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Cuando la pérdida de peso sin motivo aparente es una señal de alarma
Cuando la pérdida de peso sin motivo aparente es una señal de alarma
Adelgazar kilos sin querer puede ser un síntoma de que algo no va bien en nuestro organismo. Conoce cuándo debes preocuparte por perder peso y cuál puede ser la causa
Por Verónica Palomo, Consumer 9 de diciembre de 2024
A nadie le gusta lucir michelín, pero si algo asusta verdaderamente a una persona sana es ver cómo va perdiendo kilos sin explicación. Detrás de una bajada inexplicable de más de un 5 % del peso entre 6 y 12 meses puede esconderse una enfermedad. Este adelgazamiento involuntario puede deberse a diferentes causas, pero es fundamental dar con el motivo que lo provoca.
Medio mundo se pasa la vida a dieta. Según una encuesta de la empresa de investigación de mercados Ipsos realizada en 2021, el 45 % de las personas confiesa que están siempre tratando de perder peso. Esta cifra se incrementa hasta el 50 % en el caso de los españoles. Y mientras ellos sufren lo imposible hasta rebajar algunos gramos, hay personas que se quitan kilos de encima sin darse cuenta, sin hacer dieta o ejercicio.
La pérdida involuntaria de peso no es algo común, pero tampoco algo inusual, y ni mucho menos una situación envidiable. En concreto representa, según datos que maneja la Sociedad Española de Medicina de Familia y Ambulatoria (semFTYC), entre el 1,3 % y el 3 % de los casos de adultos hospitalizados en medicina interna de los hospitales, el 13 % de las consultas ambulatorias en personas mayores de 70 años y tiene una prevalencia en más de un 50 % en el caso de los ancianos que viven en residencias.
Cuándo es preocupante la pérdida de peso
Sufrir esta pérdida de kilos puede ser algo pasajero y sin mayor complicación, pero también cabe la posibilidad de que sea algo serio. Lo primero que hay que hacer ante estos casos, como explica Ángel Nieto, especialista en Medicina Interna del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), es no asustarse.
“Hay que tener en cuenta que es una situación que puede deberse a muchos factores y estos suelen ser transitorios, por lo que no debemos precipitarnos hasta que no evaluemos cuáles son las circunstancias en las que se está produciendo este adelgazamiento”. El especialista se refiere al hecho de que una pérdida de peso involuntaria puede producirse debido a factores emocionales, al estrés o porque se ha realizado más actividad física de la habitual.
En general, el consejo del médico internista es “pararse a reflexionar y analizar si se han producido cambios en nuestros hábitos de vida”. Por ejemplo, muchas veces no somos conscientes de que sí que hemos incrementado nuestra actividad física últimamente, que el ejercicio es diferente al habitual o que estamos atravesando por un periodo muy estresante.
👉 Cuándo consultar al médico
Si uno no es capaz de encontrar una posible causa a su pérdida de peso y esta continúa produciéndose de forma mantenida y progresiva, sí que hay que acudir a consulta. “Si ese bajón en la báscula se acompaña de otros síntomas como el cansancio o la falta de apetito hay que visitar al especialista lo antes posible”, matiza el médico internista.
Según explica Luisa Adán, médico especialista en aparato digestivo del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid y profesora del Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, “esta bajada de peso comienza a ser preocupante cuando se pierde más del 5 % del peso habitual durante un periodo de entre 6 y 12 meses”. Pero además de ir perdiendo kilos, la especialista avisa de otros síntomas que, si se presentan junto al adelgazamiento imprevisto, hay que acudir cuanto antes al médico. “Estamos hablando de cambios en el ritmo intestinal, falta de apetito o dolor abdominal”, explica la doctora.
Qué enfermedades puede causar pérdida de peso
Al perder kilos sin explicación alguna lo primero que se le pasa a mucha gente por la cabeza es la palabra cáncer. “Efectivamente es una de las causas de la pérdida de peso, pero no es la única. Desde luego el cáncer es algo que estamos obligados a tener en cuenta, pero no es la única enfermedad que puede estar relacionada con este problema”, indica Ángel Nieto.
Por su parte, Luisa Adán confirma que de todas las causas que podrían explicar esta pérdida de peso no intencionada el origen tumoral es efectivamente el que más preocupa entre los pacientes. “Se estima que los tumores malignos son responsables tan solo del 15-37 % de los casos. Le siguen las enfermedades gastrointestinales no malignas, que serían la causa del 10-20 % de los casos de pérdida de peso involuntaria, y las enfermedades psiquiátricas, especialmente depresión o trastornos de conducta alimentaria, que suponen el 10-23 %”, enumera la especialista.
