Alimentación y Nutrición
Los productos «sin azúcares añadidos» pueden contener azúcar
Bajo la lupa: los productos «sin azúcares añadidos» pueden contener azúcar
Hay reclamos que son ciertos, pero pueden confundirnos. Es el caso de los mensajes que señalan la ausencia de azúcares añadidos, porque no significan que el producto no lleve azúcar
Por Beatriz Robles Martínez, publicado en Consumer el 26 de mayo de 2025
Con el azúcar como enemigo número uno de la salud, muchos productos se abonan al mensaje «sin azúcares añadidos». Pero no todos los azúcares son iguales. Por un lado, están los intrínsecos, es decir, los que contienen de forma natural algunos alimentos, como los lácteos, las frutas y las verduras enteras. Estos azúcares no son perjudiciales para la salud. Y por otro lado, se encuentran los azúcares libres, que son los que se relacionan con el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2. En el grupo de los azúcares libres se incluyen todos los azúcares añadidos, pero también los que se encuentran en las frutas y verduras procesadas, es decir, trituradas, batidas o exprimidas, además de la miel, los siropes y los jarabes. A continuación analizamos cuatro productos que parece que no llevan azúcares libres y comprobamos si es cierto.
Qué significan los mensajes
La mención “sin azúcares añadidos” está regulada y solo puede hacerse si el fabricante no ha añadido ningún azúcar simple o cualquier alimento utilizado por sus propiedades edulcorantes, como la miel, los jarabes o los zumos concentrados.
Si los azúcares están naturalmente presentes en los alimentos, se debe indicar en el etiquetado con el mensaje: “Contiene azúcares naturalmente presentes”. Es lo que ocurre con un yogur al que no se añade azúcar, pero que contiene la lactosa de la leche.
La mención “sin azúcares añadidos” no significa necesariamente que el alimento no contenga azúcares libres.
- Por una parte, hay ingredientes que llevan azúcares intrínsecos y que se liberan en el procesado, como la fruta cuando se hace zumo.
- Por otra, otros ingredientes, como los cereales, tienen gran cantidad hidratos de carbono complejos, formados por cadenas de azúcares simples. Estos hidratos se rompen durante el procesado y liberan azúcares simples.
En ambos casos, el producto puede usar este reclamo, a pesar de que puede contener una gran cantidad de azúcares insanos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los azúcares libres aporten, como máximo, el 5 % de la energía diaria (25 g en adultos), mientras que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) indica que no hay un consumo seguro y que debe ser lo más bajo posible.
Barritas de fruta y frutos secos Nakd
Los dátiles tienen la culpa
Una sola de estas barritas contiene 15 g de azúcares libres, lo que supone el 60 % del máximo diario indicado por la OMS. La mayor parte de ese azúcar proviene de los dátiles, un fruto con una gran cantidad de azúcares intrínsecos, entre un 50 % y un 80 % de su peso. En este producto, los dátiles no se encuentran enteros, sino en forma de pasta, por lo que sus azúcares pasan de intrínsecos a libres.
Una segunda fuente de azúcar
Además de los dátiles, el otro ingrediente que aporta azúcares libres a esta barrita, aunque en menor proporción, son las uvas pasas. El mecanismo es el mismo que el de los dátiles: al tener una buena cantidad de azúcares intrínsecos y sufrir un procesado para hacerlas pasta, sus azúcares se liberan.
Bolsita de puré de frutas y galleta Hero
Tanto azúcar como un refresco
A pesar de que se indica que no lleva azúcares añadidos, cada bolsita aporta 10,7 g de azúcares libres, un 43 % del máximo diario recomendado para adultos por la OMS (para niños pequeños, las guías europeas especifican que la ingesta de azúcares libres debe ser lo más baja posible).
Ese azúcar proviene del 94,5 % de fruta que se indica en el envase. El porcentaje tan alto de fruta no es una buena noticia, porque corresponde a zumos a partir de concentrado y puré. Al ser fruta exprimida o triturada sus azúcares son libres.
