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Un estudio sobre los efectos sobre la salud de de los nuevos medicamentos contra la diabetes
Análogos de GLP-1: un estudio recapitula sus efectos sobre la salud
Un amplio análisis observacional apunta los beneficios de estos fármacos, como la reducción del riesgo CV, y sus efectos no deseados, tales como afecciones gastrointestinales.
Los medicamentos a base de GLP-1 se estudian ampliamente en muchas patologías. Ilustración: RAÚL ARIAS
Pilar Pérez. Publicado en Diario Médico el Lun, 20/01/2025 – 17:00
Son famosos y su uso masivo permite rastrear cualquier efecto en la salud, tanto positivos como negativos. Los fármacos análogos del GLP-1, más conocidos por el público general como Ozempic, Wegovy y Mounjaro, dejan sus huellas en el organismo y los investigadores tratan de rastrear los efectos secundarios no deseados y los no buscados.
De hecho, la semana pasada la Agencia Europea del Medicamento admitió a trámite el estudio de un trastorno ocular raro en pacientes que tomaban semaglutida (Ozempic y Wegovy), tras conocer los resultados de dos estudios observacionales que sugieren un incremento del riesgo de neuropatía óptica isquémica anterior. Esta alteración puede provocar daños en el nervio y, en consecuencia, pérdida de visión. Una nueva muestra que del mismo modo que se promocionan sus beneficios, se mira con lupa sus daños.
Hasta ahora estos fármacos se han aprobado para tratar la diabetes y la obesidad. Y los médicos recomiendan que se haga siempre bajo prescripción. Pero en los últimos años, la llegada de la nueva generación de los GLP se ha asociado, además de los fines para los que se desarrollaron, con un amplio espectro de efectos positivos extra sobre la salud como un menor riesgo de trastornos cardiometabólicos, como negativos, entre los que se apunta a un mayor riesgo de afecciones gastrointestinales o hipertensión.
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Estas son las conclusiones de un estudio observacional publicado en Nature Medicine. Los hallazgos se basan en el análisis de datos de 2,4 millones de participantes. Los autores manifiestan que se trata de una recopilación de «resultados que mostraron una eficacia y unos riesgos que iban más allá de los sistemáticamente reconocidos». El equipo de Ziyad Al-Aly, del Departamento de Asuntos de Veteranos de EEUU, recopiló las asociaciones entre el uso de GLP-1 y 175 resultados de salud en 215.970 individuos con diabetes.
Los datos de estos fármacos se compararon con los de participantes de control, que utilizaban antihiperglucemiantes no GLP-1. Descubrieron que los individuos que empleaban alguno de la familia Ozempic desarrollaban menor riesgo de trastornos de la coagulación y cardiometabólicos (como trombosis venosa profunda, embolia pulmonar, ictus, parada cardiaca, insuficiencia cardiaca e infarto de miocardio).
Los autores también sugieren nuevos efectos beneficiosos potenciales más allá de los reconocidos actualmente, incluyendo asociaciones con un menor riesgo de trastornos por consumo de sustancias, trastornos psicóticos, convulsiones, infecciones bacterianas y neumonía. Muchos de estos ya tienen ensayos clínicos en marcha para reconocer o no la validez de las hipótesis de estas asociaciones.
Recapitulación de secuelas
Si bien es cierto que las secuelas encontradas ya se conocían y se estudian, este trabajo observacional sirve para recapitularlas. De forma individual ya se investiga la eficacia más amplia de los GLP-1 en patologías como la enfermedad de Alzheimer, la artrosis y la apnea del sueño. E incluso apuntan a los beneficios en el tratamiento de los trastornos por adicción, como el alcoholismo, drogas o tabaquismo.
Cristóbal Morales, endocrinólogo y portavoz de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), esgrime que «no hay nada nuevo». Aunque puntualiza que «metodológicamente, como siempre, son estudios de grandes bases de datos en los que asociación no significa causalidad».
«Más allá de los datos de seguridad que también los conocemos a través de su aparición en ensayos clínicos, hay otras asociaciones que van juntos y resultan interesantes», asegura Morales.
Sin embargo, dada su disponibilidad comercial y su amplia popularidad, también se han notificado algunos casos de efectos adversos, como ideación suicida y problemas gastrointestinales (náuseas, vómitos y diarrea). En este sentido, Morales insiste en la prescripción médica. «Son fármacos seguros, sí», pero apunta que «siempre que se utilicen por manos expertas, que conozcan el compuesto y se traten en el marco de la diabetes y la obesidad, pero con una óptica de seguimiento a largo plazo», asegura Morales.
Cabe señalar que las fichas técnicas de estos medicamentos contemplan habituales los problemas del sistema digestivo. Los médicos recomiendan los ajustes de dosis para controlar y hacer frente a estos efectos. «De ahí, la necesidad de que sean manejados por manos expertas y no sé tomen sin una vigilancia ni un control médico», incide el portavoz de la Seedo.
Sesgos
La investigación tiene una serie de sesgos que comprometen los resultados. Los autores lo reconocen: «Los estudios futuros deberían incluir cohortes más diversas, ya que los datos del Departamento de Asuntos de Veteranos de EEUU proceden predominantemente de hombres blancos de edad avanzada».
«Los estudios como este deben interpretarse con mucha cautela, ya que las personas estudiadas no han sido asignadas aleatoriamente al tratamiento con agonistas del receptor GLP-1, por lo que cualquier diferencia entre quienes toman y no toman esta clase de medicamentos podría ser atribuible a factores distintos al fármaco», subraya a SMC Australia, David Henry, profesor honorario adjunto en la facultad de Ciencia y Medicina del Instituto para la Atención de la Salud Basada en la Evidencia de la Universidad Bond, la Universidad de Nueva Gales del Sur y la Universidad de Melbourne (Australia).
En este sentido, Henry insiste en que «este es un estudio observacional, no un ensayo aleatorizado, y los autores advierten de basar recomendaciones de tratamiento con estos datos sin una confirmación adicional». Y añade que esta cautela está justificada «porque trabajos observacionales defectuosos sobre otro medicamento para la diabetes, la metformina, concluyeron erróneamente que este medicamento prevenía el cáncer. El análisis de datos de ensayos aleatorizados desmintió esa teoría».
Enfermedad mental
Para Stephen O’Rahilly el trabajo transmite «tranquilidad sobre la seguridad» de esta clase de medicamentos. «Los beneficios esperados en enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y otras patologías cardíacas y renales son claramente evidentes. También hay una reducción tranquilizadora en la incidencia de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de páncreas», explica a SMC Reino Unido el profesor de Bioquímica Clínica y Medicina y director del Instituto Wellcome-MRC de Ciencia Metabólica-Laboratorios de Investigación Metabólica de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
O’Rahilly subraya que se han dado discusiones sobre posibles efectos adversos de estos medicamentos en la salud mental. Pero, de este trabajo se extrae que «el grupo que tomó el fármaco mostró una menor incidencia de esquizofrenia, trastornos por consumo de alcohol y drogas, y menos ideación suicida. En cuanto a otros trastornos que afectan al cerebro, se observó una pequeña pero estadísticamente significativa reducción del riesgo de convulsiones y demencia en quienes tomaban GLP1″.
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