👉 Otras causas
Además de estas posibles causas, que son las más frecuentes, existen otras como las alteraciones endocrinas (hipertiroidismo o diabetes mellitus); enfermedades infecciosas (VIH, tuberculosis o hepatitis C); enfermedades neurológicas (demencia o párkinson), y reumatológicas, como el lupus.
“Una disminución del peso inexplicable también puede ser causa de enfermedades crónicas avanzadas, como la insuficiencia cardiaca congestiva, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o insuficiencia renal, aunque por lo general dichos trastornos ya se han diagnosticado cuando se produce la pérdida de peso”, recuerda la especialista del Hospital Infanta Leonor.
“Igualmente, el consumo de determinados medicamentos o el abuso de determinadas sustancias, como el alcohol, la cocaína o las anfetaminas, pueden desencadenar esta pérdida no deseada. También hay que recordar con el hecho de que hasta en una cuarta parte de los casos los médicos nunca llegamos a identificar la causa”, advierte la doctora Adán.
¿Pérdida de apetito o enfermedad?
Por norma, en la gran mayoría de las ocasiones la pérdida de peso se debe a que la persona está ingiriendo menos calorías de las que su cuerpo necesita. Pero hay diferentes razones por las que puede estar haciéndolo.
- Es posible que consuma menos porque su apetito ha disminuido al tener un trastorno que impide que su tracto digestivo absorba los nutrientes —un problema de malabsorción—.
- También puede ocurrir, aunque con menos frecuencia, que las personas sufran una enfermedad que esté haciendo a su organismo utilizar más calorías, por ejemplo, una glándula tiroidea hiperactiva.
- Y, a veces suceden las dos cosas, que ambos mecanismos están involucrados. Por ejemplo, el cáncer tiende a disminuir el apetito, pero también aumenta el gasto calórico, ya que las células dañinas consumen más energía y pueden producir sustancias químicas que alteren la digestión de los alimentos, lo que lleva a la pérdida de peso rápida.
En general, según van avanzando casi todas las enfermedades graves se observa una pérdida de peso. Otra cosa distinta es que sea uno de los primeros síntomas de la enfermedad en aflorar.
👉 El cáncer
En este sentido, parece que hay canceres más proclives a desarrollar una pérdida de kilos involuntaria en el paciente, aunque el doctor Ángel Nieto se muestra precavido a la hora de concretar qué tipo de cáncer está más vinculado a esta pérdida ponderal evidente. “Los tumores son muy variados y la respuesta del huésped que los padece también, por ello no se puede establecer una regla fija para asegurar si un tipo de cáncer produce más pérdida de peso que otro. Eso va a depender de muchos factores, como el metabolismo de la persona portadora o la extensión del tumor”, explica el médico.
“Los cánceres gastrointestinales, de páncreas, pulmón, próstata, el linfoma y renal son los que más se asocian con la pérdida de peso, aunque destaca el cáncer de pulmón (60 %) y los tumores gastrointestinales (80 %)”, añade Luisa Adán.
👉 Si la causa está en el intestino
La razón de una pérdida de peso involuntaria también se puede esconder en el intestino. Los especialistas cuentan que cualquier enfermedad digestiva que produce disminución de la absorción de los nutrientes puede hacernos adelgazar. La doctora Luisa Adán enumera las más frecuentes: “La úlcera de estómago, la enfermedad celiaca o la enfermedad inflamatoria intestinal. En estos casos, además de la pérdida de peso, se suelen asociar otros síntomas como dolor abdominal, saciedad precoz, disfagia, diarrea, estreñimiento, sangrado en forma de heces negras (“melenas”) o sangrado por el ano de forma aislada o junto a la deposición”, indica la especialista.
Cómo se diagnostica
Pero, por lo general, el diagnóstico de estas patologías suele llevar su tiempo, ya que debido al amplio abanico de posibles causas que pueden producir la pérdida de peso involuntaria, no hay un único protocolo de actuación. En este sentido, este tipo de enfermedades digestivas suelen identificarse más fácilmente gracias a los síntomas que las acompañan.
“Lo primero que hacemos los internistas es una valoración global de la pérdida de peso. Saber la cantidad de kilos que se han perdido y desde cuándo es importante, pero igualmente las circunstancias que lo acompañan y, sobre todo, analizamos los síntomas que están presentes. Por ejemplo, una pérdida de peso junto con diarrea, orienta claramente hacia un problema digestivo”, relata el especialista del Hospital Clínico San Carlos, Ángel Nieto. Muchas enfermedades, como por ejemplo la insuficiencia suprarrenal, pueden ya sospecharse por el oscurecimiento de la piel (hiperpigmentación) que muestre el paciente.
Posteriormente, en función de estos síntomas, se hace una planificación de pruebas diagnósticas, tanto analíticas como pruebas de imagen, y se va construyendo el diagnóstico hasta llegar a la conclusión de saber qué enfermedad lo produce y plantear tratamiento al respecto.
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