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Intoxicación por vitamina D: cuidado con los suplementos
Intoxicación por vitamina D: cuidado con los suplementos
La vitamina D es muy importante para el organismo, pero su consumo excesivo, principalmente a través de suplementos, puede provocar una intoxicación con consecuencias graves para la salud
Por Sonia Recio, Consumer 16 de julio de 2025
La vitamina D desempeña un papel fundamental en la absorción del calcio, un mineral clave para la formación y el mantenimiento de los huesos. Además, participa activamente en el buen funcionamiento del sistema nervioso, muscular e inmunológico. Sin embargo, el consumo en exceso de vitamina D puede derivar en una condición conocida como hipervitaminosis D, con consecuencias potencialmente graves para la salud, como daño renal, alteraciones neurológicas y problemas cardíacos. Esta intoxicación no suele estar relacionada con la exposición al sol ni con la ingesta de alimentos ricos en esta vitamina, sino con el uso prolongado o descontrolado de suplementos.
¿Es posible intoxicarse con vitamina D?
La vitamina D es esencial para el buen funcionamiento del organismo. Facilita la absorción de calcio, por lo que contribuye a la salud ósea, y desempeña un papel clave en los sistemas inmunológico, muscular y nervioso.
Sin embargo, como sucede con otras vitaminas liposolubles, su exceso puede ser perjudicial. Al almacenarse en el tejido graso y no eliminarse con facilidad, un superávit puede alterar el equilibrio del calcio en sangre y provocar hipercalcemia.
La intoxicación por vitamina D es muy poco frecuente a través de la alimentación —pescado azul, huevos, lácteos enteros—o la exposición solar, que son sus fuentes naturales principales. El verdadero riesgo surge con el uso inadecuado de suplementos, especialmente cuando se consumen sin supervisión médica, o por errores en la dosificación. Además, algunos fármacos —anticonvulsivantes, glucocorticoides y ciertos diuréticos— pueden alterar el metabolismo de la vitamina D o potenciar sus efectos adversos.
Síntomas de intoxicación por vitamina D
La intoxicación por vitamina D puede comenzar con síntomas sutiles y fácilmente confundibles con otras afecciones leves. Estos signos suelen desarrollarse de forma progresiva y, en muchos casos, pueden pasar desapercibidos si no se realiza un análisis de sangre que revele niveles elevados de calcio.
Los más habituales son los siguientes:
- Náuseas, vómitos y dolor abdominal.
- Fatiga, debilidad general y somnolencia.
- Estreñimiento y pérdida de apetito.
- Dolor óseo y debilidad muscular.
- Orina frecuente (poliuria) y sed excesiva (polidipsia).
- Confusión o desorientación, especialmente en personas mayores.
Si no se detecta y trata a tiempo, la hipercalcemia puede provocar complicaciones graves como:
- Insuficiencia renal (daño renal y formación de cálculos).
- Alteraciones cardíacas, especialmente arritmias.
- Trastornos neurológicos severos, como letargo profundo, confusión extrema e incluso coma.
Ante la presencia de estos síntomas, especialmente si se está consumiendo algún suplemento de vitamina D, es fundamental acudir al médico de inmediato.
¿Cómo se trata una intoxicación de vitamina D?
El tratamiento de la hipervitaminosis D se enfoca en reducir los niveles elevados de calcio en sangre y en prevenir posibles daños en los órganos vitales. En los casos más graves, puede requerir hospitalización para un control más estrecho del paciente.
El primer paso es suspender de inmediato el suplemento de vitamina D. A continuación, se administra hidratación intravenosa con suero salino, lo que facilita la eliminación del calcio por vía renal y corrige posibles estados de deshidratación.
Según la gravedad, pueden pautarse medicamentos como corticoides —que disminuyen la absorción intestinal de calcio y limitan la conversión de vitamina D en su forma activa—, bifosfonatos —que reducen la liberación de calcio desde los huesos— y, en algunos casos, diuréticos —que aumentan su excreción por la orina—.
¿Cuál es la dosis recomendada de vitamina D?
La dosis diaria recomendada de vitamina D depende de la edad y ciertas condiciones individuales. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece dos parámetros clave:
- Ingesta Adecuada (IA): la cantidad recomendada para mantener una buena salud.
- Límite Superior Tolerable (UL): la dosis máxima que puede tomarse sin riesgo de efectos adversos.
✔️ Ingesta adecuada de vitamina D diaria según la EFSA
- Adultos, adolescentes y niños a partir de 1 año: 15 microgramos (µg) al día (equivalente a 600 UI/día).
- Bebés de 7 a 11 meses: 10 µg/día (400 UI/día).
- Embarazadas y mujeres lactantes: 15 µg/día (600 UI/día).
Estas recomendaciones se basan en alcanzar una concentración sérica de 25(OH)D de al menos 50 nmol/L, considerada adecuada para la salud ósea y muscular.
✔️ Límite superior tolerable de vitamina D según la EFSA
- Adultos y adolescentes (≥11 años): 100 µg/día (4.000 UI/día).
- Niños de 1 a 10 años: 50 µg/día (2.000 UI/día).
- Bebés menores de un año: 25 µg/día (1.000 UI/día).
La hipervitaminosis D, aunque poco frecuente, puede ocurrir cuando se consumen más de 10.000 UI/día de forma sostenida durante semanas o meses.
¿Realmente se necesitan suplementos de vitamina D?
En los últimos años se ha extendido la percepción de que una gran parte de la población tiene déficit de vitamina D. Sin embargo, aunque en una analítica aparezcan niveles por debajo del rango considerado “óptimo”, esto no implica necesariamente una enfermedad ni justifica el uso automático de suplementos. Solo un profesional sanitario, tras valorar la historia clínica, los factores de riesgo y los resultados analíticos, puede determinar si existe una deficiencia real que requiera una intervención.
No hay que olvidar que la forma más segura y eficaz de cubrir las necesidades de vitamina D es a través de sus fuentes naturales: una exposición moderada al sol y una dieta equilibrada. En este contexto, las recomendaciones son contundentes: evitar la automedicación, no adquirir suplementos por canales no regulados —como Internet— y, sobre todo, consultar a un profesional médico antes de iniciar cualquier tratamiento.
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