.Alimentación y Nutrición
Los médicos alertan de los efectos dañinos de las bebidas energéticas
Diez autonomías se plantean prohibir las bebidas energéticas a menores de edad
La iniciativa de Galicia se extiende mientras los ministerios de Consumo y Sanidad se pasan la responsabilidad
Los médicos alertan de los efectos dañinos de estas bebidas en la salud y su inexistente valor nutricional0.00%
Por ELENA CALVO publicado en ABC el 24/10/2023
Solo Galicia ha dado un paso al frente, pero son casi una decena las comunidades autónomas que se plantean tomar medidas para regular el consumo de bebidas energéticas entre menores de edad. La Xunta anunció la semana pasada que en su nueva ley para la prevención de adicciones en menores de edad prohibirá la venta y el consumo de bebidas energéticas para quienes no hayan alcanzado los 18 años. Otras regiones estudian también cómo hacerlo, aunque son varias las que prefieren esperar a que llegue una directriz común por parte del Ministerio de Sanidad, algo que parece que por el momento no va a ocurrir.
Sanidad defiende que las competencias para esta regulación las tiene la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Consumo, aunque fuentes del departamento que encabeza José Miñones señalan que el ministerio «está a favor de regular el acceso y el consumo de los menores a estas bebidas». Fuentes de Consumo, por el contrario, defienden que la Aesan puede hacer informes sobre la calidad de los alimentos, «pero las competencias de prohibirlos corresponden a Sanidad».
Y mientras, sin una hoja de ruta clara, ya son varias las autonomías que, siguiendo el camino marcado por Galicia, analizan la cuestión. Algunas como Cantabria, Castilla- La Mancha o Cataluña confirman a ABC que están estudiando el asunto. En Castilla y León, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, aseguró que la región estudia la posibilidad de prohibir el consumo de bebidas energéticas entre los menores de edad y ya se están estudiando «todas las variables de este problema», aunque se trata de una cuestión «que es necesario estudiar bien antes de tomar una decisión». Murcia, por su parte, solo confirma que serán los técnicos en salud pública los que analicen el asunto.
El consumo de estos refrescos se ha disparado entre los menores, que no son conscientes de los riesgos que pueden generar
Otras comunidades como La Rioja no descartan poder llegar a esa regulación, aunque por el momento no están trabajando en una normativa al respecto. También se lo plantean País Vasco y Navarra, pero sin ninguna acción prevista hasta ahora. Aragón, por su parte, trabaja en medidas para concienciar a los jóvenes sobre los riesgos de su consumo, pero no contempla de momento el veto a las bebidas energéticas. Tampoco la Comunidad Valenciana descarta llevar a cabo alguna acción, aunque fuentes de la Generalitat señalan que son partidarios de que se aborde el asunto en un Consejo Interterritorial de Salud para alcanzar una postura común. La Comunidad de Madrid se espera también a ese debate nacional.
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En Baleares consideran esa prohibición «una iniciativa a explorar y a valorar», mientras que Andalucía no se adentra en el asunto y destaca que la Consejería de Salud y Consumo trabaja en un decreto de alimentación «donde se incluirán medidas que afecten no solo a jóvenes, sino a la población en su conjunto». Asturias prefiere no pronunciarse al respecto, y tanto Canarias como Extremadura aseguran que a día de hoy no contemplan medidas al respecto.
Un tema que se debe abordar
Pero la mayoría de las comunidades coinciden en que el consumo de bebidas energéticas entre menores es un tema que se debe abordar. Según la Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (Estudes), con datos de 2021, más de 4 de cada 10 estudiantes de entre 14 y 18 años habían consumido este tipo de bebidas en los últimos 30 días cuando respondieron a la encuesta. La prevalencia era mayor en chicos (50,7%) que en chicas (39%). Además, el estudio muestra cómo a partir de los 14 va aumentando ese consumo de forma progresiva hasta llegar a los 18, cuando desciende ligeramente.
Estas cifras, y las consecuencias que se ven en las consultas, llevan a las sociedades científicas a ver con buenos ojos esa prohibición. «Empezar por prohibirlo me parece bien», sentencia Félix Notario, presidente de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), que apunta que aunque probablemente el veto a las bebidas energéticas «no será el milagro», es decir, no hará que su consumo desaparezca, «es una buena forma de empezar, porque si no hacemos algo la salud que todos queremos para los adolescentes no llegará».