¿Un producto infantil?
Aunque en estas bolsitas de fruta pone que son indicadas «a partir de 12 meses», la OMS desaconseja que los niños pequeños consuman este tipo de productos por varios motivos:
- Les expone a alimentos muy suaves y lisos en un momento en el que los menores están desarrollando su habilidad para masticar.
- Son alimentos con baja densidad nutricional y llevan una gran cantidad de azúcares libres.
- Su formato de venta impide que los pequeños puedan identificar lo que están comiendo.
- No hay forma de controlar el tamaño de las raciones.
Con galleta
La galleta empeora el perfil nutricional del producto. Este ingrediente aporta harina refinada, compuesta básicamente de almidón, un hidrato de carbono complejo que, en ausencia de compuestos como la fibra, se digiere y absorbe fácilmente. Esto hace que en nuestro organismo el almidón se comporte de forma similar a los azúcares libres.
Bebida de zanahoria y naranja Granini
Fruta hecha azúcar
Esta bebida refrescante está elaborada básicamente con zumos a partir de concentrados de distintas frutas (naranjas y uvas) y puré de zanahoria. Todos son ingredientes con un alto contenido de azúcares libres, lo que explica que la bebida aporte 7,3 g de estos azúcares por 100 ml.
Es decir, un vaso de 250 ml de este zumo contiene 18,3 g de azúcar. Al igual que la bolsita de Hero, el hecho de que los azúcares libres procedan de la fruta no los hace saludables ni elimina las restricciones en cuanto a las recomendaciones de consumo.
Bebida de avena Vegetánea
La avena no tiene azúcar, esta bebida, sí
Los únicos ingredientes de esta bebida son el agua y la avena, que supone el 15 % de la receta. Al contrario de lo que sucede con las frutas y las verduras, la avena no contiene azúcares simples, sino almidón, un hidrato de carbono complejo formado por largas cadenas de glucosa.
Durante el procesado de la avena se produce un efecto conocido como hidrólisis, que es la rotura de esas cadenas de glucosa, lo que hace que se liberen sus azúcares. Por este motivo, esta bebida aporta 6,6 g de azúcares por cada 100 ml.
¿Y el resto de hidratos?
En la etiqueta se indica que la cantidad de hidratos de carbono de esta bebida son 10 g. Aparte de los 6,6 g de azúcar, ¿de dónde sale el resto? Fundamentalmente corresponden a almidón no hidrolizado o cadenas de hidratos de carbono liberadas del almidón que se producen durante la hidrólisis y que son más grandes que los azúcares simples, por lo que no computan como azúcares.
☝️ Antes de comprar
El dato de los azúcares que aparece en el etiquetado nutricional de todos los productos recoge los azúcares simples presentes en el alimento, pero no distingue entre intrínsecos (los buenos) y libres (los que hay que evitar).
Esto hace que haya que tener un conocimiento profundo de la composición de los alimentos para poder identificar qué tipo y cantidad de azúcar tiene un producto, algo que no está al alcance de la mayoría de los consumidores.
Para tener una referencia sencilla y poder hacer elecciones de un solo vistazo, podemos tener en cuenta que un producto es alto en azúcares cuando contiene a partir de 10 g de azúcares totales por cada 100 g de alimento en el caso de los sólidos y 5 g de azúcares totales por 100 ml en el caso de los líquidos. Además, la cantidad máxima recomendada por la OMS es de 25 g al día para adultos.
En conclusión
La mención “sin azúcares añadidos” no es una garantía de que el alimento no contenga azúcares libres, que son los que debemos restringir. Es un reclamo que puede resultar confuso y dar apariencia de alimento más saludable, sin serlo. Los productos que hemos visto tienen una cantidad elevada o muy elevada de estos azúcares y su consumo debería limitarse, especialmente si hablamos de alimentos dirigidos a niños pequeños.






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