La Fundación Española del Corazón (FEC) solicita que ministerios, ayuntamientos y comunidades autónomas se involucren para mejorar la tasa de supervivencia de la muerte súbita en España.

Esta llamada a la acción se ha realizado en la inauguración de la XXXIV Semana del Corazón, en la que se ha presentado también el informe ‘Muerte súbita y Cardioprotección en España’, que se ha elaborado junto a la Sociedad Española de Cardiología y en colaboración con Cruz Roja.

El documento resume el estado de la situación, revisa el impacto social de la muerte súbita, el contexto regulatorio y cómo se aborda la cardioprotección en Europa. Por último, realiza diferentes propuestas de actuación con las administraciones. Por ejemplo, se solicita que el ministerio de Educación implante como formación obligatoria, adaptada a las diferentes edades de los estudiantes, el aprendizaje en soporte vital básico y en el uso de desfibriladores automáticos.

En cuanto al ministerio de Interior, se pide que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado realicen también este tipo de cursos y que cuenten con desfibriladores automáticos en los coches patrulla. Además, se propone que los ciudadanos realicen estos cursos cuando obtengan o renueven el carnet de conducir, tal y como se realiza en Dinamarca.

Respecto al ministerio de Sanidad, se insta a desarrollar un registro nacional de parada cardiorrespiratoria extra hospitalaria y hospitalaria. Tanto Carlos Macaya –presidente de la FEC– como el Ignacio Fernández Lozano, portavoz de la SEC y coordinador del informe, han lamentado la disparidad de normativas respecto a la cardioprotección. Han pedido también que se adapte la legislación vigente a las necesidades de educar a la población en maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) y en acceso público a la desfibrilación.

Por último, se propone a los ayuntamientos a que formen en RCP a los trabajadores municipales que trabajan en vía pública, instalar desfibriladores en plazas públicas, en coches patrulla y en autobuses urbanos y formar a sus conductores. Otras sugerencias son fijar la instalación de desfibriladores como requisito para la concesión de licencias a locales y el desarrollo de planes de vivienda cardioprotegida. Por otro lado, se insta a las empresas a que formen a sus trabajadores en este ámbito y se fomente la implantación de desfibriladores en los espacios de trabajo.

Datos dispares en Europa

Carmen Martín, del departamento de Salud y Socorro de Cruz Roja, ha recalcado la disparidad de cifras que ha arrojado el estudio prospectivo EuReCa ONE, realizado en 27 países europeos: la muestra está formada por personas que sufrieron una parada cardiorrespiratoria en 2014 y fueron o no atendidos por un servicio médico de emergencia.

Los ratios de supervivencia hospitalaria oscilaron entre el 6 y el 55 por ciento entre los diferentes países lo que, en su opinión, muestra la necesidad de reforzar los sistemas sanitarios ante este problema de salud.  Javier Granda Revilla. Diario Médico 26 septiembre, 2018