La obesidad infantil se ha convertido en uno de los problemas que exigen atención plena para encontrar una solución. Según los datos del Estudio Aladino, España ya es el tercer país europeo con mayor prevalencia de obesidad infantil. De hecho, el 18,1 por ciento de los niños tienen obesidad y el 23,2 por ciento sobrepeso.

Hay muchos factores que pueden contribuir a ello y durante el encuentro The Love Behind Food, organizado por Danone en Barcelona con motivo de su centenario, expertos internaciones insistieron en la importancia de mejorar los hábitos infantiles y educarles adecuadamente en materia de alimentación.

“Lo que pensamos repercute en nuestras acciones y eso, de cara a los niños, puede influir en cómo se relacionan con los alimentos el resto de su vida”, advirtió Jess Haines, profesora en la Universidad de Guelph, en Canadá, investigación actual se centra en cómo la familia puede promover comportamientos saludables en los niños de edad preescolar.

El punto de partida para ella sería dejar de lado cuatro mitos que hay en torno a la alimentación infantil:

Mito 1: los niños son tiquismiquis a la hora de comer

Según Haines, el 60 por ciento de los padres dicen que identifican en sus hijos esa tendencia a ser especiales con la comida a la hora de comer.

“A los 2 años los niños empiezan a decir no y se rebelan contra determinados alimentos. El problema es que los padres quitan esos alimentos que rechazan en primer término y se acaba restringiendo la alimentación y faltan nutrientes”, señaló la profesora, quien indicó que otro problema frecuente es que los padres obligan a tomar los alimentos de forma autoritaria y nadie disfruta la comida.

“Lo mejor es tener un enfoque que respete la autonomía del niño. Los padres tienen que seguir ofreciendo los alimentos y en algún momento los niños dejarán de negarse antes de comerlos”.

Mito 2: la comida saludable no tiene buen sabor

El problema con esta afirmación es que al sostener esa creencia se inicia una negociación: si tomas esta verdura, te doy una galleta.

“Lo que conseguimos es que el niño sobrevalore la galleta e infravalore la zanahoria. Un enfoque que puede resultar útil para fomentar el consumo es el refuerzo positivo: ¡qué ricas estas zanahorias!

Otra alternativa que dio la experta es dejar que exploren los alimentos para que los disfruten y sigan comiendo.

Mito 3: las comidas familiares llevan mucho tiempo

Cada vez más personas consideran engorroso preparar una comida familiar por la dedicación y el tiempo que se utiliza para que salga todo bien, y al pensar en preparar una, se les hace una montaña.

“Ponemos las expectativas muy altas y nos olvidamos de que si el niño come con la familia, será mejor y los datos demuestran que estos niños tienen menor predisposición a la depresión, mejoran su nivel académico y en las relaciones sociales”, apostilló Haines.

Por eso la especialista abogó por las comidas en familia. “Genera bienestar en torno a la comida y una rutina, ofrece una oportunidad de hablar con la familia. Si planificamos la comida, los alimentos serán más saludables que si improvisamos o comemos fuera. No tiene que ser comida elaborada, se obtienen los beneficios con la comida sencilla”, insistió.

Mito 4: los snack son una recompensa

La preocupación de los padres gira alrededor de las comidas principales del día, pero los tentempiés y la comida entre horas no les importa tanto.

“Recomiendo incorporar alimentos saludables en el hogar y que sea sencillo acceder a ellos. Así generaremos un entorno de hábitos saludables que fomenten el placer en la nutrición. Podemos poner la fruta en un frutero al alcance de todos, el hummus en la primera fila de la nevera…”.

Alimentación sin estrés

El ritmo del día a día, compaginar la carrera profesional con la maternidad y dar de comer comida saludable, sabrosa sin ser repetitivos puede ser un deporte de riesgo para muchos padres que tienen que enfrentarse a un enemigo común: el estrés que acarrea no llegar a tiempo.

Eso es lo que le ocurrió a Joanna Parker, cofundadora junto con su marido de Yumble, un servicio de reparto de comida que prepara menús infantiles saludables y deliciosos pensados para ayudar a aquellos padres que no disponen de mucho tiempo.

“Tenemos 3 niños en casa. Me preocupaba mucho que crecieran en un entorno saludable y me estresaba este tema porque no tenía tiempo de poner sobre la mesa esa comida ”, explicó Joanna.

Está situación frustrante fue el germen de Yumble, que en la actualidad da servicio a 30 estados de Estados Unidos.

“Tenemos dos misiones: facilitar la vida a los padres que están estresados y les preocupa poner comida saludable y la segunda misión con los niños, pienso que cuanto más pronto instauremos estos hábitos saludables en los niños más tiempo se quedarán”.

Lo que diferencia a Yumble de otras soluciones que pueden acabar con el estrés es que junto con la comida ofrecen un kit de bienvenida con estrategias para ayudar a los padres a que los niños consuman verduras, por ejemplo,, álbumes para colorear y otros recursos que fomentan la conversación con los niños.

“Queremos intensificar el vínculo con los alimentos, la diversión y la alimentación saludable”, apostilló Joanna. Mar Sevilla Martínez, 12 de Mayo de 2019