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Proteger el hígado en las dietas de ayuno
Descubren las claves para proteger el hígado durante la pérdida de peso por ayuno
Los niveles de SAMe hepático, un derivado de la metionina, deben ser bajos para quemar grasas, pero suficientes para que el hígado no sufra.
El equilibrio en circunstancia de ayuno debe ser perfecto para que el hígado no sufra.
Por María R. Lagoa. Publicado en Diario Médico el Lun, 07/08/2023 –
Una investigación que publica Cell Metabolism ha descubierto las claves de la adaptación celular durante los períodos de ayuno que tienen por fin la pérdida de peso y el mecanismo que protege el hígado del daño que pueden causar estas dietas.
El trabajo ha demostrado que es la disminución de SAMe hepático, un derivado de la metionina, la que induce la pérdida de peso pero que es necesario un equilibrio de sus niveles.
Deben ser bajos para indicar al cuerpo que tiene que quemar grasas pero suficientes para que el hígado no sufra, según los datos del estudio, dirigido por Marta Varela Rey, del Grupo de Investigación de Regulación de la Expresión Génica en Enfermedades del CiMUS de la Universidad de Santiago de Compostela, en colaboración con el grupo de María Luz Martínez Chantar, del CICbioGUNE del País Vasco.
“Durante muchos años se ha demostrado que las dietas bajas en metionina inducían el adelgazamiento. Sin embargo, nuestros estudios van más allá y demuestran que es la reducción hepática de SAMe, uno de los subproductos de la metionina, la que en realidad induce la pérdida de peso, y que una disminución excesiva o crónica de sus niveles dañarían el hígado durante las dietas de restricción calórica”, explica Marta Varela.
La investigación se realizó con ratones modificados genéticamente para que tuvieran niveles bajos de SAMe. Nos Llamó la atención que estaban flacos pero tenían hígado graso y cáncer“.
Por otra parte, estos ratones perdían peso más rápidamente que los ratones sanos en ayuno. “El hígado de nuestros ratones con niveles muy bajos de SAMe en ayuno sufría mucho porque se ponía a quemar tanta grasa que se dañaba“.
Mantener el perfecto equilibrio
La conclusión es que el SAMe hepático actúa como sensor metabólico de la nutrición, frenando la quema de grasas en el hígado y protegiéndolo.
“Descubrimos por primera vez que el SAMe bajo adelgaza al indicarle a nuestro cuerpo la necesidad de quemar grasas y potenciar una mayor pérdida de peso durante el ayuno y también que hace falta un poco para proteger el hígado, una disminución crónica deja este órgano totalmente desprotegido, sometiéndolo a un estrés excesivo”.
Según la investigadora, este mecanismo se produce porque el SAMe en el hígado actuaría como una ‘regadera’, apagando ese estrés celular que se produce cuando aumenta la quema de grasas durante el ayuno: “Por eso es tan necesario que exista un fino equilibrio entre unos niveles lo suficientemente bajos para indicar que hay que quemar grasas, pero que a su vez sean lo suficientemente altos para preservar a nuestro hígado de dicha quema”.
Varela recuerda que es conocido que en humanos con hígado graso o cirrosis, los niveles de este subproducto de la metionina están muy bajos, y que en personas obesas son altos.
La investigación, además, ha evidenciado por primera vez que, durante los períodos de restricción calórica, este SAMe ha de producirse en unos lugares de la célula muy concretos, donde ejercen su papel protector.
Mitocondrias, zonas protectoras
“Demostramos que la enzima que produce el SAMe se va a las mitocondrias para preservar el hígado”, destacan Jorge Cañas y Alba Capelo, los estudiantes de doctorado a cargo de proyecto.
Estos hallazgos, conseguidos gracias a la financiación de la Agencia Estatal de Investigación, la Xunta de Galicia y la Comisión Europea, podrían tener implicaciones significativas en el diseño de enfoques terapéuticos para enfermedades relacionadas con el metabolismo hepático y la regulación nutricional.
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