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La recomendaciones de Aesan para preparar un biberón
Leche de fórmula: las recomendaciones de la AESAN para preparar el biberón de manera segura
La leche artificial debe prepararse siguiendo las instrucciones recomendadas por el fabricante y con unas medidas higiénicas básicas para evitar la toxiinfección por ‘Cronobacter’ en los bebés vulnerables
Por María Huidobro González, publicado en Consumer Eroski el 26 de junio de 2023
A pesar de que la leche materna es el mejor alimento para el bebé, por diversas razones no todas las madres pueden amamantar a sus hijos y no les queda otra posibilidad que alimentarles con leche de fórmula. Esta alternativa es segura y adecuada, pero siempre que se sigan una serie de recomendaciones, como las que recoge la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en un documento reciente, donde también se recuerda que esto es especialmente importante en el caso de los recién nacidos y otros bebés vulnerables. A continuación, vemos cuáles son las pautas que da este organismo para preparar el biberón con seguridad.
Cómo preparar el biberón de manera segura para el bebé
Las leches formuladas para bebés deben prepararse siempre siguiendo las instrucciones recomendadas por el fabricante y consumirse lo antes posible, como mucho dos horas después de reconstituir la leche. “Se deben respetar las instrucciones sobre cómo conservarla y cuánto tiempo puede mantenerse refrigerada”, puntualiza la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Si se utiliza el microondas para calentar (o hervir) la leche líquida o el agua en la que se disolverá la leche en polvo, la AESAN recuerda que no hay que olvidarse de remover el líquido, “porque podrían haberse generado bolsas calientes, capaces de quemar la boca del bebé”, advierte. Y eso que antes de dar el biberón al peque es indispensable comprobar la temperatura de la leche vertiendo unas gotas en nuestra muñeca.
Pero, aun así, hay que tener en cuenta que es muy importante que estos preparados sean reconstituidos respetando unas medidas higiénicas básicas. Esto es especialmente fundamental de cara a las toxiinfecciones por Cronobacter sakazakii.
Cronobacter: qué es, dónde está y qué síntomas causa en los bebés
Cronobacter sakazakii es una bacteria capaz de sobrevivir mucho tiempo en ambientes poco húmedos, como los alimentos deshidratados (leches para lactantes, té e infusiones, por ejemplo), y de crecer en un amplio rango de temperaturas (6-47 ºC).
La Cronobacter spp puede infectar a cualquier persona, principalmente por la ingestión de alimentos contaminados, pero la población de mayor riesgo la constituyen los bebés recién nacidos, en particular los prematuros, con bajo peso al nacer o inmunodeprimidos.
Los afectados pueden sufrir síntomas como desnutrición, irritabilidad, ictericia, convulsiones, hidrocefalia y retraso en el desarrollo. Además, como detalla la AESAN, la infección puede causar daños a nivel del intestino, como enterocolitis necrotizante, puede extenderse a través de la sangre y causar septicemia y alcanzar otras partes del cuerpo, como el cerebro, ocasionando meningitis.
Cómo preparar el biberón para prevenir la toxiinfección por ‘Cronobacter’
Y aunque los casos de toxiinfección por Cronobacter sakazakii son poco frecuentes, por los graves problemas de salud que puede provocar esta afección es necesario tomar una serie de precauciones adicionales con el fin de prevenirla cuando se alimenta a los peques más vulnerables con leches de fórmula.
Si es posible, se deben utilizar fórmulas líquidas, listas para el consumo, que se venden ya esterilizadas por el fabricante.
Pero también se puede usar leche en polvo. En este caso hay que seguir las siguientes recomendaciones a la hora de preparar el biberón:
- Lavarse las manos con agua caliente y jabón.
- Preparar la fórmula en polvo justo antes de cada comida.
- Usar recipientes limpios y esterilizados, ya sea en agua hirviendo o en esterilizadores comerciales.
- Hervir un volumen suficiente de agua y dejarla enfriar unos minutos.
- Con cuidado para evitar quemaduras, verter la cantidad apropiada de agua en el recipiente esterilizado y dejar enfriar ligeramente, pero siempre por encima de 70 °C.
- Reconstituir la fórmula añadiendo el polvo indicado en la etiqueta al agua que debe estar a unos 70 °C.
- Enfriar la fórmula reconstituida rápidamente hasta temperatura ambiente.
Y si quieres saber más, no dudes en consultar nuestra Guía del bebé Eroski Consumer, donde puedes encontrar todas las claves para disfrutar del embarazo y de cada etapa de tu bebé.
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