Alimentación y Nutrición
Alimentos de IV gama: cinco dudas con respuesta
Alimentos de IV gama: cinco dudas con respuesta
Respondemos a las principales dudas sobre estos alimentos que ganan presencia en el mercado, explicamos sus ventajas y desventajas, y detallamos cómo consumirlos de forma segura
Por Maite Pelayo, Consumer 26 de julio de 2025
Desde frutas y verduras hasta setas y tubérculos: los alimentos de IV gama son una opción sencilla para incorporar más vegetales a la dieta diaria, e idóneos para quienes buscan comodidad sin renunciar a la frescura. Estos alimentos se comercializan lavados, cortados y envasados en condiciones que garantizan su seguridad e higiene, sin perder sus propiedades naturales, ya que no se someten a tratamientos térmicos ni llevan conservantes. En las siguientes líneas, respondemos a las principales dudas que surgen acerca de los alimentos de IV gama, explicamos sus pros y contras, y detallamos cómo consumirlos de forma segura.
Las principales dudas sobre los alimentos de IV gama
- ¿Son productos procesados?
Las frutas y verduras de IV gama sufren manipulaciones, como limpieza e higienización, pero su procesamiento es mínimo, por lo que se consideran alimentos frescos. El producto no ha sufrido ningún tratamiento térmico ni incorpora ningún aditivo ni conservante y, por lo tanto, resulta imprescindible que se conserve refrigerado. Al ser alimentos listos para su consumo, toda su cadena de producción se basa en la prevención de posibles contaminaciones.
- ¿Es seguro comer verduras y frutas envasadas sin lavarlas?
Sí. Están listas para consumir directamente del envase, ya han sido lavadas e higienizadas, lo que garantiza su seguridad y facilita su uso, por lo que no necesitan un segundo lavado. De hecho, lavarlas en casa puede aumentar el riesgo de contaminación.
- ¿Tienen más pesticidas que las verduras frescas?
No. La presencia de posibles pesticidas en vegetales dependerá de la materia prima en origen, independientemente de si se destina a IV gama o no. Todas las frutas y verduras, sean envasadas o no, deben cumplir con los estrictos límites legales de residuos de pesticidas. Además de su control en origen, las de IV gama pasan por procesos de lavado y minuciosos controles.
- ¿Tienen más microplásticos?
Según María José Fabra, científica del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC), “diversos estudios científicos han identificado microplásticos en una amplia variedad de alimentos, aunque, hasta el momento, no se han publicado estudios específicos sobre su presencia en IV gama”. Los microplásticos pueden derivarse de muchas fuentes, por lo que estos productos, al igual que otros, podrían estar expuestos a ellos, pero no por el hecho de ser IV gama aumenta su cantidad.
- ¿Los envases plásticos afectan a su calidad?
Estos envases están diseñados para mantener la calidad y evitar una posible contaminación externa. Su material es específico para uso alimentario, por lo que resulta inocuo y reciclable en la mayoría de los casos. Cada bolsa cuenta, además, con un registro que garantiza su trazabilidad, es decir, la posibilidad de identificar en todo momento el origen y las diferentes etapas del proceso. En ocasiones, el envasado se realiza en atmósfera modificada, es decir, se sustituye el aire de un envase por una mezcla de gases (por ejemplo, baja en O2 y moderada a alta en CO2) para alargar la frescura del producto.
Pros y contras de los alimentos de IV gama
Las ventajas
Este tipo de producto embolsado aporta un valor añadido a las tradicionales frutas, verduras y hortalizas, principalmente:
- Comodidad. Productos listos para consumir (o en ocasiones, cocinar), lo que ahorra tiempo en la preparación.
- Gran variedad. En el mercado existe una amplia gama de productos de IV gama disponibles para incluir en una dieta rica en alimentos vegetales.
- Frescura y calidad. Estos alimentos conservan sus características y propiedades nutricionales.
- Conservación e inocuidad. No contienen aditivos ni conservantes.
Los inconvenientes
Sin embargo, no todo son ventajas, los productos de IV gama presentan algunos inconvenientes.
- Precio. Su coste es más elevado debido al procesado, envasado y cadena de frío que incrementan el precio final frente al producto que llega directamente al consumidor.
- Sostenibilidad. Sus envases plásticos, bandejas o bolsas no biodegradables persisten en el medio ambiente si no se reciclan de modo correcto. Algunas marcas ya utilizan bolsas compostables libres de plásticos.
- Huella de carbono. Su conservación y seguridad dependen de la refrigeración continua, lo que incrementa el gasto energético y la huella de carbono del producto.
Cómo consumir los alimentos de IV gama de forma segura
Para evitar riesgos de contaminación, en nuestros hogares debemos seguir unas pautas con los alimentos de IV gama:
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- No romper la cadena de frío y mantenerlos siempre refrigerados a 4 ºC.
- Manipularlos en un entorno higiénico con las manos y utensilios limpios para evitar posibles contaminaciones cruzadas. El producto ya está lavado, no hace falta volver a hacerlo (excepto en grupos de riesgo específicos, como las personas inmunodeprimidas).
- Respetar las fechas de consumo indicadas por el productor.
- Una vez abierto el envase, conservarlo cerrado y refrigerado, y consumir lo antes posible, preferiblemente antes de 24 horas.






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