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La obesidad infantil y adolescente se disparará en 2050
La obesidad infantil y adolescente se disparará en 2050
Un nuevo estudio publicado en The Lancet estima que en 25 años uno de cada seis niños y adolescentes será obeso o tendrá sobrepeso. Los investigadores subrayan la necesidad de una acción urgente en los próximos cinco años para revertir esta crisis de salud pública.
Publicado en SINC el 4/3/2025 10:30 CEST
Una investigación, dirigida por un equipo del Murdoch Children’s Research Institute (MCRI) (MCRI) y publicada en The Lancet, concluye que un tercio de los niños y adolescentes tendrán sobrepeso (385 millones) o serán obesos (360 millones) en los próximos 25 años. La previsión equivale a 356 millones de niños de 5 a 14 años y 390 millones de 15 a 24 años, de los cuales uno de cada seis padecerá obesidad.
La tasa mundial de obesidad par la población de entre 5 a 24 años se triplicó entre 1990 y 2021, aumentando un 244% hasta alcanzar los 174 millones. esto indica que los métodos actuales para frenar el aumento de la obesidad han fallado a una generación de jóvenes. En 2021, 493 millones de niños y adolescentes tenían sobrepeso u obesidad.
Llamada a la acción
Jessica Kerr de MCRI destaca que si no se desarrollan planes de acción inmediatos de cinco años, el futuro será sombrío para los jóvenes. “Los niños y adolescentes siguen siendo una población vulnerable dentro de la epidemia de obesidad”, comenta. La prevención es clave, ya que la obesidad rara vez se resuelve después de la adolescencia.
Las complicaciones asociadas como la diabetes, el cáncer, problemas cardíacos, respiratorios, de fertilidad y desafíos de salud mental, impactarán negativamente a nuestros niños y adolescentes ahora y en el futuro- Jessica Kerr (MCRI)
“Este enorme problema no solo costará miles de millones al sistema de salud y a la economía, sino que las complicaciones asociadas con un alto índice de masa corporal (IMC), como la diabetes, el cáncer, problemas cardíacos, problemas respiratorios, problemas de fertilidad y desafíos de salud mental, impactarán negativamente a nuestros niños y adolescentes ahora y en el futuro, incluso con el potencial de afectar el riesgo de obesidad y la calidad de vida de nuestros nietos durante décadas”, agrega Kerr.
El análisis, publicado en el Día Mundial de la Obesidad, utiliza datos del Estudio de la Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de Riesgo de 2021 para estimar los niveles actuales y futuros de sobrepeso y obesidad en 204 países y territorios. Se prevé que Emiratos Árabes Unidos, Islas Cook, Nauru y Tonga tengan la mayor prevalencia, mientras que China, Egipto, India y Estados Unidos tendrán el mayor número de niños y adolescentes con obesidad para 2050.
La situación de Australia
En Australia, los niños y adolescentes han experimentado algunas de las transiciones más rápidas hacia la obesidad en el mundo. Las niñas ya tienen más probabilidades de ser obesas que de tener sobrepeso. En general, para 2050, se espera que 2,2 millones de jóvenes de 5 a 24 años sean obesos y 1,6 millones tengan sobrepeso. A nivel mundial, habrá más niños de 5 a 14 años con obesidad que con sobrepeso para 2050.
Kerr enfatiza la necesidad de reformas políticas urgentes para frenar la rápida transición a la obesidad, especialmente en regiones como el norte de África, Oriente Medio, América Latina y el Caribe, donde el aumento coincide con un alto número de población y recursos limitados.
Muchas regiones históricamente han tenido que centrarse en prevenir la desnutrición y el retraso en el crecimiento en los niños. Para prevenir una emergencia de salud pública de esta nueva amenaza, una prioridad inmediata debería ser la creación de encuestas nacionales de vigilancia de la obesidad en niños y adolescentes en cada país.
La investigadora también señala que las adolescentes mayores, de 15 a 24 años, que están entrando en sus años reproductivos, son una población prioritaria para la intervención. “Las adolescentes que son obesas son un foco principal si queremos evitar la transmisión intergeneracional de la obesidad, las condiciones crónicas y los costos financieros y sociales graves a lo largo de las generaciones futuras”, asegura. “Con este grupo de edad cada vez más fuera de la escuela y atendido por servicios para adultos, necesitamos enfocar las intervenciones a nivel comunitario y comercial”.
