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El dolor de espalda en niños: cómo evitar un problema que va en aumento
El dolor de espalda en niños: cómo evitar un problema que va en aumento
Publicado en The Conversation el 2 marzo 2025 22:09 CET
Autoría
- José Manuel García Moreno. Fisioterapeuta, Universidad de Murcia
- Antonia Gómez Conesa, Catedrática de Escuela Universitaria de Fisioterapia, Universidad de Murcia
- Inmaculada Calvo Muñoz, Profesora asociada. Especialista en fisioterapia pediátrica, Universidad Católica de Murcia
- José Antonio López López, Profesor de Metodología de las Ciencias Sociales y de la Salud, Universidad de Murcia
El dolor lumbar, localizado en la parte baja de la espalda, no es un problema exclusivo de los adultos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), también afecta a niños y adolescentes y su prevalencia ha ido en aumento. Puede afectar su vida diaria, interferir en sus actividades sociales y académicas e, incluso, provocar absentismo escolar.
¿Qué factores de riesgo contribuyen a la lumbalgia en estos grupos de edad? ¿Cómo podemos evitarla? Veamos qué nos dice la evidencia científica.
El panorama actual ha motivado a investigadores de todo el mundo a poner el foco en los más jóvenes con el fin de entender cómo y por qué desarrollan dolor lumbar. Como ocurre con muchas otras afecciones, la prevención es clave: siempre es mejor evitar el problema que tratarlo.
Sin embargo, antes de abordar las claves de la prevención es importante entender brevemente los factores de riesgo que están detrás de la lumbalgia infantil.
Un estilo de vida que preocupa
Los principales factores de riesgo para los niños son el sedentarismo, la inactividad y el sobrepeso. Los tres factores afectan no solo a la zona lumbar, sino también a la salud en general. Lo más importante es que pueden ser controlados y mejorados con ciertos hábitos saludables.
Llevamos un estilo de vida en el que pasamos mucho tiempo sentados, pero el cuerpo humano no está diseñado para estarlo todo el tiempo. Al contrario, está hecho para caminar, correr y moverse. Esto significa que la zona lumbar se ve más afectada cuando estamos sentados por largos períodos.
Los niños pasan demasiado tiempo sentados. Sumemos las cinco o seis horas en la escuela, dos horas de actividades extraescolares y otras dos entre deberes y comidas. En total obtenemos 10 horas al día, una cantidad excesiva.
Además, los menores hacen menos ejercicio que antes. Esto, a pesar de que la actividad física aporta numerosos beneficios para la salud física, mental y social. La OMS lo tiene claro: los niños deben pasar menos tiempo sentados y jugar más.
A todo esto hay que sumar el sobrepeso y la obesidad, otra epidemia moderna cada vez más extendida y que afecta también a los más jóvenes. El porcentaje de niños con sobrepeso ha aumentado del 8 % en 1990 al 20 % en 2022. Este aumento no solo eleva el riesgo de sufrir lumbalgia, sino también de desarrollar otros problemas de salud, tanto musculoesqueléticos como cardiovasculares.
Cómo prevenir el dolor lumbar infantil
Ahora que conocemos los factores más importantes que provocan lumbalgia en los niños es hora de ver cómo podemos hacerles frente.
Es importante tratar el tema de forma amena y accesible. Para ello es conveniente proporcionar pautas claras que puedan aprender y recordar con facilidad.
- Educación postural
Los fisioterapeutas pediátricos tienen claro que “la mejor postura es aquella que dura lo menos posible” y “la mejor postura siempre es la siguiente”.
¿Qué significa esto? Que no existe una postura perfecta. Aunque es importante enseñar a los niños a sentarse correctamente, lo fundamental es que comprendan que el movimiento es esencial.
Debemos inculcarles el hábito de cambiar de posición con frecuencia, especialmente cuando están sentados, ya que en esa postura la columna pierde su alineación natural, lo que no es saludable.
Una buena estrategia es colocar imágenes o dibujos de muñecos sentados correctamente en lugares clave, como el escritorio, para recordarles cómo deben sentarse y, sobre todo, la importancia de moverse con regularidad.
- Actividad física
La falta de actividad física en los niños es un problema serio, pero la mejor forma de abordarlo es a través del juego y de su entorno social.
Aprovechemos lugares clave, como la escuela, y promovamos las actividades deportivas extraescolares.
Además, es fundamental involucrarse en los planes de actividad física de los más pequeños. Por ejemplo, fomentando juegos cooperativos y ejercicios de fuerza, velocidad, resistencia y coordinación.
- Prevención del sedentarismo
El cuerpo humano no está diseñado para permanecer sentado mucho tiempo, por lo que es esencial limitar el tiempo que nuestros niños pasan en esa postura.
La mejor forma de hacerlo es a través del descanso activo. Esto consiste en integrar breves periodos de actividad física dentro de la rutina diaria, como durante las clases escolares.
De este modo podemos ayudar a los niños a alcanzar un nivel de actividad física saludable que les permita prevenir patologías musculoesqueléticas como la lumbalgia.
En resumen, lo más importante es integrar el movimiento de forma natural en la rutina diaria. Pequeños cambios, como levantarse y moverse con mayor frecuencia, junto con fomentar la actividad física, pueden prevenir grandes problemas de salud a largo plazo. Esto asegurará que disfruten de una espalda sana conforme crezcan.
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