¿Se vuelven más fértiles las mujeres que usan fármacos antiobesidad?

¿Se vuelven más fértiles las mujeres que usan fármacos antiobesidad?

En Estados Unidos ya se habla del ‘boom’ Ozempic. Pero, los datos actuales sólo vinculan el aumento de la fertilidad a la reducción de obesidad en la mujer como efecto indirecto.

La reducción de la obesidad podría estar en el aumento de la fertilidad, pero no por acción directa de los fármacos.

Pilar Pérez. Diario Médico. Mié, 01/05/2024 – 08:00

De un tiempo a esta parte, los nuevos rumores sobre los beneficios de los fármacos basados en la imitación del péptido-1 similar al glucagón giran alrededor de su impacto en la fertilidad de las mujeres. O lo que es lo mismo, ¿hay un ‘baby boom asociado a Ozempic? Estas nuevas características que han asociado a la familia de los fármacos anti-GLP1, más conocidos por la población general como Ozempic y Mounjaro, incrementan su fama como santo grial.

Los médicos lo descartan de forma tajante para que la población no sucumba a una nueva cualidad. Los nuevos medicamentos contra la diabetes y la obesidad no elevan la fertilidad de las mujeres, ni tampoco suponen un riesgo en aquellas que toman anticonceptivos orales.

Ambas afirmaciones tienen una explicación que se asienta en claros razonamientos científicos. Sobre la atribución de facultades extra a estos fármacos para facilitar la concepción de la mujer, Cristóbal Morales, vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Obesidad (Seedo), sentencia :”No es un efecto nuevo, ni es atribuible a la medicación“.

NO ES EFECTO DIRECTO 

En esta ocasión la mejora de la fertilidad se centra en aquellas mujeres que sufren ovario poliquístico, entre otros. “La mejora de la calidad de la tasa de fecundidad de las mujeres al perder peso es un factor que ya sabíamos porque lo estudiamos en salud metabólica de la mujer”, detalla el especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas Sevilla y del Hospital Universitario Virgen Macarena.

La mejora que se produce como consecuencia del empleo de los fármacos anti-GLP-1 no se debe a ellos directamente. Como describe Morales “en aquellas mujeres con ovario poliquístico cuando pierden grasa se restaura todo su ciclo hormonal. Entonces esos problemas de infertilidad van desapareciendo”. De hecho, “cuando hay mujeres que se someten a técnicas de fertilidad, se les aconseja que estén en su peso”, añade.

Con los primeros casos ya se empezó a realizar una revisión de los ensayos en busca de un ‘nuevo’ efecto. Hay investigaciones recientes que han sugerido un papel potencial del GLP-1 en las funciones reproductivas, ofreciendo nuevas vías para el tratamiento de la fertilidad. Entre las conclusiones se apunta a los beneficios en la fertilidad por la pérdida de peso, la receptividad endometrial y la función ovárica.

en concreto, el trabajo llevado a cabo por Frederikke Lindenberg, experta del Copenhagen Fertility Center, y publicado en Obstetrics & Gynecology International Journal, se recoge que, aunque ya hay datos suficientes que respaldan el uso de análogos de GLP-1 como tratamiento previo para mujeres obesas o con síndrome de ovario poliquístico que se someten a técnicas de reproducción asistida para mejorar la tasa de embarazo, aún se necesitan estudios adicionales.

ESTUDIAR SEGURIDAD Y EFICACIA EN LA GESTACIÓN 

Estas investigaciones deberían centrarse “en evaluar los efectos a largo plazo de los análogos de GLP-1 sobre los resultados del embarazo y el desarrollo fetal”, explican en la publicación. Aunque los trabajos actuales muestran tranquilidad con respecto al impacto potencial en la descendencia, “es fundamental una comprensión más profunda de la seguridad y eficacia en este contexto específico. Es importante señalar que los análogos de GLP-1 tienen un perfil de seguridad bien establecido en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y la obesidad, pero sus efectos potenciales sobre el embarazo requieren más investigación”.

Dentro de este contexto y de cara a un uso masivo a corto plazo que contemple todos estos supuestos de fertilidad, mujer y obesidad se deberían “abordar los desafíos en la aplicación de estos nuevos fármacos en el tratamiento de fertilidad, como la optimización de la dosis, la elucidación del mecanismo molecular, las terapias combinadas, la medicina personalizada y la seguridad y eficacia a largo plazo. Al abordar estas áreas, el potencial terapéutico de los análogos de GLP-1 en el tratamiento de fertilidad podría desbloquearse por completo, abriendo nuevas vías para las parejas afectadas por la infertilidad”, concluyen.

Sobre el efecto de interacción con otros fármacos, como los anticonceptivos orales, la explicación está en el mecanismo de acción de los propios anti-GLP-1. “La disminución de la velocidad de absorción de una serie de sustancias medicamentosas, entre ellas los tratamientos hormonales”, explica Ezequiel Pérez Campos, portavoz de la Sociedad Española de Contracepción (SEC). Pero esto no quiere decir que “haya ningún riesgo al tomar de forma combinada los anti-GLP-1 y cualquier anticonceptivo hormonal oral”, incide.

El jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital de Requena detalla que se trata de una “interacción” que se tiene en cuenta, pero que “no supone una pérdida en la eficacia de la capacidad de acción del fármaco hormonal”. En concreto, la explicación sencilla es que hay un “enlentecimiento de la absorción de la molécula, como consecuencia de la acción de los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 [anti-GLP-1]. Por ello, la concentración máxima del anticonceptivo es inferior”.

ANÁLISIS DE SERIES HISTÓRICAS 

Pérez Campos subraya que “en cualquier caso no es inferior a la que provocase una pérdida de eficacia”. E insiste en aclarar que no “se ha visto en ningún estudio la incompatibilidad del uso de ambos“. Los anticonceptivos orales cuentan con más de seis décadas de uso, “y vamos vigilando su impacto cuando se emplean junto con fármacos nuevos”, apunta.

“En este caso, tendremos que ver más trabajos con una serie histórica temporal más amplia de uno o dos años para ver si de verdad hay algún tipo de problema, que sabemos hoy que no hay”, sentencia el jefe de Ginecología. Pérez Campos asume que los nuevos fármacos antidiabéticos y antiobesidad tendrán un uso masivo por el número de pacientes que están ‘a la espera’ de una solución a su enfermedad.