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¿Qué pasa si dejo de tomar lactosa y no soy intolerante?
¿Qué pasa si dejo de tomar lactosa y no soy intolerante?
- Por Isabel Gallardo Ponce, Publicado en Cuidate Plus el Jueves, 12 de Agosto de 2021 –
El abandono de la lactosa como una forma de cuidar nuestra salud puede perjudicar nuestra salud intestinal
Como en todo, en nutrición también hay modas. En los últimos tiempos parece que si no desterramos algún nutriente de la alimentación no cuidamos nuestra salud. Esto parece ocurrir también en el caso de la lactosa, atribuyendo a su eliminación supuestos beneficios para la salud.
Sin embargo, abandonar el consumo de los productos lácteos sin un diagnóstico médico y pensando que así estaremos más sanos conlleva riesgos. Elena Sierra, alergóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, y María Garriga, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid, explican a CuídatePlus qué efectos tiene sobre la salud decidir no tomar lactosa si no somos intolerantes.
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es el principal azúcar presente en la leche y en los derivados lácteos. Se trata de un disacarido, lo que quiere decir que está formado por dos azúcares simples: la glucosa y la galactosa. “En el intestino existe una enzima, llamada lactasa, que se encarga de digerir la lactosa y desdoblarla en estos dos azúcares. De esa forma se absorben en la pared intestinal”, explica Sierra.
Las personas intolerantes a la lactosa fabrican o muy poca cantidad de esta enzima -lactasa- o ninguna-. El hecho de no poder desdoblar estos dos azúcares hace que la lactasa no se absorba y se produzca en el colon una fermentación de ese azúcar. Todo eso genera los síntomas típicos de la intolerancia a la lactosa:
En los mamíferos esta síntesis de la lactasa tiende a desaparecer. Sin embargo, en los humanos que continúan tomando leche tras la lactancia materna esa síntesis es dependiente al consumo mantenido de lactosa.
¿Qué pasa si dejo de tomar lactosa?
Es cierto que las personas somos los únicos mamíferos que continuamos tomando leche tras el destete. Pero eso no lo convierte en contraproducente. De hecho, según explican Sierra y Garriga, el hecho de que personas sanas sin ningún síntoma de intolerancia a la lactosa decidan dejar de tomar lactosa como parte de una alimentación equilibrada conlleva que el intestino deje de producir lactasa. ¿Eso qué significa? Básicamente que si dejamos de tomar lactosa durante un periodo de tiempo prolongado, deja de producirse la síntesis de la lactosa y los alimentos que antes nos sentaban bien pueden comenzar a darnos problemas.
“La enzima funciona con retroalimentación positiva, es decir, que cuanta más lactosa tomas más lactasa se genera. Si haces que disminuya esta función durante un tiempo prolongado al reintroducir la lactosa se pueden originar problemas digestivos”, dice Garriga..
Así pues, la consecuencia de decidir abandonar la lactosa produce que una persona con tolerancia a la lactosa “se vuelva intolerante. En niños es frecuente que se trate de una intolerancia transitoria; desde el momento en que se vuelve a introducir la lactosa, el intestino vuelve a sintetizar la enzima y en un tiempo variable vuelven a ser tolerantes”, añade Sierra.
Dejar la lactosa no ayuda a adelgazar
Muchas personas deciden eliminar la lactosa bien porque consideran que esto les ayudará a tener una mejor salud intestinal o con el objetivo de perder peso. Nada más lejos de la realidad. Las leches sin lactosa que se consumen cuando hay una intolerancia, o con la idea errónea de que su composición baja en azúcares ayudará a adelgazar añaden de forma artificial la enzima intestinal -la lactasa-.
De esta forma, esas leches ya incorporan la lactosa desdoblada en lactosa y glucosa para que el intestino de las personas intolerantes puedan absorberla directamente. “El sabor dulzón propio de las leches sin lactosa se debe a que incorporan glucosa. El mito de que la leche sin lactosa tiene menos azúcar y por eso voy a adelgazar no se sostiene porque azúcares tiene”, asevera Sierra.
La lactosa y el calcio en los huesos
Además, la lactosa tiene un papel muy importante en la absorción de calcio a nivel intestinal y tampoco podemos olvidar que el calcio de la leche es el que mejor se absorbe. Por tanto, el hecho de eliminar la leche de la dieta hace que la ausencia de lactosa reduzca la absorción de calcio intestinal y que éste se fije menos en los huesos, algo muy importante en todas las personas y aún más en el caso de los niños, ya que puede afectar al crecimiento.
“Hay alimentos vegetales que pueden contener calcio, pero la biodisponibilidad es mucho menor; la biodisponibilidad del calcio de origen animal es mucho más efectiva. Si no tienes intolerancia a la lactosa no hace falta quitar la leche de la dieta”, explica Garriga.
Dintel de tolerancia a la lactosa
Otro tema al hablar de la lactosa es el dintel de tolerancia. Unas personas pueden ingerir más cantidad de leche sin que les siente mal y otras deberán repartir el consumo en varias tomas durante el día. “La clave es observar cuál es el dintel de tolerancia y si solo te tomas la leche del café de la mañana no pasa nada. No se aconseja cambiarla por una bebida de soja o de arroz, ya que no llevan calcio incorporado. Hay que fijarse muy bien en el etiquetado para ver si aparece una cantidad de calcio de 120 mg, que es lo que contiene el tetra brik de leche de vaca. Si no aparece de esta forma no se puede sustituir la leche por una bebida vegetal”, apunta Garriga.
Otra opción si existe este dintel de tolerancia es optar por los yogures, que tienen menos cantidad de lactosa que la leche, y que, además, incluye calcio y probióticos -muy importantes para el aparato digestivo-. Según Garriga, “los yogures se toleran mucho mejor porque su cantidad de lactosa es mucho menor”.
En el caso de los quesos, los curados incluyen menos lactosa al tener un menor contenido de leche, al contrario que los frescos. “Hay que intentar no tomar en la misma comida la tarrina de queso fresco, el yogur y luego un café con leche. Pero si se toma el café con leche en el desayuno, una tarrina de queso fresco de 80 gramos a media mañana y un yogur de postre de la cena, seguramente no siente mal al estómago”, explica Garriga. Y esto será así en el caso de que exista ese dintel de tolerancia.
¿Los medicamentos incluyen lactosa?
Otro problema que puede producirse al dejar de tomar lactosa y convertirnos en intolerantes es que muchos medicamentos y muchos alimentos procesados incluyen lactosa como excipiente.
Ante la duda de si un alimento puede ser perjudicial es recomendable solicitar una opinión médica con el alergólogo, el digestivo o el pediatra en el caso de los niños. “Es preferible realizar una valoración clínica y los estudios complementarios pertinentes para así establecer un diagnóstico preciso antes de decidir la retirada o no de un alimento de la dieta por cuenta propia”, recuerda Sierra
Ventajas de tomar lactosa
Ya sabemos que dejar de tomar lactosa sin necesidad pueden producirnos problemas, pero ¿qué beneficios tiene la lactosa para la salud? Garriga detalla cuáles son:
- Mejora la absorción de minerales, como el calcio, el magnesioy el cobre.
- La lactosa es un azúcar con índice glucémico muy bajo y su sabor es poco dulce.
- Tiene unefecto prebiótico ya que se convierte en un gran alimento de las bacterias.
- La lactosa está presente de forma natural en la leche materna. “No hay ningún beneficio en quitar la lactosa de la dieta a menos que esté demostrado que produce una intolerancia y que no seas capaz de tolerar una pequeña cantidad”, concluye Garriga.
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