Los gobiernos tienen que poner en marcha intervenciones regulatorias, como impuestos a las bebidas azucaradas, prohibición de la publicidad de comida basura dirigida a la infancia y la juventud, y financiación de alimentos saludables en escuelas primarias y secundaria . Susan Sawyer (MCRI)
La profesora Susan Sawyer de MCRI insta a los gobiernos a invertir en estrategias multicomponentes que reduzcan los factores que impulsan la obesidad, abarcando la alimentación y bebida, la actividad, el estilo de vida y el entorno construido. “Si bien las personas y las familias pueden trabajar para equilibrar su actividad física, dieta y sueño, todo en nuestros entornos contrarresta estos esfuerzos”, señala.
En su opinión, “debido a este enorme cambio global en el peso de los niños y adolescentes,, ya no se puede seguir culpando a las personas por sus elecciones. Los gobiernos han de actuar con intervenciones regulatorias, como impuestos a las bebidas azucaradas, prohibición de la publicidad de comida basura dirigida a la infancia y la juventud, y financiación de comidas saludables en escuelas primarias y secundarias. También es importante considerar los beneficios de políticas más amplias, como la transformación del diseño urbano para fomentar estilos de vida activos”.
Más de la mitad de los adultos y un tercio de los menores vivirán con sobrepeso u obesidad en 2050
Los datos de un estudio publicado en The Lancet muestran cómo la obesidad se ha duplicado en las últimas tres décadas
Por Andrea Martín. Medicina Responsable 4 de marzo de 2025
Un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet advierte sobre el alarmante aumento del sobrepeso y la obesidad a nivel global, proyectando que en 2050 más de la mitad de la población adulta mundial (3.800 millones de personas) y un tercio de los niños y adolescentes (746 millones) padecerán esta condición si no se adoptan medidas urgentes.
El análisis, realizado por el Instituto de Investigación Infantil Murdoch (Australia), ha evaluado la evolución del sobrepeso y la obesidad en 204 países desde 1990 hasta 2021, utilizando datos de más de 1.350 fuentes y modelos estadísticos avanzados para proyectar tendencias futuras. Los resultados apuntan a un incremento alarmante de la obesidad en regiones como África y Asia, donde se espera un crecimiento demográfico acelerado.
Un problema de salud pública en expansión
El estudio destaca cómo la obesidad se ha duplicado en las últimas tres décadas. En 2021, se estimó que 2.110 millones de adultos y 493 millones de niños y adolescentes tenían sobrepeso u obesidad en comparación con los 731 millones y 198 millones respectivamente en 1990. De mantenerse esta tendencia, el número de adultos con obesidad podría alcanzar los 1.950 millones en 2050.
Los países con más casos seguirán siendo China, India y Estados Unidos, aunque la mayor aceleración del problema se prevé en Nigeria, donde la cifra de adultos con sobrepeso y obesidad podría triplicarse en las próximas décadas. En cuanto a los jóvenes, se estima que el sobrepeso infantil se estabilizará, pero que un número creciente de niños y adolescentes pasará directamente a la obesidad, con aumentos significativos en regiones como América Latina, Oriente Medio y Oceanía.
Factores de riesgo y consecuencias
Los expertos señalan que el avance de la obesidad responde a una combinación de factores, entre ellos la falta de regulación en la comercialización de alimentos ultraprocesados, el sedentarismo y la desigualdad en el acceso a una alimentación saludable.
Cristóbal Morales, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Vithas Sevilla, en declaraciones al SMS subraya la urgencia de actuar: «Si las tendencias actuales continúan, el impacto en la carga de enfermedades crónicas y en los sistemas de salud será enorme. Es imprescindible implementar estrategias más efectivas para frenar esta crisis de salud pública».
El estudio también advierte sobre el aumento de enfermedades asociadas a la obesidad, como la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, señala que los niños y adolescentes con obesidad tienen un mayor riesgo de mantener esta condición en la adultez, lo que refuerza la necesidad de estrategias preventivas desde edades tempranas.
Una hoja de ruta para frenar la obesidad
Para abordar este problema, los autores del estudio proponen la implementación de planes de acción quinquenales que incluyan medidas adaptadas a las necesidades de cada país. Entre las estrategias recomendadas destacan la promoción de dietas saludables, la regulación del marketing de alimentos ultraprocesados y la creación de entornos que faciliten la actividad física. «Todavía estamos a tiempo de evitar una transición completa hacia la obesidad mundial en niños y adolescentes», afirma Jessica Kerr, del Instituto de Investigación Infantil Murdoch de Australia. «Es fundamental que los gobiernos refuercen su compromiso político y destinen recursos a la prevención y tratamiento de la obesidad».
El estudio reconoce ciertas limitaciones, como el uso del índice de masa corporal (IMC) como principal método de medición, que no siempre refleja la composición corporal de manera precisa. Sin embargo, destaca la urgencia de tomar medidas inmediatas para evitar que esta epidemia siga creciendo sin control.
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