Dependencia y adicción
En las consultas ya se están viendo los efectos que las bebidas energéticas provocan en los menores, confirma Notario. «Nos preocupa especialmente por los efectos de dependencia y de adicción. Pero también lo vemos bastante en urgencias cuando los adolescentes acuden con síntomas relacionados con el sistema nervioso y cardiovascular», explica el presidente de la SEMA. Irritabilidad, insomnio e incluso alteraciones cardiovasculares son algunas de las consecuencias más comunes entre los menores asiduos a estas bebidas, apunta por su parte Rosaura Leis Trabazo, coordinadora del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Pese a su denominación, sostiene Francisco Pita, miembro del área de nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), pueden derivar en un aumento de fatiga, derivado de las alteraciones en el patrón del sueño. «En este escenario, pueden aparecer trastornos psiquiátricos como ansiedad, manía y en casos seleccionados, cuadros relacionados con la esquizofrenia», señala. A nivel cardíaco, prosigue, el exceso de cafeína puede producir taquicardias, arritmias o empeoramiento de trastornos del corazón ya previos.
Obesidad infantil
Pero los médicos alertan también de la relación entre el consumo de estas bebidas y la obesidad infantil. «Estamos en estos momentos ante una pandemia de sobrepeso y obesidad infantil, que todas las organizaciones científicas recomiendan luchar contra esto y sin embargo los niños consumen gran cantidad de estas bebidas», lamenta Leis Trabazo.
LOS COMPONENTES
Cafeína como 3 ó 4 cafés
La cantidad de cafeína que contiene medio litro de estas bebidas equivale a 3 ó 4 cafés
Niveles de azúcar
Los médicos alertan de que las bebidas contienen niveles de azúcar tan altos como la bollería industrial
Ingredientes estimulantes
Lo que buscan los ingredientes como el guaraná o el ginseng es favorecer la estimulación al beberlas
Son los componentes que tienen este tipo de bebidas los que provocan que la comunidad científica les haya declarado la guerra. Por lo general, llevan cafeína, azúcar y algunos otros ingredientes como guaraná o ginseng. «Este tipo de bebidas, pese a su denominación como reclamo publicitario, no proporcionan ningún tipo de energía más allá de las calorías aportadas por la elevada cantidad de azúcares que contienen», critica Pita. «Tienen una grandísima cantidad de azúcar que contribuye a un aporte calórico insano e innecesario y que de cara al futuro abocará a una diabetes tipo 2, cada vez más diagnosticada en personas jóvenes», augura Notario, que destaca también la presencia de cafeína «en dosis muy altas, que pueden equivaler a tres o cuatro tazas de café» en medio litro de bebida, expone. El resto de componentes, dice, «mal llamados naturales», son sustancias que no tienen ningún efecto positivo para la salud y que favorecen esas propiedades estimulantes que tanto llaman la atención de los más jóvenes que las consumen.
Cada vez más precoces
El desconocimiento de lo que suponen este tipo de bebidas, remarcan los expertos, lleva a que cada vez se consuman a edades más precoces. Los niños no las asocian a sustancias tóxicas, como sí pueden hacer con el alcohol o tabaco. Pero tampoco sus padres. «Cada vez vemos a niños de menor edad que por imitar a sus hermanos mayores o porque se compra en casa las consumen sin tener ni idea ni ellos ni sus padres de su composición y de los problemas que puede tener para la salud», apunta el presidente de la SEMA.
Tampoco se escapa de la preocupación de los médicos el hecho de que estas bebidas se utilicen cada vez más para mezclar con alcohol. Según la encuesta Estudes, el 16,1% de los estudiantes de 14 a 18 años había consumido esta mezcla en los últimos 30 días cuando fueron preguntados por la cuestión. Buscan alargar la fiesta, denuncia Notario, «pero lo que hacen es aumentar más la sintomatología y afectará más al sistema nervioso». «Hace que se consuma más alcohol sintiendo menos la sintomatología», completa Leis Trabazo.
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