En una minoría de casos la obesidad es consecuencia de una enfermedad causal (hipotiroidismo, hipercorticismo, etc.), en estos casos la denominamos obesidad secundaria. Cuando no se detecta una enfermedad causal, se trata de una obesidad primaria. En estos casos el exceso de peso se produce como consecuencia de una reducción de la actividad física y/o una excesiva ingesta de alimentos, condicionada por causas ambientales (ver figura). |
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